TEGUCIGALPA.- "Patria, restitución o muerte", proclamó el depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya ante miles de manifestantes el lunes en la noche en medio de una fuerte tensión en Tegucigalpa.
El mandatario, que fue sacado del poder y enviado al exilio el 28 de junio, regresó sorpresivamente el lunes a Honduras, burlando los controles del gobierno de facto de Roberto Micheletti, y se refugió en la embajada de Brasil.
"Nadie me volverá a agarrar dormido y mi posición es patria, restitución o muerte", expresó el mandatario frente a sus partidarios congregados frente a la embajada de Brasil, mientras regía un toque de queda impuesto por Micheletti.
"Creyeron que me iban a parar en la frontera, pero aquí estoy vivito y coleando porque venía cubierto con energía a este pueblo", sentenció Zelaya. "Ni se dieron cuenta que tenemos más estrategias, capacidad y organización", agregó con ironía.
"Los que creyeron en este servidor, no se equivocaron, porque tengo el espíritu rebelde de los cinchoneros de Olancho", subrayó en alusión a un campesino revolucionario de su departamento, Serapio Romero, cuyo nombre fue tomado en los 80 para bautizar a un grupo guerrillero de izquierda.
"Yo tengo muchas manzanas de tierra en Olancho, así que los que quieran irse a Olancho conmigo, aceiten su máquina y nos vamos", dijo. "La marcha avanza incontenible y no se detiene hasta alcanzar la victoria", agregó.
Cuando entraba la noche, la energía eléctrica fue cortada por las autoridades en la zona de la embajada de Brasil, en la colonia Palmira, centro-noreste de Tegucigalpa, y merodeaban ambulancias de la Cruz Roja. El gobierno de facto de Honduras no es reconocido por ningún país.
Fuente: AFP