Tensión diplomática con Bolivia

A pesar del ofrecimiento oficial de disculpas por parte del Gobierno boliviano por la visita del ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, a suelo boliviano, y de la conocida agenda positiva entre ambos países, la tensión no habria cedido.

La Cancillería argentina suspendió la visita del presidente Evo Morales a nuestro país, en donde se lo esperaba para la inauguración del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA). Según se informó, el ducto elevaría la capacidad de bombeo a 27,7 millones de m3 de gas natural al día.

Hasta ahora, se creía que el roce diplomático se había podido resolver sin mayores repercusiones, pero esta decisión comunicada por el organismo liderado por el canciller Héctor Timerman, demuestra el alto valor que reporta para la presidente Cristina Fernández el caso AMIA.

En este viernes, la mandataria argentina tiene agendada una reunión con el presidente de Israel Shimon Peres. Perfil.com pudo confirmar que el encuentro surgió tras un imprevisto pedido del funcionario israelí. El encuentro se realizará en el hotel veneciano "Europa Regina". Cristina Fernández viajó a Italia para reforzar las relaciones bilaterales.

En cuanto a Morales, las versiones provenientes de Bolivia son contradictorias. Este jueves se confirmó la asistencia del presidente boliviano al partido inaugural de la Copa América que se jugará el 1 de julio en Argentina. Funcionarios del Ministerio de Deportes viajarían días antes para otorgar su respaldo al cuerpo técnico y a los jugadores.

Pero nada parece sacar del recuerdo de los funcionarios argentinos, la foto que circuló en los medios de Evo Morales, su ministra de Defensa, María Cecilia Chacón, junto al buscado Vahidi en Santa Cruz de la Sierra.

Por lo pronto, el "lamentable incidente" fue atribuido al "desconocimiento en ciertos niveles de las circunstancias de la invitación cursada y bajo ningún aspecto de agravio que pudiera afectar el excelente nivel de las relaciones" de ambos países, señalaron las autoridades bolivianas.

El ministro iraní Ahmad Vahidi, sobre quien pesa una orden de captura internacional desde 2007, es acusado por la justicia argentina como autor intelectual del atentado contra la AMIA que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994 en Buenos Aires. El atentado contra la mutual judía fue el más grave en la historia argentina y ocurrió dos años después de la explosión que destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires con 29 muertos y más de 200 heridos.