INTERNACIONAL
hubo 50 muertos

Un doble atentado contra mezquitas sunitas en El Líbano

Horror. Dos coches bomba fueron detonados en Trípoli.
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AFP
Desde Trípoli
Líbano vivió ayer su jornada más sangrienta desde fines de la guerra civil de 1990. Un doble atentado contra dos mezquitas sunitas de la ciudad de Trípoli, en el norte del país, dejó cincuenta muertos y centenares de heridos. En el marco de la grave crisis que atraviesa Medio Oriente, los ataques reavivaron el temor de que el Líbano regrese a una lógica de conflicto sectario permanente.
Los atentados en Trípoli se produjeron con dos coches bomba que fueron estacionados cerca de las mezquitas al término del tradicional rezo de los viernes. Los centros religiosos atacados fueron los de Taqwa y Salam, este último ubicado cerca de la casa del primer ministro, Najib Mikati, un sunita de Trípoli que no se encontraba en la ciudad. Mikati condenó los atentados, que, a su juicio, tienen el fin de “sembrar el conflicto”.
“Pero los tripolitanos demostrarán, una vez más, que son más fuertes que el complot y que no permitirán que el conflicto acabe con su determinación y con su fe”, agregó Mikati. El momento de las explosiones fue registrado por las cámaras de seguridad instaladas en las mezquitas. En el video, difundido por la cadena televisiva LBC, se ve cómo a muchos fieles que estaban sentados en el piso los cubrieron una nube gigante de humo y pedazos de yeso y otros materiales.
También se puede observar cómo las personas atrapadas por el pánico intentan escapar del templo. Otras imágenes del exterior de la mezquita mostraban cuerpos carbonizados, así como decenas de coches en llamas y palacios dañados.
El doble atentado se produjo ocho días después de que otro coche bomba matara a 27 personas en un barrio del sur de Beirut, bastión del movimiento chiita Hezbollah, cuyas milicias combaten en Siria junto con las fuerzas del régimen de ese país. Ayer Hezbollah condenó de manera inmediata los atentados en Trípoli y afirmó que responden a una “planificación criminal para sembrar la discordia entre los libaneses”.
El objetivo último de los ataques, según Hezbollah, es “fragmentar la región y llevarla hacia un baño de sangre”. El presidente de la República, Michel Sulei-man, pidió a los libaneses que “permanezcan unidos”, mientras que el ministro de Defensa, Fayez Ghosn, llamó a la “calma”.