INTERNACIONAL
Rusia

Vladimir Putin: diplomático hacia afuera, implacable hacia adentro

Mientras impulsa su diplomacia de la vacuna y firma acuerdos nucleares fronteras afuera, el presidente ruso responde con puño de hierro a todo disenso interno.

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El Putin hacia el exterior: su intervención en el reciente Foro Económico Mundial. | DPA

Hay un solo Vladimir Putin, pero no es el mismo dentro que fuera de sus fronteras: hacia el exterior promueve una “diplomacia de la vacuna” con su ahora reivindicada Sputnik V, especialmente en América Latina, y muestra cooperación con Estados Unidos para extender los acuerdos nucleares. Hacia adentro despliega una brutal represión ante cualquier expresión de disenso, como ilustra el caso del opositor Alexei Navalny.

El espaldarazo a la Sputnik V que representó el artículo publicado este martes por la prestigiosa revista Lancet, que mostró que apenas el 0,1 por ciento de los inoculados en las fases de ensayo se contagió de Covid, reavivó la importancia de una vacuna por la que hasta ese momento habían mostrado interés muy pocos países, entre ellos Argentina y México.

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La vacuna no solo representa para Putin la posibilidad de mantener a Rusia entre las grandes potencias en la carrera científica, también le permite fortalecer la imagen exterior de su país. “Es un buen negocio con un componente humanitario”, dijo meses atrás el presidente a un grupo de inversores rusos para invitarlos a financiar el desarrollo de la vacuna.

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Violentas protestas en todo el país contra la persecución de Navalny.

Así como promueve la Sputnik V, Putin también da muestras de responsabilidad en el escenario internacional, y el viernes firmó en forma unilateral la extensión por cinco años del tratado de desarme nuclear New Start con Estados Unidos.

La cancillería rusa celebró la extensión afirmando que asegura la “preservación" de un mecanismo clave para “mantener la estabilidad estratégica”.

Sólo hoy la administración Biden decidió sumarse a la extensión hasta 2026 del acuerdo alcanzado por Putin con Barack Obama en 2010 y que expiraba el próximo viernes.

Al saludar la extensión del pacto, el departamento de Estado no dejó de señalar las “tensiones” entre Moscú y Washington, un área en la que entraría claramente la represión a la oposición y el encarcelamiento de Navalvy.

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Al menos 10 mil personas fueron detenidas en poco más de una semana. 

“Especialmente en tiempos de tensiones, tener límites verificables sobre las armas nucleares de Rusia con alcance intercontinental es de vital importancia", indicó el Departamento de Estado, que señaló que, pese a que Estados Unidos va a trabajar con Rusia para avanzar sus “intereses”, también va a hacer que “rinda cuentas” por sus “abusos de los derechos humanos”.

Pese a su buena disposición en el tema vacunas o el nuclear, no parece que Putin esté muy dispuesto a aceptar sugerencias sobre su política interna. “El rechaza tajantemente toda injerencia exterior en el caso Navalny, y cuestiona las críticas de Occidente”, explica el analista Andrés Serbin, especializado en la política rusa.

Serbin advierte que, para Moscú, el Start “lo pone de igual a igual con Estados Unidos, y le da pie para que Rusia siga siendo potencia, lo que vende fuerte para sostener su popularidad” en el frente interno. “Y la diplomacia de las vacunas se desarrolla principalmente en América Latina y, en menor medida, en Africa”.

El Kremlin defendió hoy su “firme” respuesta policial a las protestas que exigen la liberación de Alexéi Navalny, que incluyó la detención de más de diez mil personas de un movimiento quiere seguir luchando a pesar de la represión y el encarcelamiento de su líder.

Desde mediados de enero, cuando Navalny fue encarcelado tras su regreso a Moscú, decenas de ciudades rusas vivieron grandes protestas como no se veían desde hace años, pese a la dura represión policial.

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El líder opositor saluda a su mujer durante el juicio del martes.

El opositor regresó a Rusia luego de cinco meses de convalecencia en Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento del que acusa a Vladimir Putin. Procesado por violar su control judicial en un caso que se remonta a 2014, el martes le conmutaron su pena en suspenso por dos años y ocho meses de prisión efectiva.

Su encarcelamiento provocó un gran revuelo en Europa y en Estados Unidos, y desató críticas contra Rusia.

El juicio provocó inmediatamente manifestaciones en el centro de Moscú y San Petersburgo, que produjeron 1.400 nuevas detenciones e imágenes de violencia policial.

En total, desde el 23 de enero, 10.000 personas fueron arrestadas, según la ONG especializada OVD-Info.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a la prensa que la policía había respondido de forma “justificada” a las manifestaciones “ilegales”. Antes de las protestas del martes por la noche hubo dos fines de semana consecutivos de movilizaciones con decenas de miles de rusos en las calles de todo el país.

“Las autoridades han dado un paso adelante al encarcelar a Navalny. La etapa en la que lo contenían, lo controlaban, ha terminado. Ahora podrían tener como objetivo la destrucción de su organización", dijo Alexander Baunov, del Centro Carnegie de Moscú.

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Yulia Naválnaya, la mujer de Navalny, al llegar al juicio. 

A pesar de la represión y del encarcelamiento de su carismático líder, los allegados del opositor han prometido continuar con el movimiento. “Esto es solo el principio", dijo en Telegram uno de los allegados de Navalny, Leonid Vólkov, que vive en Lituania. Según él, los partidarios de la oposición “aumentarán la presión sobre Putin” y organizarán "nuevas concentraciones pacíficas". 

La esposa del opositor, Yulia Naválnaya, dijo en Instagram que ella y Alexéi estaban rodeados de “gente buena y fuerte”.

Además de las detenciones, OVD-Info se alarmó por el trato degradante infligido a los manifestantes, mientras se multiplican en las redes sociales testimonios de personas encerradas durante horas en furgones celulares o las imágenes de la durísima respuesta policial, sobre todo en la noche del martes.

Algunos de los detenidos “pasaron la noche en condiciones difíciles”, dijo un responsable de la ONG, Grigori Durnovo, que explicó que algunos durmieron en el suelo o no pudieron ir al baño. Los abogados tienen muchas dificultades para acceder a los centros de detención, porque “lo consideran un cómplice del acusado”, agregó.

La cadena TV Dojd difundió el martes un video de Instagram de un manifestante: “Han pasado más de 40 horas desde nuestra detención (...) Apenas nos alimentamos. Llevamos nueve horas en un autobús, obligados a estar de pie”, dijo.

La contrafigura del presidente

Más de 100 periodistas fueron detenidos o resultaron heridos, según la Unión Rusa de Periodistas. La oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió la liberación de los detenidos “por ejercer su libertad de expresión y de reunión”.

Navalny había sido detenido a petición de los servicios penitenciarios por no haber fichado como debía, mientras estaba en Alemania. Nada más conocerse la sentencia, el equipo del opositor convocó a manifestaciones en el centro de Moscú, donde la policía antidisturbios OMON y la guardia nacional estaban fuertemente desplegadas.

La condena de Navalni provocó una ola de condenas internacionales que piden su “liberación inmediata”. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tiene previsto visitar Moscú el viernes.

Este miércoles, el gobierno alemán aseguró que “no se descartan” nuevas sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia.

Otras causas esperan a Alexéi Navalny, que comparecerá el viernes por “difamación” contra un veterano de guerra. También está acusado de fraude en otro caso y muchos de sus colaboradores están bajo arresto domiciliario, encarcelados o procesados.