Los militares de Corea del Sur y de Estados Unidos desplegaron una flota de 20 aviones sobre las aguas de la costa occidental de Corea del Sur en respuesta al peligro de que Corea del Norte siga adelante con su plan de realizar su primera prueba nuclear en casi cinco años. La demostración involucró a 16 aviones surcoreanos y cuatro estadounidenses. Tenía como objetivo demostrar su capacidad para responder rápidamente a las provocaciones del líder norcoreano, Kim Jong-un. Fue después de la exhibición de misiles que hizo Corea del Norte el domingo.
Autoridades de Corea del Sur y de Estados Unidos coinciden en afirmar que Corea del Norte está casi lista para realizar una detonación en su campo de pruebas nucleares. La última, que resultó ser la sexta, fue en septiembre de 2017, cuando se jactó de haber detonado una bomba termonuclear diseñada para sus misiles balísticos intercontinentales.
Como ocurre con la guerra de Ucrania, el Consejo de Seguridad de la ONU está dividido ante una circunstancia de esa magnitud por el veto de China y Rusia, dos de los cinco miembros permanentes. Las acciones punitivas de Estados Unidos se limitan sanciones unilaterales, en gran parte simbólicas. De ese modo, el máximo encargado de preservar la seguridad y la paz en el mundo se encuentra atado de pies y manos, por más que cualquier prueba nuclear violaría las resoluciones del organismo. Algo que no preocupa a Corea del Norte.
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El historial norcoreano de las armas militares
Los lanzamientos de Corea del Norte el domingo se sumaron a las pruebas de misiles de este año, que también incluyeron las primeras demostraciones de misiles balísticos intercontinentales del país desde 2017.
Desde que asumió el poder en 2011, el tercer Kim de la dinastía que sucedió a la guerra inconclusa entre ambas Coreas, entre 1950 y 1953, ha acelerado el desarrollo de armas a pesar de los recursos limitados. Su próxima amenaza, temen los expertos, podría ser la construcción de bombas pequeñas capaces de agruparse en un misil balístico intercontinental con múltiples ojivas o caber en misiles de corto alcance que podrían detonar en Corea del Sur y en Japón.
Corea del Norte ha condenado durante mucho tiempo los ejercicios militares combinados de los aliados como ensayos de invasión y, a menudo, ha respondido con sus propias maniobras de misiles, incluidos lanzamientos en 2016 y 2017 que simularon ataques nucleares en puertos de Corea del Sur e instalaciones militares de Estados Unidos en Japón. Las conversaciones nucleares entre Estados Unidos y Corea del Norte están estancadas desde 2019.
CB PAR
