Olga Nechyporchuk, de 36 años, se sienta al piano cada día en la estación centrarl de Lviv a tocar para los refugiados ucranianos. En su repertorio incluye “What a wonderful world” (qué maravilloso mundo), a pesar de estar en el medio de una guerra en pleno siglo XXI. “Estoy segura de que la victoria será nuestra más temprano que tarde”, asegura.
“Vivo en Lviv, nací acá hace 36 años. Decidí quedarme, esta es mi casa. Me prestaron este piano y con mis amigos decidimos venir acá todos los días y tocar para todos los que estén en la estación de tren. Queremos mostrar nuestro apoyo a los refugiados, a todos los ucranianos”, dijo Olga a Clarín.
Los videos que la muestran en el piano, en el medio de la desoladora postal del conflicto bélico, se viralizaron rápidamente. En las imágenes se la puede ver con un piano vertical, al que ella le saca un sonido potente a pesar del estado en que se encuentra.
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“Acá tenemos miedo, pero estamos seguros, en cambio en el resto del país la gente no sólo tiene miedo, está en una situación muy peligrosa”, señaló. “A la vez estoy segura de que la victoria será nuestra más temprano que tarde”, subrayó.
Sobre los ciudadanos rusos analizó: “Deberían apoyarnos, salir a la calle y mostrar su oposición a la guerra, decir que están con nosotros”. Mientras tanto, Olga seguirá sentada al piano en la estación para seguir sembrando esperanza en los que se van resignados y con tristeza de sus hogares.