Carlos Burgueño evaluó las medidas cambiarias anunciadas por el Gobierno, que, según indicó, reconocen el atraso del tipo de cambio y la falta de acumulación de reservas. Además, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190) afirmó que los rescates del Fondo Monetario Internacional y de Estados Unidos aportaron los dólares necesarios para frenar las corridas, pero el desafío central sigue siendo la economía real, y agregó: "La devaluación va a ser del 10% y faltan otros 10 puntos porcentuales".
Carlos Burgueño es un destacado periodista y analista económico. Es licenciado en Ciencias Políticas, con un máster en Economía y Biología. Es autor de varios libros especializados en la historia económica reciente de la Argentina, con participación en medios de prensa escrita y radiales.
Venías anunciando que esto no se sostenía más, para decirlo de alguna manera, y que había dificultades tanto para conseguir los dólares, que hay que pagar en los próximos dos años 57.000 millones de dólares de acá hasta diciembre de 2027, y que este sistema cambiario no permitía ni acumular reservas ni bajar el riesgo país. ¿Cuál es tu valoración de las medidas tomadas ayer?
"Victoria mandril" es una primera conclusión. Los mandriles tenían razón al final. ¿Te acordás de Les Luthiers y Rodrigo en Díaz de carreras, que decía: “Mi honra está en juego y de aquí no me muevo”, y Marcos Mundstock decía: “500 millas al norte”. O sea, si nos paramos en junio, sería: "Esta es mi política cambiaria y de aquí no me muevo". Dos rescates, uno del Fondo y uno de Estados Unidos, y unas elecciones más adelante, llegamos al comienzo del fin del año, y se reconoce que había dos problemas. Había un atraso cambiario, un esquema que no te daba flexibilidad ante ese atraso, y el problema fundamental, que era la falta de acumulación de reservas. Sin armas no se puede pelear. Y en la Argentina, en la política cambiaria, que es parte de la política económica en este país más que en ningún otro, necesitás herramientas, que son dólares.
En los dos rescates, el del Fondo primero y el de Estados Unidos después, ¿por qué se tranquiliza la situación? No por declaraciones, no por medidas, sino porque se garantizan dólares ante corridas. Y ese es el factor que creo que el Gobierno nunca vio: las corridas, el mercado contra la política cambiaria oficial, algo que vos y yo venimos comentando desde la dictadura para acá. Es periódico, es crónico, y lo notable de esto es ver a un ministro atrás de otro creer que puede vencer y, al final, nunca puede vencer y siempre tiene que corregir. Lo bueno es que se corrigió.
Tenemos que decir algo de Perfil. Siempre dijimos que acá había alguien a quien esta política económica no le gustaba y que iba a llegar el momento en que le iba a exigir al Gobierno un cambio. Y nosotros lo personificamos en Perfil como el Gran Hermano: el Fondo Monetario. Esta historia de 2025 se cuenta con el Fondo Monetario. Fijate quiénes son los primeros que salen a felicitar vía redes la decisión del Gobierno: el Fondo. Ahí tenés dando vueltas por ahí mensajes del Fondo, de Julie Kozack, que es la vocera del Fondo, diciendo: "Felicitaciones, es por acá, todo muy bien".
¿Vos te acordás del viaje de Milei a Estados Unidos para cerrar el swap con Estados Unidos, la reunión con Trump, que iba a ser un lunes? Y se postergó a un martes. ¿Por qué? Porque Kristalina Georgieva le pide a Scott Bessent una reunión antes de que se encuentren con los funcionarios argentinos. Y en esa reunión Kristalina Georgieva le dice: “Este país tiene un problema de reservas y este gobierno tiene un problema ideológico con eso. Así que le pido, por favor, que en este acuerdo este capítulo esté presente. Si va a haber una ayuda, y está muy bien, hay que ayudar, perfecto, cero cuestionamientos, pero miren que acá hay un problema serio con la acumulación de reservas”.
Volvemos para acá, se está terminando el año. Se sabe que entre la segunda quincena de enero va a venir a Buenos Aires una misión del Fondo que ahora sí le va a dar el waiver al Gobierno por no haber acumulado reservas en 2025. Va a aprobar todo este año, no es poco, pero con la condición del cuarto párrafo del comunicado del Banco Central, que es que el año que viene hay que acumular 17.000 millones de dólares. Fijate que este año eran 8.000 y ahora se dan 17.000. ¿Y ahora eso qué implica? Si vos tenés que comprar dólares, inevitablemente esto va a tener una presión sobre el tipo de cambio y, en consecuencia, sobre la inflación. Nada trágico. Esto era lo que le cuestionaba: ojo que no va a haber un shock enorme, tranquilos. Obviamente la inflación va a estar por arriba del 2 y seguramente por arriba del 20, pero peor es la consecuencia del atraso cambiario y no acumular reservas. Eso era lo que no aceptaba el Gobierno y que ahora, a partir de ayer, acepta, asume y enfrenta, y está bien.
Entonces, como va a haber una mayor compra de dólares de 17.000 millones el año que viene, como va a haber una mayor presión sobre el tipo de cambio, quedaba la segunda medida, que es flexibilizar el techo de la banda a partir de la inflación. Acá te doy un anticipo de esta mañana. En enero el precio del dólar de la banda máxima será de 1.556 en lugar de 1.530. Era la indexación con 1%. Y en febrero, con una inflación del 2, va a ser 1.587. Vas a tener un primer trimestre del año que viene por arriba de 1.600. Y esto es importante porque ahí arranca la temporada de compra de dólares, fines de febrero, marzo, a estos valores. Este es un factor fundamental en estos anuncios porque ahora no sé si el tipo de cambio va a estar en el techo de banda, no, supongo que no, pero vos fijate la flexibilidad que tenés. De repente vos estás en diciembre y ya el Gobierno se compró flexibilidad cambiaria hasta casi 1.600 pesos. Fijate que el esquema cambió totalmente. Ya es otro esquema cambiario, otra política cambiaria absolutamente más realista y, como es más realista, más positiva.
Expectativas del mercado tras los cambios en la política económica: ¿Qué pasa con el riesgo país?
Si lo podemos traducir así: dado que el INDEC era 1% y la inflación se resistía a bajar de 2 y que a lo mejor tarda seis meses en bajar de 2 a 1, y todo el primer semestre del año próximo está alrededor de 2,2, 1,8, pero alrededor de 2, hay un 1% más de devaluación durante un semestre, o sea, se agrega 6% de devaluación a lo que estaba previsto hacer a lo largo de 2026. Y esto agrega, a lo mejor, la mitad de ese 6% más, un 3% más de inflación en el pass-through, y que en lugar de 20, como estaba previsto en el REM para 2026, sea 23 o 24. Ese sería el escenario positivo.
Sí. Igual, el Fondo quiere 10% más de cierre de devaluación en el año. Esto lo descubrió Alfonso Prat-Gay, le doy el crédito. En el Facilidades Extendidas que se firmó en abril, el Fondo Monetario le marca al Gobierno una devaluación del 20 hasta diciembre. En 2025 hubo un 10% del 20% de devaluación real que pidió el FMI, y el resto viene en 2026. La devaluación va a ser del 10% y faltan otros 10 puntos porcentuales, y yo creo que esto es lo que tiene que recuperar en esta etapa que viene, lo más rápido que se pueda el tipo de cambio un 20%. O sea que estamos hablando de 1.560 o 1.600 pesos, no más que eso.
¿Sos optimista respecto de si con esto alcanza para que el riesgo país baje?
Esto alcanza si se maneja bien para que no haya más rescates, para que el Gobierno tenga herramientas ante presiones del mercado cambiario. Y creo que si se hacen las cosas bien, el pass-through inflacionario estará controlado. Ahora, acá falta el 50% de la historia, que es la economía real. Y si vos no tenés industria, comercio y construcción, no hay plan económico que funcione. Acá te salvaste del peligro del rescate y probablemente puedas volver a los mercados financieros internacionales para conseguir el dinero de la deuda que hay que pagar el año que viene.
Viste que lo que escribíamos el sábado en Perfil, hay una curiosidad: Caputo tiene más garantizado el dinero de julio que el de enero. Es raro, pero es así. Porque tiene seis meses para preparar una ingeniería financiera y tres semanas para preparar otra para enero, y no le da el tiempo. Con lo cual, bueno, habrá que pensar en un repo, activar el swap con Estados Unidos, etcétera, para pagar en enero. Ahora, eso es lo que se soluciona con esto. Te queda la economía real.
Y bueno, ¿y ahora qué hacemos con la economía real? ¿Y ahora qué pensamos para la economía real? Incluso en términos libertarios: la construcción, el comercio, la industria. Suponete que te tomo que va a haber sectores de muy difícil reactivación, como los textiles. ¿Pero qué pasa con la industria de alimentos, que ahí tampoco somos competitivos. El turismo, ¿qué pasa con el turismo? ¿Qué pasa con los agroquímicos? Con toda una industria, con la metalúrgica, la siderúrgica, la industria automotriz, la metalmecánica, todas industrias donde la Argentina puede ser competitiva. De eso no estamos hablando todavía. Ese capítulo todavía no está en debate.
¿Por qué no hay construcción privada? ¿Por qué sale 1200 dólares construir en el conurbano, lo cual aleja totalmente a la clase media de la construcción? Y si vos querés empleo en el conurbano, sobre todo en los lugares bravos del conurbano, necesitás construcción, sí o sí. La construcción es el arquitecto que diseña una casa y todos los obreros que trabajan en ese proyecto, y también es la pequeña construcción en un barrio humilde de una persona, de una familia que puede levantar un ambiente. Eso hoy no está, no existe. Todos los proyectos de construcción que hay hoy en la Argentina son megatorres de grandes emprendedores. No hay construcción para la clase media y, obviamente, para abajo tampoco. Y sin construcción no hay plan económico que pueda funcionar. El precio en el 98, ya un año bravo de la convertibilidad, de construir en el conurbano era de 800 dólares el metro cuadrado. Hoy está en 1.300.
Día 736: Los diciembres de Caputo, de 2017 a 2025
Y el 30% del empleo depende de la construcción. Es el más mano de obra intensivo.
Y multiplicador. Cuando la construcción funciona, te funciona desde el corralón hasta el que te vende las plantas y las pinturas. Lo mismo la industria y el comercio, el comercio también. Y eso es la economía real.
Parecería que lo que se soluciona con esto en 2026 es el problema financiero del Gobierno, que no va a explotar por lo financiero. Luego, la economía real es lo que va a determinar si la sociedad le da un crédito, no el riesgo país. Son dos dimensiones diferentes: el riesgo país, por un lado, y el riesgo social, por el otro.
Yo entiendo que vos no podés pensar en qué hacer con la industria automotriz si tenés que estar corriendo atrás del dólar. La historia de la Argentina se cuenta así también. Ahora, tampoco va a funcionar si vos no tenés una economía real que básicamente haga que la economía crezca en serio, con la gente adentro. Porque después, a ver, Vaca Muerta, la minería, el campo, dejalos solos: cuanto menos los molestes, mejor. Preguntarles qué necesitan, nada más, y dejarlos crecer. Preocupate por lo otro, por los otros sectores de la economía real que sí o sí tienen que estar adentro. Y perdón, no hablamos de los servicios, que es el mayor empleador que tiene la Argentina, los servicios, donde se ha hecho un trabajo importante, pero falta muchísimo todavía por trabajar en tener servicios que generen trabajo. Argentina es un país que tiene una infraestructura atrasada, de una inversión de 20.000 millones de dólares por año, y no la hay. Esto va desde rutas hasta celulares, y todo lo que hay en el medio. Cualquiera que vaya por una ruta, por el interior del país, sabe de lo que estamos hablando.
Déjame aprovechar para decirte, además de mandarte saludos por las fiestas y por 2026, que a lo largo de este 2025 tu aporte en Perfil ha sido gigante, que estamos orgullosos de contarte y muy felices de seguir haciéndolo.
Uno de los sueños que tengo en mi vida es poder ir a laburar, aunque sea una temporada, a esa redacción que vos construiste. Yo tuve una relación laboral con otro diario durante 30 años. Cuando me fui de ese diario, ir a Perfil es lo que elegí, así que orgulloso de haber tomado una decisión correcta.
TV/ff