Durante el año en curso se inaugurará la monumental obra que actualmente se encuentra es fase avanzada de construcción: la terminal de cargas de Chancay, que aportará a agilizar el tránsito de mercancías provenientes desde el oeste de Brasil y desde Perú hacia el continente asiático. Se trata del megapuerto de Chancay, ubicado a escasos 80 kilómetros al norte de la capital peruana, Lima.
De este modo, 2024 se proyecta será un gran año de grandes planes para China, que busca extender su ruta comercial en Sudamérica, con la construcción de esta ambiciosa obra, que promete abrir una rápida ruta de acceso comercial que vinculará a América del Sur con Asia. Este proyecto atrajo rápidamente la atención de un grupo de empresarios y funcionarios brasileños que llegó en septiembre último al pueblo pesquero peruano de Chancay. Lo cierto es que el puerto de aguas profundas de unos USD 3500 millones, que se estima estará operativo hacia finales de este año, dará el control sobre la llave que abra la puerta de acceso de China a una región que se destaca por ser rica y productiva en recursos.
Con la construcción de un megapuerto en Perú, China extiende su ruta comercial en América del Sur
Primer terminal controlada por Pekín
Es importante señalar, que ésta terminal será la primera controlada por Pekín en América del Sur. Además estará habilitada a recibir grandes buques de carga que tendrán ruta directa de acceso a Asia, lo que implica un recorte en tiempo de transporte de más de dos semanas para algunos exportadores.En este sentido, Pekín y Lima, en torno a su proyecto conjunto esperan que Chancay se convierta en un nuevo centro de exportación regional, que hoy debe derivar sus cargamentos por la ruta a través del Canal de Panamá o bien, en camino alternativo, bordeando el Atlántico antes de poder arribar a China.
El ministro peruano de Comercio Exterior y Turismo, Juan Mathews Salazar, suele hacer una broma alusiva al proyecto mencionando que Chancay suena como Shanghái, el gigante puerto chino. ”El megapuerto de Chancay apunta a convertir al Perú en un hub comercial y portuario estratégico entre América del Sur y Asia”, remarcó el funcionario.
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El gran desafío
Este emprendimiento es parte de la iniciativa impulsada por China desde hace más de una década, la obra “La Franja y la Ruta”. Además, se presenta como un reto y gran desafió para Estados Unidos y Europa que intensamente apuntan a poner en pausa el acelerado ascenso chino en la región de Latinoamérica. Por su parte, Pekín se ha valido sacando provecho de su fuerza comercial, para ganar aliados e influencia en foros políticos, financieros y tecnológicos.
Lo cierto es que China superó a Estados Unidos en el comercio en la región de América del Sur y Central, durante el gobierno del ex presidente Donald Trump. Ello pese a que su administración advirtió reiteradamente a toda la región sobre los peligros de vincularse y entablar cualquier tipo de relación con Pekín. Esta brecha con superioridad china se amplió durante el Gobierno de Joe Biden, pese a los denodados esfuerzos de Washington para revertirla.
En un cambio de estrategia, actualmente los funcionarios estadounidenses argumentan que Estados Unidos ofrece a la región otras cosas además del comercio, lo que incluye básicamente la inversión en industrias de alta tecnología. Ello en un intento de desalentar la cercanía con China. Por su parte, Pekín asegura que tanto su comercio como la inversión en Latinoamérica son una fórmula “win-win” para ambas partes. Fuentes oficiales detallaron que cerca de 150 países ya adhirieron a La Franja y La Ruta, incluidos 22 dentro de la región.
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La nueva “Ruta de la Seda China”
La megaobra consiste de distintas etapas, la primera fase en Chancay está bajo control mayoritario de la empresa estatal china Cosco ShippingPorts. Esta primera fase, se espera esté finalizada hacia noviembre de 2024. Precisamente para dicha fecha, el presidente chino, Xi Jinping, estaría programando su visita a Perú, coincidiendo además con su participación en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Según detalló una fuente diplomática en Lima, se estima que en esa oportunidad y con motivo de la visita presidencial podría organizarse la inauguración oficial del puerto.
Por su parte, el gerente de asuntos corporativos de Cosco Shipping, Mario de las Casas, enfatizó: ”Es parte de la nueva Ruta de la Seda de China”. Cabe recordar que la compañía estatal china tiene el 60% del puerto. El resto pertenece a la minera local Volcan, controlada por la firma global Glencore.
La gran bienvenida brasileña
La obra comenzó en 2011 y se espera una primera fase esté finalizada y operativa para finales de 2024, con la actividad inicial de cuatro amarraderos y tras una inversión inicial de USD 1.300 millones. Para construir la obra se tuvo que demoler uno de los cerros que configuran el paisaje de acantilados de la costa central del Perú.
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Desde el sector agrícola brasileño, los empresarios expresaron con gran optimismo que el proyecto acelerará definitivamente el desarrollo regional en el oeste de Brasil. Además, destacaron que las tratativas y conversaciones entre funcionarios peruanos y brasileños están avanzadas y encaminadas a resolver los desafíos del transporte terrestre.
En concreto, el Gobierno peruano está pensando este proyecto como una gran zona económica especial cercana al puerto. Por su parte, Cosco Shipping, la empresa china constructora apunta a construir un polo industrial cercano a Chancay destinado a al procesamiento de materias primas, incluyendo granos y carne de Brasil, antes de comenzar su camino en ruta con destino al mercado asiático.
Oportunidad para los granos y la carne
El embajador de Brasil en Perú, Clemente Baena Soares, enfatizó: “Es una oportunidad para que la producción de granos y carnes, especialmente de Rondonia, Acre, Mato Grosso y Amazonas, se vaya al Asia por el puerto de Chancay”. Por consiguiente, según expresó el embajador, los empresarios brasileños “están encantados de la posibilidad de no tener que usar el canal de Panamá para llevar sus mercancías al Asia”.
JL
