Desde el Vaticano
Un nuevo escándalo sacude a la Iglesia Católica italiana. El jueves fue encontrado ahorcado en su casa en Como el broker Leónida Rossi, de 78 años. Era indagado por la Justicia de Milán y de Lugano, Suiza, por una millonaria estafa a la orden de los franciscanos.
Según los investigadores, Rossi hizo desaparecer 49,5 millones de euros de esa congregación, que fueron invertidos en resorts de lujo. La plata, teóricamente destinada a misiones de la Iglesia en Africa, le fue entregada entre 2007 y 2014 por tres curas-economistas franciscanos a cambio de la promesa de hacerles ganar intereses, que rondaban entre el 6% y el 12%. Los tres religiosos también fueron indagados por apropiación. Al darse cuenta de que algo raro estaba siendo ocultado en las cuentas de los franciscanos, los nuevos administradores sustituyeron a los tres curas en agosto de 2013. Tras pedirle la restitución del dinero desaparecido, Rossi les contestó en una carta: “Les vuelvo a explicar que sin hacer inversiones en construcciones para otros entes religiosos en el exterior, hoteles y resorts, no se pueden pagar intereses tan altos. Aunque empecé hace mucho tiempo a poner en venta mis propiedades más importantes, no puedo restituir, con intereses o sin intereses, lo que ustedes me piden”. Aparentemente el broker estaba tratando de ganar tiempo proponiendo a los nuevos administradores la posibilidad de ceder un hotel de su propiedad “de un valor comercial de 70 millones”. Se trata de un complejo en construcción en Eritrea, que planeaba ofrecer una playa privada en el Mar Rojo, 80 habitaciones, 6 bungalows, dos piletas y un restaurante.
La noticia de la investigación sobre el broker y los tres curas fue divulgada el miércoles. El jueves, Rossi, fue encontrado muerto en su casa de Lurago d’Erba, en Como.