El hambre mundial aumentó en 2021, con alrededor de 2.300 millones de personas que enfrentan dificultades moderadas o severas para obtener la comida suficiente. Eso ocurrió antes de la guerra en Ucrania, causante de aumentos en el costo de las materias primas y de la energía.
Lo detalla un informe de la ONU titulado El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022. Del total de personas que comen mal y salteado, un 12%, 268 millones, reside en América Latina y el Caribe. En la región, un 40,6% de la población enfrentó inseguridad alimentaria moderada o severa.
En 2021, el hambre, categoría más grave que la inseguridad alimentaria moderada o severa, afectó a 278 millones de personas en África, a 425 millones en Asia y a 56,5 millones en América Latina y el Caribe.
Una décima parte del mundo sufre hambre y la crisis podría empeorar la situación
El informe, que analiza además problemas de obesidad y sobrepeso, menciona como ejemplo el aumento del sobrepeso de niños menores de cinco años en el Perú.
¿Las causas? El aislamiento provocado por la pandemia, el menor ejercicio físico y la mayor compra de alimentos procesados. La tasa de menores con sobrepeso pasó en ese país del 8% en 2019 al 10,6% en 2020 en ese país.
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Uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en 2015 por la ONU es terminar con la inseguridad alimentaria en 2030. El informe proyecta que para este año unos 670 millones la cifra de personas sin alimentación suficiente. Esa cifra supone alrededor del 8% de la población mundial, prácticamente el mismo porcentaje registrado cuando la ONU se propuso erradicarla.
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