El aumento sostenido de casos de dengue vuelve necesario recordar los detalles de una enfermedad cuya prevalencia aumenta con las temperaturas de estos días. El último jueves, el boletín semanal del Ministerio de Salud reportó 9.388 contagios, 8.000 de ellos en apenas un mes. Las cifras duplican a las del año pasado y hay circulación viral en 13 jurisdicciones, con una fuerte concentración en el sudoeste porteño: Mataderos, Liniers, Parque Avellaneda, Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita.
Aunque la gran mayoría de los casos son autóctonos, el aumento registrado las últimas semanas en los países limítrofes impactó en Argentina, dado el movimiento turístico de la temporada de verano. Por otra parte, las temperaturas de entre 25 y 28°C, combinadas con lluvias y humedad, resultan óptimas para la supervivencia del mosquito Aedes aegypti, que suele depositar sus huevos en los recipientes con agua de los hogares.
Contagio del dengue
El dengue se transmite cuando un mosquito Aedes aegypti, que es oscuro y con manchas blancas, con sangre de una persona enferma pica a otra. No hay contagio interpersonal ni a través de objetos.
Síntomas
Los síntomas son:
- fiebre;
- dolores de cabeza y detrás de los ojos, en los músculos y las articulaciones;
- náuseas o vómitos;
- cansancio intenso;
- manchas en la piel,
- picazón o sangrado de nariz y encías.
La etapa febril puede sostenerse entre tres y siete días. Después se pasa a la de recuperación o, con menor frecuencia, a un período más grave, caracterizado por la piel fría, el pulso débil, la taquicardia, la baja presión arterial y un bajo nivel de plaquetas. Quienes ya tuvieron la enfermedad están más expuestos a padecer un cuadro grave, ya que el sistema inmunológico puede generar una respuesta exagerada que perjudica al organismo.
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Tratamiento y prevención
Ante la sospecha de contagio, se recomienda ir a una guardia para un examen clínico y un hemograma, que debería repetirse a las 48 o 72 horas. Mientras tanto, los médicos suelen ordenar reposo, la ingesta de mucho líquido y la toma de paracetamol, no ibuprofeno, que puede aumentar el riesgo de sangrado.
La vacuna que el laboratorio japonés Takeda desarrolló para los serotipos de mayor circulación en Latinoamérica recién podría empezar a comercializarse en el país a partir del próximo verano. Por eso, la prevención sigue siendo crucial: hay que eliminar los recipientes con agua o cambiarla cada tres días, usar mosquiteros y repelente para evitar la picadura, desmalezar patios y jardines, y mantener limpias, cloradas o vacías las piletas de natación fuera de temporada.
MVB JL
