Venezuela está sumida en una grave crisis económica que hizo emigrar a más de 3 millones de personas desde 2015, según la ONU. El martes 30 de abril se produjo un intento de levantamiento contra Nicolás Maduro encabezado por el líder de la oposición Juan Guaidó. En ese marco de conflictividad política y social, ¿cómo logra mantenerse en el poder el actual mandatario?
Todos los analistas consultados por PERFIL coinciden en que el primer factor y que más importancia tiene dentro del sostén de poder de Maduro son las Fuerzas Armadas.
“Su estructura protectora está basada en buena parte en el vínculo con la Fuerzas Armadas, que le otorgó una gran capacidad de maniobra a nivel doméstico y lo ayuda a prever algunas iniciativas de la oposición y a adelantarse. Los altos mandos militares interpretan que Maduro, a pesar de todo lo problemático que es, sigue siendo un mejor seguro en términos de la protección de todos los negocios que hoy mantiene la FF.AA., legales e ilegales”, sostuvo Andrei Serbin Pont,analista Internacional y Director de CRIES.
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Los militares no son un elemento externo sino que forman parte del régimen de Maduro, los que realmente tienen poder dentro del país. “Hace mucho años que tomaron partido y que son un factor elemental incluso mucho más allá de lo que supone el uso de la fuerza. Controlan lo que queda de la industria de Venezuela, tanto el mercado legal como ilegal de bienes y de alimentos, y también tienen un papel en el contrabando y el narcotráfico”, señaló Bruno Binetti, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.
El politólogo Claudio Fantini precisó que la fuerza militar de Maduro se caracteriza por constar de un número desproporcionado de altos cargos. “El ejército venezolano tiene un generalato absurdamente grande, roza los mil en el caso de los generales. El país tiene más generales que la OTAN y esto constituye en sí mismo una casta privilegiada que tiene ingresos formidables y ostenta un poder enorme”.
Además, el analista político agregó que los sueldos de los militares de alto rango “no salen únicamente de las arcas en blanco del país que están exhaustas sino de los negocios clandestinos”.
Guaidó tiene legitimidad pero no poder, y Maduro no tiene legitimidad pero sí control, dijo Serbin Pont
"El vínculo entre la cúpula militar con el narcotráfico le permite a la casta militar estar siempre fuerte y defender al régimen porque éste es lo que le da semejantes privilegios. En eso se apoyó Maduro y por eso es que no ha caído, es un régimen hecho para estar blindado pese al descontento popular e incluso al desprecio de la mayoría de los países del mundo”, resumió Fantini.
Para Binetti, como las Fuerzas Armadas tienen muchísimos intereses dentro del status quo en Venezuela, para renunciar a todo eso no alcanzaría con que Guaidó tome el mando del país. “Han acumulado un poder enorme. Como más débil se volvió Maduro tras la muerte de Chávez, más poder heredaron las Fuerzas Armadas. Tienen intereses que van a proteger gobierne quien gobierne y lo harán en sus propios términos”, indicó.
Hay otros tres elementos que refuerzan al actual mandatario en el Palacio de Miraflores: su posición dentro del chavismo, la forma en la que usa la crisis humanitaria del país en su propio beneficio y la fuerte emigración.
Maduro es el mínimo común denominador que hay dentro el chavismo y las Fuerzas Armadas. “Él está ahí de alguna forma por su propia debilidad. Es una figura heredera de Chávez —él lo nombró por eso tiene esa legitimidad—, pero no amenaza ninguna de las otras facciones como a Diosdado Cabello y el poder de los militares. Todos saben que con Maduro ahí el poder está bien distribuido, si sale del juego habría un conflicto dentro del propio chavismo, que se pelearía por quien manda”, expuso Binetti.
Por otro lado, Maduro manejó bien la crisis humanitaria al saber explorarla para reforzar el control de su base. “Cuando la economía está tan destruida, las ayudas del Gobierno y los subsidios importan todavía más”, remarcó el experto de la Universidad Torcuato Di Tella.
Maduro basa su poder en el apoyo militar, la crisis humanitaria, la emigración y su posición dentro del chavismo
“Si bien es abrumador el rechazo a Maduro en Venezuela —para fin de este año ya son 5 millones de personas afuera— la emigración también ayuda a descomprimir un poco el clima social. Los profesionales y estudiantes jóvenes que estarían en las calles protestando emigran porque no les queda otra”, afirmó el especialista.
¿Qué ocurre con el resto del mundo? El reconocimiento diplomático no altera la realidad en el terreno ni la correlación de fuerzas dentro de Venezuela. Eso se demostró con el apoyo que más de 50 países hicieron de la presidencia interina de Guaidó, que no le fue de utilidad al líder opositor para tomar las riendas del país. Lo mismo sucedería con Maduro, por más que cuente con el aval de países como Rusia, Cuba o China.
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De hecho, las sanciones que los Estados Unidos impuso en la compra de petróleo para perjudicar a la empresa estatal venezolana PDVSA no afectó al líder chavista tanto como se esperaba puesto que, al menos por el momento, encontró otros mercados a los que recurrir.
