Tras el fracaso del levantamiento liderado por Juan Guaidó y Leopoldo López, en Venezuela reina la incertidumbre. Maduro continúa en el poder, el presidente de la Asamblea Nacional no fue detenido y el líder de Voluntad Popular, liberado de su prisión domiciliaria por los militares sublevados, se refugió en la residencia del embajador de España. Con un aparente “empate técnico”, el país se asoma ahora a tres escenarios: Maduro derrota definitivamente a la oposición; la cúpula de las Fuerzas Armadas propician un golpe de Estado; o se abre la oportunidad a una salida negociada con garantías para el chavismo.
Cuando fracasó el Operativo Libertad del pasado martes, Maduro suspiró, pero no cantó victoria. Para eso, tiene que desactivar las protestas en las calles de la oposición. Si el jefe de Estado diera un paso al frente y apresara a Guaidó, pondría en una difícil disyuntiva a Estados Unidos. “Esperamos que eso no pase, vamos a estar observando las calles de Venezuela, ahí en las calles donde las personas están siendo asesinadas. Al menos podríamos ir a ayudarlo un poco o quizá ayudarlo mucho”, declaró Trump el miércoles, al volver a alertar sobre una posible intervención militar en Venezuela.
Cómo consigue Nicolás Maduro mantenerse en el poder pese a la crisis
Pese al aumento de la pirotecnia verbal, Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, cree que todavía hay chance de una salida acordada entre la oposición y el chavismo, con la mediación y participación de potencias internacionales. “Nunca se rompe la posibilidad de una negociación, siempre hay espacio para ello”, declaró a PERFIL desde Caracas. Esa negociación incluiría una amnistía para encumbrados militares del régimen y el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Para evitar los fantasmas de un golpe de Estado de los generales, que hasta ahora fueron leales a la Revolución, León cree que habrá purgas en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, reveló que tres principales figuras del chavismo habían acordado con la Casa Blanca derrocar a Maduro y convocar a elecciones. Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y jefe del Ejército; Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), e Iván Hernández Dala, director de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, habrían sido los interlocutores de Estados Unidos. “Puede que sea una estrategia del propio Bolton para provocar una fractura en el chavismo”, consideró el analista.
Guaidó reaparece y llama a marchar a los cuarteles militares
Pese a que Guaidó y López aseguran que hay oficiales descontentos con Maduro y que habrá más “movimientos” para desalojarlo del Palacio de Miraflores, en los cuarteles reina el secretismo. “Hay secretismo porque, en primer lugar, el sector militar se protege y, en segundo, porque está espiado. El gobierno sabe los riesgos que corre. No va a permitir que la oposición pueda tener información que pueda utilizar contra él”, agregó León.
Quienes estarían a la cabeza de ese espionaje interno serían servicios de inteligencia cubanos, según denunció la Casa Blanca. Sin embargo, el gobierno de Cuba desmintió esta semana haber participado en operaciones militares o de seguridad en Venezuela.