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MODO FONTEVECCHIA
Proyecciones económicas

Antonio Aracre: "Hay economistas que vaticinaban el peor escenario de manera no ingenua"

El economista apuntó contras los analistas "apoyados y fogoneados por un ecosistema mediático funcional" que generan una expectativas negativas sobre el escenario económico.

Antonio Aracre, ex CEO de Syngenta
Antonio Aracre, ex CEO de Syngenta | Gentileza

Tras los ataques del presidente Javier Milei a analistas económicos y periodistas, el economista Antonio Aracre criticó a quienes proyectaron “de manera no ingenua” que la salida del cepo iba a aumentar el precio del dólar, provocar un “pass through” a precios y elevar el índice de inflación. “Estos economistas tradicionales tienen en claro que hay otro escenario del que nunca hablan”, aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Antonio Aracre es economista. Entre diciembre de 2022 y abril de 2023 fue jefe de asesores del presidente Alberto Fernández. Antes se había desempeñado como CEO para América Latina de la empresa suiza comprada por China, Syngenta, durante 12 años. Es profesor adjunto de la carrera de Administración de la Universidad de Buenos Aires. Hasta el jueves pasado, 1° de mayo, participaba como panelista de Duro de Domar, pero protagonizó un duro altercado con su conductor, Pablo Duggan, mientras discutían la relación del presidente Milei con la prensa.

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¿No merecías lo que pasó en Duro de Domar?

Eso no sé, eso lo decide la gente. En realidad, no estábamos discutiendo el tema de la relación con los periodistas ahí, sino que Marcela Feudale, muy apoyada por Duggan, eran muy críticos de que yo no cobraba en esa columna semanal que tengo en la TV Pública. Recibí muchas críticas por haber explicado en qué consistía el carry trade en clases de educación financiera que doy porque, al no cobrar, le quito el sueldo a una persona que sí lo necesita. Entonces, yo dije que prefería no hablar de ese tema, porque debería incursionar en cosas que nos involucran a todos. No quise decir más nada, porque no quería hablar en contra del canal en el que estaba, pero la verdad es que tampoco cobro nada en C5N, a pesar de que yo quería que las cosas fueran distintas. Pero no quería hablar de ese tema en cámara. Ahí se levantó bastante el tono de voz y fuimos a un corte, donde pasó lo peor.

En el corte, Duggan asumió una conducta que nunca vi en mi vida, con un nivel de agresión, violencia, humillación e insulto hacia mí, delante de todo el piso. Lo que más me sorprendió todavía es que todos aquellos panelistas que siempre se precian de la solidaridad, del respeto, y de que hay que tener en cuenta las asimetrías y demás, en ese momento, donde el conductor tiene una asimetría importante respecto del panelista, volvimos al aire y no dijeron absolutamente nada. No condenaron a nadie ni se solidarizaron con nadie. Eso me molestó bastante. En realidad, no me fui por la falta de solidaridad, sino que me fui porque no estoy dispuesto a tolerar ese nivel de falta de respeto.

¿Creés que hay doble vara, para ponerlo en términos concretos? Que en cada uno de los medios, si por ejemplo hay una simpatía o una antipatía hacia el Presidente, se juzga de manera distinta a un columnista, en función de si responde a la línea editorial del programa o no.

Exactamente. Es un poco así.

¿Defendés el carry trade? ¿Creés que es algo positivo, más allá de la explicación objetiva que vos planteás? “Las bicicletas son subsidios con fondos públicos al tipo de cambio a la baja y a la tasa de interés a la alza, con una monumental transferencia de recursos de los pobres a los ricos, todo garantizado por el Estado. Es un efecto corrupto como ningún otro y fue anteriormente un hecho no publicitado, ejecutado en silencio, de forma avergonzante, por cuanto consiste sencillamente en robar”, posteó Carlos Maslatón en la red social X. Más allá de describirlo, ¿cuál es tu propia opinión sobre eso?

Lo de Carlos es el paradigma viejo del gobierno anterior, donde todos los depósitos en pesos los absorbía el Estado para poder financiar el déficit. Entonces, esas tasas hipermillonarias que pagábamos, que formaban parte del déficit cuasi fiscal, las terminaba pagando la gente. Esa sí era la verdadera estafa. Ahora, cuando vos no tenés ni déficit fiscal ni cuasi fiscal, el que deposita pesos porque piensa que va a ganar en dólares si el dólar no se mueve más allá de la tasa de interés —que es un riesgo que toma cada particular— , del otro lado, hay alguien que lo toma porque le resulta útil financiar su capital de trabajo o un proyecto, y cree que esa tasa es más baja que la que su proyecto le va a generar en términos de ganancias. Es decir, es un acuerdo entre particulares, donde el Estado no tiene nada que ver. Entonces, me parece que ahí está el error de Maslatón: en haberse quedado con el chip viejo, del que paga la tasa es el Estado y, por lo tanto, la gente.

¿No sentís que, independientemente de quién sea el beneficiario y quién el perjudicado, algo no cierra si algo te da 10% de tasa de interés en dólares en un mes? ¿O es síntoma de algo?

Lo que pasó en abril tuvo que ver con la salida del cepo. Igualmente, no creo que en abril la cuenta sea así, porque hubo una pequeña devaluación, por ejemplo. El dólar pasó de 1.070 a 1.170. Con lo cual, si fue 5, 6, 7%, aquel que tenía pesos y se quiso volver al dólar, perdió. En abril, claramente el carry trade no fue negocio. Pero más allá de eso, a mí me parece rara esta discusión porque el crédito, el ahorro, que después se traduce en gente que deposita esos ahorros en un banco, y hay alguien del otro lado que utiliza eso como crédito para comprarse un departamento o para financiar un proyecto de inversión, es lo que motoriza la economía en todas partes del mundo. Acá tenemos como un prejuicio raro en relación a estas cosas. Demonizamos el carry trade, pero eso no es ni más ni menos que gente que ahorra en una moneda y gente que toma un préstamo en otra moneda, arbitra, y en base a eso se financia. Eso pasa en todas las economías del mundo. El crédito es la base y el núcleo del crecimiento económico.

Inflación
“Estamos caminando hacia una cierta normalidad en materia de inflación”, declaró Aracre.

Tenés toda la razón. Al haber habido una devaluación de 5 o 7%, el carry no pudo haber dado esa tasa de retorno.

Elizabeth Peger: Pero también es verdad que no existen tasas de carry trade como en la Argentina en ningún lugar del mundo.

Argentina es un país raro en todos los aspectos. Sí te diría que estamos caminando hacia una cierta normalidad en materia de inflación, en materia de tasas de interés, en materia de equilibrio fiscal y en una serie de indicadores. En ese acomodamiento de precios relativos, hay momentos en que vos ves algunas situaciones que parecen distorsivas.

EP: El 2024 fue realmente distorsivo, ¿no?

Claro, exactamente, como también fue distorsivo el aumento de tarifas. O, si querés, desproporcionado en relación a lo que aumentaron los salarios. Y eso, ¿está mal? No, no está mal, porque en realidad veníamos con niveles de subsidios completamente insostenibles. Entonces, en algún momento, eso hay que corregirlo. ¿Genera problemas? Por supuesto que genera problemas, y hay que afrontarlos, pero me parece que nos encaminamos hacia una economía más sana, donde hay que seguir corrigiendo cosas. Por ejemplo, los jubilados ganan poco. Ahora, no lo podés corregir emitiendo más y generando más inflación, porque no es una solución, pero sí lo podés corregir haciendo que los 10 millones de personas que son informales hoy los puedas meter dentro del sistema, y con esos aportes podamos financiar mejores jubilaciones. Para eso necesitás reformas estructurales, y necesitás apoyo en el Congreso, que en general la oposición lo retacea bastante. Entonces todo es complejo. Nada es tan sencillo de solucionar en un esquema democrático que exige consensos para avanzar en grandes cosas nuevas.

Luis Caputo: "Vamos a hacer va que la gente esté más proclive a sacar sus dólares del colchón y gastarlos"

Alejandro Gomel: ¿Cómo estás viviendo este momento de ataques tan duros a ciertos periodistas y a la prensa en general? ¿Lo económico tapa todo el resto? ¿Pasa a ser secundario todo lo demás si le va bien desde lo económico?

No, no creo que tape, pero en una elección, sí es verdad que lo económico tiene un peso específico bastante alto. Yo, en lo personal, trato de separar las cosas.

AG: ¿Se puede?

Te doy un ejemplo. Nacho Girón es muy amigo mío desde hace muchos años y sufrió un ataque la semana pasada. Yo publiqué un tuit donde dije que se peleen pero que se respeten. Yo lo conozco a Nacho, es mi amigo, pongo las manos en el fuego por él en el sentido de su profesionalismo y su objetividad y no por eso nadie me salió a comer ni a criticar. Seguramente no le debe haber gustado al Presidente que haya dicho eso, pero es lo que sentí que tenía que hacer.

Ahora, sí me parece también que hay muchos analistas económicos apoyados y fogoneados por un ecosistema mediático funcional que, en ciertas circunstancias, generan una opinión negativa sobre la economía que setea expectativas. Cuando vos estás haciendo todo lo posible para que la economía salga adelante, un “seteo” negativo —como lo que pasó antes de la salida del cepo, cuando decían que el dólar se iba a 1.400 y la inflación al 5% en abril— no es bueno para el país. Ahí tenés que dilucidar si no hay algo más atrás de eso que simplemente dar tu opinión, en momentos tan críticos.

AG: ¿Pero con esto último no estás, de alguna manera, justificando el “mandriles”, “imbéciles”, “están sobrados”, el “no odiamos lo suficiente”? Al decir que hay algunos que están, si se quiere, operando en contra del Gobierno, justifica la respuesta que viene del Gobierno.

No, no. Yo no justifico ese lenguaje. A mí no me gusta porque soy diferente. También soy visceral y me gusta el debate, por eso estaba en Duro de Domar. Pero cuando el debate se transforma en una cosa agresiva, en una falta de respeto sistemática, no juego ahí. No lo sé hacer y no lo disfruto tampoco. Así que no, no lo justifico. Pero quiero decir que hay actitudes reprochables de los dos lados. Y a veces vos te encontrás con algunos analistas en medios que parece que ven lo malo de un lado solo. Eso es lo que a mí me parece un poco subjetivo.

EP: El ministro Luis Caputo anticipó la semana pasada que el Gobierno apuesta a lanzar un plan para remonetizar la economía y habló de la necesidad de que los argentinos saquen los dólares del colchón. ¿Qué imaginás? ¿De qué se puede tratar esto?

Recién escuchaba justamente al ministro hablando de esto y, sinceramente, no me queda nada claro. Creo que hay una intención de permitir que la gente que tenga dólares bajo el colchón vaya y se compre un televisor, un auto, un terrenito o algo por el estilo, y que nadie le pregunte de dónde vino ese dinero. A mí me resulta un poco raro de entender, porque el blanqueo ya terminó. Entonces tendría que haber, por lo menos, una intención de extender ese blanqueo, y habría que ver en qué condiciones. Porque, si tiene un costo, probablemente la gente no lo haga. Y si no tiene costo, la otra pregunta que te podrías hacer es: “Si ya no lo hicieron antes, y duró hasta hace poquito, ¿por qué lo harían ahora?” Entonces, para mí tiene que haber algo más si realmente va a ser algo revolucionario. Tiene que contener algún incentivo mayor como, por ejemplo, que te eximan de algún impuesto.

EP: Se mencionaba el impuesto al cheque, por ejemplo.

Sí, pero para los particulares eso no me parece tampoco tan relevante. Por ahí para las empresas, pero esto parece estar más orientado a los particulares. Lo que me parecería revolucionario sería que los 200.000 millones de dólares declarados de argentinos en el exterior, vengan a la Argentina, incentivados por una tasa mayor de la que te pagan en Estados Unidos, que es del 4% anual, para que eso se transforme en créditos. Y, por supuesto, darles alguna garantía de que no les va a pasar lo mismo que pasó en el 2001, donde sus dólares desaparecieron. ¿Cómo? Habría que estudiarlo. Tal vez con una “offshorización” parcial de la banca, para esa parte de los depósitos. Ahí hay una clave para que el Gobierno logre atraer aunque sea un 10% de esos 200.000 millones de dólares de argentinos en el exterior. Esa remonetización sería una revolución económica importante, sobre todo en el mercado inmobiliario. En los noventa, el boom hipotecario tuvo que ver mucho con eso.

Antonio Aracre
El economista remarcó que el Gobierno debe generar los incentivos adecuados para "remonetizar" los 200.000 millones de dólares declarados de argentinos en el exterior.

EP: ¿Eso requeriría de algún apoyo o sanción legislativa?

No creo, porque no estoy hablando de un blanqueo, porque esos dólares ya están declarados, simplemente que están fuera del sistema bancario argentino. Si vos tenés 100.000 dólares en el exterior y los invertís en bonos del Tesoro americano, te dan el 4 o el 5% anual. Si vos traés esos dólares a la Argentina y los ponés en un plazo fijo, te pagan el 0,5% anual. ¿Qué interés podés tener en traer los dólares acá para que te paguen el 0,5% en un país que tiene 700 puntos de riesgo país? Entonces es ridículo. Si ahí no se soluciona y no se generan los incentivos adecuados, nunca vamos a poder remonetizar esos 200.000 millones de dólares que ya están en blanco, pero que no vienen a la Argentina. Esto tiene mucho que ver con eso que te dije hace un año, Jorge. ¿Te acordás de la neoconvertibilidad que te dije allá por febrero o marzo de 2024? Por ahí ya te olvidaste, pero fue una primicia.

Me acuerdo. Habrá que ver si la neoconvertibilidad es el 1 a 1.000, y si finalmente eso se termina produciendo…

Ya estamos cerquita.

Aquí defendemos el periodismo con mucha pasión, y le pedí a Alejandro Gomel que no te interrumpiera, algo que no hago habitualmente. Pero vos decías que aquellos que habían dicho que la inflación iba a ser 5% en abril, por la devaluación que se iba a producir porque el dólar se iba a ir a 1.400, de alguna manera estaban contribuyendo negativamente a que la economía se equilibrase. Escribí una columna en la que planteé que si era 3,7% la inflación del mes previo a la salida del cepo, era plausible absolutamente esperar que hubiera algún pass through. Desde el punto de vista epistémico, es absolutamente esperable una devaluación del 5 al 7%. Inclusive, uno podría decir que parte del pass through se dio antes porque muchos precios aumentaron pensando que iba a haber un aumento del dólar. Que la inflación termine siendo más baja que el mes previo no era lo esperable por nadie. Hasta Orlando Ferreres dijo que se iba a salir del cepo después de las elecciones, y él decía que la inflación iba a tender a menos del 2% mensual hasta octubre, y que en el último trimestre iba a haber un salto como costo de la salida del cepo. Probablemente se anticipó una parte de ese pass through. Pensarlo no implica ser un agente en contra de la Argentina.

Coincido 100% con vos, y jamás sospecharía de vos, porque te conozco hace mucho tiempo. Pero convengamos que vos sos una especie de sabio que sabés de todo y escribís unas columnas fabulosas, pero no sos un economista especializado en estos temas. Cuando hablo de esto, lo hago más pensando en economistas que vaticinaban el peor escenario de manera no ingenua. Dijiste que era impensable que no iba a haber un pass through tan bajo, o que era impensable que el dólar no se iba a ir al techo, pero hace como un año y pico que vienen ocurriendo un montón de cosas que son impensables y que, sin embargo, ocurren en un nuevo paradigma económico. Estos economistas tradicionales —que yo creo que no son tan ingenuos cuando “setean” ciertas expectativas negativas— tienen en claro que hay otro escenario del que nunca hablan.

Lo que dije que era impensable es que la inflación bajase con un dólar con 7% de devaluación. Es más, nosotros pusimos en tapa que creíamos que el promedio iba a estar en la mitad de la banda, a 1250.

Pero yo te puedo buscar 10 economistas que decían que iba a estar a 1.400 el lunes.

Yo me estaba refiriendo al pass through, a la inflación. Vos mencionaste que la inflación iba a ser 5%. En ese caso, el análisis que nuestros economistas hacían es que era lógico que fuera a mitad de la banda, y que fuera a 1.250. Si iba a la mitad de la banda, implicaba una devaluación de 6, 7, 8%, que le iba a agregar a la inflación del mes siguiente, que podía ser 5%. Entonces, si era 5%, después sería 4%, después 3%, y después 2%. Lo primero que uno puede decir es que hubo un anticipo de pass through. De cualquier forma, me parece que algo de pass through todavía queda en algún sentido. Vos me decís que a lo mejor había deseos de esos economistas de que se vaya a 1.400. Eso es otra cosa. Yo me refiero a todos los periodistas que suponíamos que la inflación iba a aumentar con la salida del cepo. Hasta ahí, está dentro del terreno de los escenarios razonables.

Pero había poco planteo de los escenarios alternativos. Por lo menos, quienes pensábamos en escenarios alternativos teníamos muy poquito espacio. Salvo vos, hay muchas radios de centro que siempre entrevistan a las mismas personas. Entonces, personas que pensamos un poco distinto nunca aparecemos.

Al mismo tiempo, puede que las fuentes no deseen aparecer en aquellos medios que no son favorables, y se genera una especie de interacción, de cámara de eco donde todo el mundo habla de lo que quiere escuchar. Nosotros tratamos de salir de eso. Seguramente no lo logramos del todo, porque todo el mundo tiene algún sesgo. Simplemente quería defender el tema del pass through y de un dólar en el medio de la banda, independientemente de que, por más economistas que sean, el futuro es impredecible. Porque si los economistas, estudiando economía, pudieran saber cómo es el futuro, serían todos millonarios, y sabemos que solamente un puñado de ellos lo son.

Es verdad, y probablemente el puñado que lo sea no tenga que ver con su asertividad en predecir el futuro, sino en otras cuestiones.

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