Un empleado del aeropuerto internacional Sea-Tac de Seattle, que trabajaba en el sector de equipajes, robó un avión de Alaska Airlines y luego decidió quitarse la vida al estrellarlo en una isla. El hecho sucedió en 2018, pero se conoció en las últimas horas el video de cómo el hombre se lleva el avión y despega de la pista.
En las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto quedó registrado el trayecto de Richard Rusell, de 29 años. Allí se ve cómo ingresa al lugar el 10 de agosto de 2018, pasadas las 2 de la tarde.
El hombre tiene puesta una remera negra que, en la parte de la espalda tiene la frase “The Sky’s No Limit”, “El cielo no tiene límite”. Muestra su identificación al personal de seguridad, pasa su mochila por los escaners y luego la toma para ir a empezar su jornada laboral. Nada parecía levantar sospechas de lo que pasaría después.
Cinco horas más tarde, Russell es captado en la pista, en el área de carga del aeropuerto y utiliza un vehículo remolcador para empujar el avión de hélice hacia una de las pistas. Lo que sigue es la secuencia en la que se puede ver cómo se sube al avión mientras está en marcha: abre la puerta de la cabina del avión Q400 Turboprop, una aeronave a turbohélice de 76 asientos, sube y cierra la puerta.
Antes de despegar, advierte por radio a la torre de control: “Va a ser una locura”. Al intentar tomar control, la torre se percata de que algo no estaba bien, y no recibe respuesta.
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"Soy solo un hombre roto": las últimas palabras de Russell antes de estrellar el avión
Desde la torre de control intentaron convencerlo de aterrizar dándole instrucciones de cómo podía hacerlo, y también le pidieron alejarse de zonas pobladas para evitar una tragedia.
Sin embargo, él hizo caso omiso y dijo: “No, no necesito mucha ayuda, he jugado a algunos videojuegos antes”.
El aeropuerto de Seattle estuvo cerrado durante una hora y media y los vuelos se cancelaron en un intento de convencer al joven de que volviera a la pista de aterrizaje, pero no pudieron lograrlo.
“Hay muchas personas que se preocupan por mí y les va a decepcionar escuchar que hice esto. Me gustaría pedir disculpas a todos y cada uno de ellos. Soy solo un hombre roto, que tiene algunos tornillos sueltos, supongo. Nunca lo supe realmente hasta ahora”, fueron sus últimas palabras que se le escucha decir en las grabaciones que se difundieron.
El FBI informó que no encontró evidencia de que Russell haya recibido alguna vez entrenamiento de vuelo, pero que sí estaba familiarizado con protocolos de verificación para despegar un avión con tutoriales en internet. Su muerte fue catalogada como suicidio, y las autoridades detallaron que el joven no tenían ninguna vinculación con una actividad criminal o terrorismo.