Por el temor a la variante Delta, Reino Unido considera la posibilidad de postergar la reapertura total prevista para el 21 de junio. Bajo la misma línea, el primer ministro Boris Johnson admitió que ya no es tan optimista como el mes pasado.
A pesar de seguir defendiendo todavía su hoja de ruta antes estipulada, Johnson anticipó un potencial aplazamiento de cuatro semanas de la reapertura en Inglaterra. Se espera que el anuncio tenga lugar finalmente este lunes desde Downing Street.
"Lo que queremos hacer es asegurarnos de que la hoja de ruta sea irreversible, pero no se puede tener una hoja de ruta irreversible si no se está preparado y se es cauteloso", habría aclarado el primer ministro según fuentes gubernamentales.
Con el G7 cerrado en Cornualles, Reino Unido tendrá que emprender una auténtica lucha contra el tiempo para frenar la amenaza de la temida variante, evitando que frustre una de las campañas de vacunación más importantes y exitosas del mundo.
Por el momento, esta mutación del coronavirus originada en la India es responsable de 9 de cada 10 contagios en el país europeo, donde más de 29 millones de personas recibieron ambas dosis de la vacuna, o el 55,4% de la población.
La variante Delta alarma también a Europa continental, con el último episodio relativo a Francia: la Agencia Regional de Salud de la región francesa del Gran Este anunció un "plan de acción inmediato" tras descubrir un grupo de infectados en Estrasburgo.
El nivel de transmisibilidad que se le atribuye es aproximadamente un 60% superior al de las otras variantes y en particular a la denominada inglesa, también conocida bajo el nombre Alpha, que se considera originalmente modificada en el condado de Kent.
El último recuento oficial reportó 8.125 nuevos casos en el país en 24 horas y 17 muertes, cifras que también llevaron a la Asociación Médica Británica a sumarse al coro de instituciones y científicos quienes piden el aplazamiento inmediato de la reapertura.
JFG
