El próximo 26 de junio a las 10 comienza el juicio oral por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Serán juzgados por la causa caratulada como “tentativa de homicidio agravado” Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo quienes llegan detenidos al juicio.
La fecha para el comienzo de las audiencias la dispuso el Tribunal Oral Federal 6 de Comodoro Py y la acusación estará a cargo de la fiscal Gabriela Baigún. El tribunal que llevará adelante el proceso judicial está integrado por los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Furnari.
En el juicio se tendrán en cuenta los testimonios de 277 testigos y entre quienes prestarán declaración ante el tribunal se encuentra la propia Cristina Kirchner, los dos policías que integraban la custodia de la expresidenta y que estaban a cargo de su cuidado la noche en que intentaron asesinarla.
José Manuel Ubeira, abogado de la expresidenta, avaló la convocatoria al juicio oral, pero advirtió que falta avanzar en la investigación de quiénes financiaron el atentado. “Hubo un financiamiento por parte de Revolución Federal”, manifestó Ubeira y les apuntó a los hermanos Caputo, como así también a Patricia Bullrich y Gerardo Milman.
La situación de los tres integrantes de “la banda de los copitos”
De acuerdo al expediente, el autor material del intento de magnicidio fue Fernando Sabag Montiel, un ciudadano brasileño de 36 años que vivía en el barrio porteño de Villa del Parque. El acusado a las 20.52 del 1 de septiembre de 2022 aprovechó la oportunidad de meterse entre la multitud que se encontraba en la calle Juncal y Uruguay para recibir a la entonces vicepresidenta y cuando se acercó a ella le apuntó hacia la cara y apretó el gatillo a corta distancia con una pistola semiautomática calibre.32.
Tras el ataque, un grupo de militantes de La Cámpora logró retenerlo antes de que huyera, cerca de la escena estaba la pareja de Montiel, Brenda Elizabeth Uliarte.
La fiscalía sostiene que la imputada fue la autora intelectual, acompañando en el hecho y “prestando su apoyo logístico y moral”. Mientras que Nicolás Gabriel Carrizo, empleador de Montiel y Uriarte en la venta de copos de azúcar, es sospechoso de participar en el plan de ataque.
Carrizo le habría dado al atacante un arma para que matara a la vicepresidenta, aunque esa pistola no fue la usada el día del atentado. Según las pericias, los acusados tenían planificado el atentado meses antes de concretarlo, esto fue corroborado por las conversaciones que se encontraron en sus celulares.
RB CP
