La última vez que un funcionario habló sobre la creación de una Empresa Nacional de Alimentos fue a mediados de febrero, cuando la portavoz presidencial Gabriela Cerruti lanzó la idea. Desde entonces han pasado cuatro meses de silencio pero el tema volvió con mucha fuerza por dos factores: el presidente Alberto Fernández habló este domingo al respecto y los movimientos sociales, junto a la CTA, publicaron una solicitada para pedir que la iniciativa sea presentada en el Congreso para crear la empresa por ley.
Este domingo, en la entrevista que le concedió al diario Página/12, los periodistas le preguntaron: “¿Sería posible pensar en una empresa pública de alimentos?”. El jefe de Estado fue al grano: “A mí me parece que la Argentina tiene que repensar su estructura en materia alimentaria, así como en el tema de comercialización de cereales. Les doy un ejemplo: el gas en boca de pozo lo estamos pagando 3,40 dólares (el millon de btu), y en Estados Unidos está a 6,50. Eso es el resultado, en gran medida, de que esté YPF en manos del Estado. Una empresa testigo que te ordene el mercado no es algo menor”, dijo Fernández.
Utilizó el mismo concepto para meterse con el tema Vicentin. “Nosotros en materia alimenticia tenemos que hacer algo que nos permita de algún modo intervenir para ordenar estas cosas . No se trata de la Junta Nacional de Granos, sino de buscar más herramientas. En su momento, la alternativa Vicentin la descarté. En ese momento, dije lo descarto, porque era hacerle un favor a los acreedores, no a la Argentina. En el escenario actual, en el que la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe ha intervenido (pidió el expediente de la convocatoria y suspendió todo el proceso) y se podría dar la posibilidad de cramdown (propuesta de solución de la deuda hecha por los acreedores principales, en este caso el Banco Nación), yo dije estudiémoslo porque es posible. Lo que no es posible es esta lógica de "expropiemos empresas de cualquier modo" porque después se paga lo que no corresponde. Y yo no quiero hacer eso”, señaló.
Fernández no pierde de vista que “el Banco Nación es un acreedor privilegiado” y consideró que “puede ser determinante de la quiebra o de la continuidad”. Sin embargo señaló que “si somos garantes de la continuidad, entonces pondremos las condiciones para que sea posible”, disparó.
Esas declaraciones cosecharon repudios de las entidades que agrupan a las empresas agroexportadoras y del directorio de Vicentin, pero los planteos de una Empresa Nacional de Alimentos combinaron justo con la solicitada que publicaron los movimientos sociales y la CTA, con el impulso del director Nacional de Políticas Integradoras, Rafael Klejzer, que impulsa la creación de esa firma mediante un proyecto de ley.
Respecto a la idea de crear un ministerio o agencia de la Economía Popular, el Presidente también sembró mas expectativas. “No sé si es un ministerio, una secretaría o un instituto, lo que sí se es que necesitamos alguien que piense solo en eso y creo que el estado debe institucionalizarlo”, precisó.
CB PAR