Qatar perdió los tres partidos de la primera ronda del Grupo A y quedó fuera de su propio Mundial, pero poco le importa.
Firmó un contrato con Estados Unidos para comprarle armas por valor de 1.000 millones de dólares y anunció un acuerdo que le permitirá suministrar gas natural licuado a Alemania por 15 años, mientras el mundo se ve envuelto en una crisis energética a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
La adquisición de armas fue aprobada por el presidente Joe Biden durante el entretiempo del partido en el que Estados Unidos derrotó a Irán por 1 a 0. Lo reveló el Departamento de Estado norteamericano. La transacción incluye la compra por parte de Qatar de 10 sistemas de drones defensivos, 200 interceptores y equipos relacionados.
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Qatar, al igual que otros Estados árabes del Golfo, enfrenta amenazas de grupos vinculados a Irán, adversario de Estados Unidos.
La venta de armas, según el gobierno norteamericano, respalda la política exterior de Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad de un país amigo que continúa siendo una fuerza importante para la estabilidad política y el progreso económico en Medio Oriente.
Qatar, el sustituto de Rusia para conseguir gas licuado
En su visita a Qatar para presenciar el partido en el que Estados Unidos empató 1 a 1 con Gales, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, rubricó la alianza, y soslayó las críticas por la violación de los derechos humanos a cambio del alineamiento del país anfitrión del Mundial contra Rusia, algo que no han hecho Israel ni Arabia Saudita ni Emiratos Árabes Unidos.
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El acuerdo para enviar gas licuado a Alemania va en la misma dirección. Lo firmaron Qatar Energy y la firma norteamericana ConocoPhilips. Serán hasta dos millones de toneladas desde 2026. Por si fuera poco, Qatar también firmó un acuerdo de suministro a China durante 27 años. Un récord en ese sector.
AO JL
