El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió este domingo que la guerra está llegando a Rusia, después de que un ataque con drones dañara a dos edificios de oficinas en un barrio de Moscú.
"La guerra está volviendo gradualmente al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y éste es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo", declaró el dirigente ucraniano, al margen de una visita a Ivano-Frankivsk, en el oeste del país.
"Ucrania se está volviendo más fuerte", subrayó, antes de admitir que el país deberá prepararse para nuevos ataques contra infraestructuras energéticas el próximo invierno, como las que golpearon a Ucrania en el invierno de 2023.
Zelenski, advirtió sin mencionar directamente al ataque que "la guerra" estaba llegando "al territorio de Rusia, sus centros simbólicos y bases militares". "Es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo", añadió, al margen de una visita a Ivano-Frankivsk, en el oeste del país.
Drones que pican cerca: Ucrania volvió a golpear en Moscú y la península de Crimea
Rusia anunció que había frustrado a dos ataques con drones ucranianos
El primero de los ataques apuntó contra la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. El segundo contra un complejo de oficinas en Moscú, donde los cristales de varias ventanas estallaron, en un barrio de negocios de Moscú.
"Las fachadas de dos torres de oficinas de la ciudad fueron levemente dañadas. No hay víctimas ni heridos", escribió en Telegram el alcalde de Moscú, Serguéi Sobyanin
Según el Ministerio ruso de Defensa, tres drones fueron responsables del ataque en Moscú. Uno de ellos fue derribado y los dos otros fueron "neutralizados mediante guerra electrónica".
La "defensa antiaérea destruyó dieciséis drones ucranianos" en Crimea, anexionada por Rusia en 2014, informó el Ministerio en un comunicado. "Otros nueve drones ucranianos fueron neutralizados mediante herramientas de guerra electrónica y se estrellaron en el mar Negro", añadió, precisando que el ataque no había causado víctimas.
Moscú, situada a unos 500 kilómetros de la frontera ucraniana, no solía sufrir ataques al inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, pero varios ataques con drones golpearon la capital este año, al igual que en otras zonas fronterizas.
En mayo, Rusia aseguró haber interceptado dos drones ucranianos dirigidos contra el Kremlin y denunció un intento de asesinar al presidente Vladimir Putin. En julio, Moscú también afirmó que había derribado a cinco drones ucranianos que habían perturbado el funcionamiento del aeropuerto internacional de Vnúkovo.
El viernes, el Kremlin aseguró haber interceptado a dos misiles ucranianos sobre la región de Rostov, con un saldo de al menos 16 personas heridas por los restos que cayeron en la ciudad de Taganrog. Se dijo que el primer misil S-200 iba dirigido contra "infraestructura residencial" de esta ciudad de unos 250.000 habitantes.
Poco después el ministerio de Defensa aseguró haber derribado un segundo misil S-200 cerca de la ciudad de Azov, cuyos restos cayeron en un área no habitada. Del otro lado de la frontera, dos personas murieron y 20 resultaron heridas en un bombardeo contra un establecimiento de educación superior el sábado en Sumy, en el norte del país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso había dicho que estos ataques "no serían posibles sin la ayuda provista al régimen de Kiev por parte de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN". Estos ataques tienen lugar después de que el ejército de Kiev iniciara a principios de junio una contraofensiva para recuperar los territorios controlados por Rusia en el este y el sur del país.
ds