Otro ataque en Israel, el tercero en siete días. Esta vez fueron cinco muertos en un suburbio de Tel Aviv. El atacante resultó abatido, y estaba armado con un rifle de asalto. Abrió fuego contra los transeúntes a mansalva.
Es el último atentado en coincidencia con el mes sagrado musulmán del Ramadán. Dos personas murieron y tres resultaron heridas el domingo en un ataque similar contra un autobús.
Un simpatizante del Daesh, ISIS o Estado Islámico mató a cuatro israelíes en medio de apuñalamientos y embestidas contra coches particulares en la ciudad sureña de Beersheba. Esos ataques fueron atribuidos al Daesh, rama desprendida de Al- Qaeda que controló durante un tiempo parte de los territorios de Irak y Siria.
Varios fueron los recaudos del primer ministro de Israel, Naftali Bennett, como la instrucción de ampliar el uso de armas entre los soldados y los reservistas. Entre otras medidas, el sucesor de Benjamin Netanyahu, confinado por haber dado positivo de coronavirus, ordenó que se realicen las llamadas detenciones administrativas en vísperas de la celebración del Día de la Independencia de Israel, a comienzos del mes de mayo. El Ramadán comienza el sábado.
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En 2021, los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Israel y los activistas musulmanes durante el mes sagrado derivaron una guerra contra Hamas, el grupo islámico que gobierna en la Franja de Gaza. No son frecuentes ni comunes las incursiones en Israel del Daesh. Aún opera disminuido por no controlar territorios en Irak y en Siria. Hamas y sus primos de la Jihad Islámica, peleados con Al-Fatah, que gobierna en Cisjordania, elogiaron los atentados.
