El juez federal Ariel Lijo, uno de los dos candidatos del Gobierno de Javier Milei a la Corte Suprema, participó de la asamblea anual de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) en Mar del Plata, un ámbito como casi en todos los gremios marcadamente crítico con la gestión libertaria. Lijo llegó como invitado especial del titular de la UEJN, Julio Piumato, quien fue uno de los primeros alzar la voz contra el famoso decreto de necesidad y urgencia 70/23.
Durante su discurso, Lijo hizo equilibrio y se presentó como “un empleado más” y dijo que “deben cuidar al sindicato, como una institución que defiende los derechos de los trabajadores”. El evento se desarrolló bajo la consigna “la Patria no se vende”, paradójico si se tiene en cuenta que Lijo es uno de los dos candidatos que impulsa el presidente Javier Milei para un lugar en la Corte Suprema, y en ese sentido el Ejecutivo confía en que el magistrado defienda en el más alto nivel judicial las pautas libertarias.
Un acto de apoyo a Piumato
El juez fue el último orador del acto, donde también estuvieron la fiscal federal de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona, y el fiscal federal de Dolores, Juan Pablo Curí, afiliados al gremio. La presencia de estos fiscales no es casual: el acto se interpreta como un guiño de Lijo hacia Piumato, quien hace días tuvo un altercado con la policía durante una protesta por mejoras salariales y la eliminación del impuesto a las ganancias. En ese contexto, Piumato respalda públicamente la candidatura de Lijo y, según rumores, actúa como el nexo de un encuentro secreto entre el juez y otros sindicalistas influyentes de la CGT.
Con más de 600 participantes, la asamblea tuvo una atmósfera festiva. Una ruidosa marcha culminó con fuegos artificiales sobre la rambla de Mar del Plata, un espectáculo que contrasta con el trasfondo de tensiones en el ámbito judicial y sindical. En medio de esta celebración, Lijo aseguró que siempre estuvo “cerca del gremio” y enfatizó la necesidad de “valorar y cuidar” al sindicato como un bastión de los derechos de los trabajadores.
"Un empleado más"
A la hora de los discursos, Lijo no escatimó en palabras de aliento. Relató que él se autopercibe como “un empleado judicial más”, y buscó establecer una conexión genuina con la audiencia juducial. Además, defendió la unidad de los empleados del Poder Judicial, y subrayó su papel fundamental en el funcionamiento de la Justicia. Fue un discurso que buscó resonar en el centro de la audiencia gremial y un intento por acercarse a quienes lo ven como un posible aliado.
La fiscal Incardona, por su parte, contó la historia de una joven que ingresó a la justicia como meritoria, sin sueldo, y mencionó que el gremio de los judiciales le pagó la guardería para que su hijo estuviera cuidado mientras terminaba sus estudios de derecho. Un relato que buscó provocar empatía entre los asistentes y reiteró el compromiso del gremio con el bienestar de sus miembros, al menos, los aliados.
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Aliado de Lorenzetti
En la misma sintonía, el fiscal Curí dijo que se siente un trabajador judicial y que tiene presente todo el tiempo esa condición en la relación con sus empleados y en el ejercicio de la magistratura. Su intervención se sumó al coro de voces que exaltaron el valor del sindicato y la unión entre los trabajadores del Poder Judicial.
Como prueba de que todo se une en algún punto, Piumato, que además es cercano al juez de la Corte, Ricardo Lorenzetti, promovió la candidatura de Lijo al máximo tribunal y expresó su apoyo al juez federal, tal como lo viene haciendo desde hace tiempo. De hecho, en una entrevista que el sindicalista dio en RADIO PERFIL, dijo que Lijo “conoce largamente las necesidades de la Justicia”. Su apoyo se siente como una estrategia bien calculada en el complejo entramado político.
El sindicalista sostuvo que “la Corte necesita tener alguien de adentro que conozca las necesidades, porque es la cabeza del Poder Judicial y tiene dos roles. Primero, es el último tribunal que toma las últimas decisiones en materia de derecho, interpretación de la Constitución, y en las causas más importantes que llegan a la Justicia”. En este sentido, su visión de Lijo como el candidato ideal sorprende a gran parte del entorno judicial.
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“Necesitamos alguien que interprete, que tenga el apoyo de todos los estamentos del Poder Judicial, de magistrados, fiscales, de todos, porque es un hombre que conoce esto”, dice Piumato. Rechaza, además, las críticas que recibe el magistrado. “Yo veo que quienes lo critican son los poderosos de la Argentina, La Nación, Clarín y el Colegio Montevideo (por el Colegio de Abogados), que quieren candidatos de ellos con el poder concentrado. Con eso, a los trabajadores y al pueblo argentino, muy bien no nos va a ir”, mencionó.
El pliego de Ariel Lijo para la Corte fue enviado al Senado, pero el oficialismo aún no consiguió los votos para que sea aprobado en la comisión de acuerdos. Mientras tanto, la figura de Lijo busca consolidarse como alguien cercano a la lucha por los derechos de los trabajadores judiciales.
NG/HB