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Washington y Londres bombardearon a los hutíes por sus ataques a barcos en el mar Rojo

Con el apoyo logístico de países aliados, Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron una serie de ataques contra los rebeldes yemenitas que desde hace semanas dispararon misiles y amenazaban a barcos mercantes en el Mar Rojo, por donde transita el 12 por ciento del comercio internacional, en solidaridad con los palestinos. Según los hutíes, al menos cinco de sus combatientes murieron en los 73 ataques lanzados tanto desde tierra, aviones como desde el submarino USS Florida. Hamas denunció que, con el bombardeo, Washington quiere llevar la guerra de Gaza fuera de las fronteras de la Franja.

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Estelas. Imágenes distribuidas por el Comando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que muestran distintos momentos del ataque lanzado por Estados Unidos y Gran Bretaña ayer a primera hora en varias regiones de Yemen. | afp

Estados Unidos y el Reino Unido bombardearon ayer posiciones de los hutíes en Yemen tras los ataques cometidos en las últimas semanas por estos rebeldes apoyados por Irán contra embarcaciones en el mar Rojo en “solidaridad” con los palestinos de Gaza.

Estados Unidos, Reino Unido y ocho de sus aliados aseguraron en un comunicado que con estos ataques buscan “desescalar tensiones” y “restaurar la estabilidad en el mar Rojo”, por donde transita el 12% del comercio mundial.

Los bombardeos golpearon emplazamientos militares de los hutíes en varias localidades, afirmó un portavoz militar del movimiento rebelde en la red social X, precisando que fueron 73 ataques e incluyeron la capital Saná y la ciudad portuaria de Hodeida.

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“Esta agresión no quedará sin respuesta”, advirtió el vocero, que añadió que al menos cinco rebeldes murieron y seis resultaron heridos. 

“Todos los intereses estadounidenses y británicos se han convertido en blancos legítimos de las fuerzas armadas yemenitas tras la agresión directa y declarada contra la República de Yemen”, afirmó el Consejo Político Supremo de los hutíes, que no controlan todo el territorio yemenita.

Los hutíes forman parte del autodenominado “eje de resistencia”, que incluye a Hamas, al Hezbolá libanés y a otros movimientos armados hostiles a Israel y apoyados por Irán. La Casa Blanca aseguró que Estados Unidos “no busca un conflicto con Irán” ni una “escalada” bélica.

Desde el estallido de la guerra en Gaza, los hutíes lanzaron numerosos ataques en el mar Rojo, forzando a muchos armadores a evitar la zona, encareciendo y retrasando el transporte entre Europa y Asia.

Libertad de navegación. “Las acciones de hoy demuestran un compromiso compartido con la libertad de navegación, el comercio internacional y la defensa de la vida de los marinos frente a ataques ilegales e injustificables”, declararon Australia, Baréin, Canadá, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos en una nota conjunta.

El presidente estadounidense, Joe Biden, alegó que se trata de una “acción defensiva” en respuesta “a los ataques sin precedentes de los hutíes contra buques internacionales en el mar Rojo”.

Según el ejército estadounidense, desde el 19 de noviembre, este grupo rebelde que controla parte de Yemen lanzó 27 ataques cerca del estrecho de Bab al Mandeb, que separa la península arábiga de África. En respuesta, Estados Unidos desplegó buques de guerra y forjó en diciembre una coalición internacional para proteger esta vía esencial para el comercio mundial.

A pesar de las advertencias de Washington y del Consejo de Seguridad de la ONU, los hutíes dispararon el jueves un misil balístico antibuque, lo que intensificó los rumores de una intervención, que se produjo a primera hora del viernes. Biden advirtió que “no dudará” en “ordenar otras medidas” militares para proteger a Estados Unidos y el comercio internacional.

Un portavoz del grupo yemení aseguró sin embargo que seguirán atacando los buques que consideren vinculados a Israel que transiten por esa zona.

China pide “moderación”. China expresó “preocupación” por la escalada en “un importante punto de paso para la logística internacional” y el abastecimiento energético y pidió “moderación” a todas las partes. Irán calificó los bombardeos británico-estadounidenses de “acción arbitraria” y “violación” del derecho internacional, Rusia los tildó de “ilegítimos” y Turquía de “respuesta desproporcionada”.

La OTAN los consideró en cambio como acciones “defensivas”.

“Nuestro país se enfrenta a un ataque masivo de barcos, submarinos y aviones estadounidenses y británicos”, declaró el viceministro de Relaciones Exteriores hutí, Husein Al Ezzi, citado por medios rebeldes.

Medios estadounidenses señalan que los ataques se llevaron a cabo con aviones de combate y misiles Tomahawk. El Reino Unido dijo haber desplegado cuatro cazas Typhoon FGR4 con bombas guiadas por láser.

Tras los bombardeos, el precio del petróleo Brent se disparó, superando los 80 dólares, en alza de casi 3,5%.

El ataque se produjo poco después del fin de una gira regional por Medio Oriente del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, para evitar una propagación del conflicto en Gaza.

“Condenamos enérgicamente la flagrante agresión estadounidense-británica en Yemen. Los hacemos responsables de las repercusiones en la seguridad regional”, afirmó en Telegram el movimiento islamista Hamas, en el poder en Gaza, que Israel bombardea sin cesar desde el 7 de octubre. 

La guerra en Gaza también está alimentando la violencia en la frontera entre Israel y Líbano, en Cisjordania ocupada y en Siria e Irak, donde han aumentado los ataques contra bases estadounidenses.

 

Cuatro claves sobre los rebeldes

AFP

Los hutíes, respaldados por Irán, controlan alrededor de un tercio de Yemen y cuentan con una fuerza aguerrida y bien entrenada. A continuación cuatro aspectos clave sobre estos rebeldes atacados por Estados Unidos y Reino Unido, que los acusan de poner en peligro la navegación en el mar Rojo.

Apoyo iraní.  Los hutíes cuentan con el apoyo de Irán, potencia regional y archirrival de Israel y de Arabia Saudita.

Los rebeldes yemenitas forman parte del llamado “eje de la resistencia”, un concepto que incluye a los movimientos antiisraelíes de la región, como el Hamás palestino y el Hezbolá libanés, pasando por grupos de Irak y Siria.

Poco después del inicio de la guerra entre Hamás e Israel el 7 de octubre, desatada por un ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino en suelo israelí, los hutíes multiplicaron los ataques frente a las costas yemenitas contra buques comerciales que, según decían, estaban vinculados a intereses israelíes. Una forma de solidarizarse con los palestinos de Gaza, constantemente bombardeados por el ejército israelí.

Estados Unidos decidió desplegar buques de guerra en el mar Rojo y poner en marcha una fuerza internacional para garantizar la seguridad en esta zona por donde transita un 12% del comercio mundial. Al mismo tiempo acusa de Irán de jalear estos ataques, cosa que Teherán desmiente.

Aguerridos. Con una fuerza estimada hace unos años en al menos 200.000 hombres, los hutíes están bien entrenados y acostumbrados a combatir en terrenos montañosos y duros de Yemen.

Tras tomar la capital Saná en 2014, se apoderaron de amplias zonas del país, el más pobre de la península arábiga. Sus misiles de largo alcance y sus drones, desarrollados con tecnología iraní, según sus rivales, se consideran una amenaza seria para sus vecinos del Golfo.

En el pasado, los hutíes atacaron a Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos, integrantes de la coalición militar que apoya al gobierno yemenita frente a los rebeldes desde 2015.

Tras combatir a los hutíes durante más de ocho años, Riad emprendió conversaciones con ellos el año pasado, con la esperanza de poner fin a un largo conflicto que devastó el país y causó una grave situación humanitaria.

Popularidad. Pese a la muerte de miles de combatientes, los hutíes siguen atrayendo a jóvenes reclutas en este país de 30 millones de habitantes, hundido en una de las peores crisis humanitarias del planeta.

Al decir que atacaN a Israel y a su aliado norteamericano en solidaridad con los palestinos de Gaza, los hutíes han ganado visibilidad y galvanizado a su base popular en Yemen, además de conectar con el resto de la región, apuntan expertos.

Componente chiita. Procedentes del norte, los hutíes se constituyeron como movimiento en los años 1990, para luchar contra la marginalización que decía padecer su comunidad religiosa, los zaiditas, una rama del islam chiita en este país de mayoría sunita.

Los zaiditas tuvieron su apogeo en el norte de Yemen con la instauración de un imamato (un régimen política dirigido por un imán) en el siglo IX, que se mantuvo hasta el siglo XX.

En los territorios que controlan, los hutíes han impuesto normas sociales y religiosas muy estrictas, que conciernen en particular a las mujeres.