El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este jueves 2 de mayo a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que "ha llegado la hora de combatir", tras el fallido alzamiento militar liderado por el opositor Juan Guaidó.
"Sí, estamos en un combate. Máxima moral en ese combate para desarmar a cualquier traidor, a cualquier golpista", dijo Maduro en un acto junto a su ministro de Defensa Vladimir Padrino López y miles de soldados, transmitido por televisión, en el que el alto mando militar le reiteró su lealtad.
Allí, aseguró que "ha llegado la hora de combatir" y de "dar un ejemplo al mundo" al mostrar una Fuerza Armada "consecuente, leal, cohesionada, unida como nunca antes, derrotando a todos los golpistas y traidores que se venden a los dólares de Washington”, afirmó.
Repitiendo la consigna "leales siempre, traidores nunca", el mandatario señaló que no debe haber temor frente a la obligación de desarmar las conspiraciones de la oposición y Estados Unidos. "Nadie puede tener miedo, es la hora de defender el derecho a la paz", dijo en la ceremonia en la que -según el gobierno- estaban presentes 4.500 efectivos.
El llamado de Maduro llega tras el alzamiento el martes 30 de abril de un reducido grupo de militares en su contra bajo el liderazgo de Guaidó, reconocido como mandatario interino de Venezuela por más de 50 países.
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Los militares rebeldes se apostaron en una autopista de Caracas junto con el opositor, quien pidió a toda la Fuerza Armada apoyar la sublevación. Pese a eso, la cúpula militar ratificó su adhesión a Maduro y 25 rebeldes pidieron asilo en la embajada de Brasil. El también opositor Leopoldo López, liberado por ellos de su prisión domiciliaria, se refugió en la legación española.
"Ha llegado la hora de combatir y de dar un ejemplo al mundo", dijo Maduro.
El martes 30 de abril, el presidente encargado, Juan Guaidó, y López anunciaron el inicio de la 'Operación Libertad' asegurando que tenían el apoyo de "un grupo importante" de militares, entre ellos el jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
Un día después, miles de venezolanos tomaron Caracas rumbo al oeste, donde está el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia de Venezuela, pero fueron frenados por la Guardia Nacional Bolivariana. Una persona murió, más de cien resultaron heridas y al menos 119 fueron detenidas en la capital y otras ciudades.
A.G./