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Enorme despliegue para el último adiós a Isabel II

Todo el Reino Unido se conmueve porque será el fin de los diez días de duelo por el fallecimiento de la reina. Su último adiós tendrá lugar en Westminster, escenario donde fue coronada para luego ser enterrada en Windsor.

El funeral del siglo
El funeral del siglo | Telam

El Reino Unido pone fin a los 10 días de luto por la muerte de Isabel II con un solemne funeral de Estado en la Abadía de Westminster, el mismo lugar donde la reina fue coronada en 1953, seguido del entierro esta tarde en Windsor.

Una larga fila recorrió desde el miércoles las orillas del Támesis a lo largo de 16 kilómetros y más de 300.000 personas esperaron durante horas para presentar sus respetos ante el féretro de roble de Su Majestad.

La ceremonia religiosa está siendo oficiada por el deán de Westminster, David Hoyle. El sermón ha corrido a cargo del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y la primera ministra, Liz Truss, ha hecho una de las lecturas que ha versado sobre el consuelo, evocando la promesa de la vida eterna en el Cielo.

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En el Reino Unido, los colegios y la mayoría de los comercios permanecen cerrados. A partir de mañana, 67 millones de británicos tendrán que despertar de los cientos de homenajes reales, con el país prácticamente paralizado desde hace dos meses y once días. En Londres, que ha amanecido silencioso y nublado, cientos de británicos desafiaron las bajas temperaturas y pasaron la noche a la intemperie para tomar posiciones frente a la Abadía.

Los ojos del mundo apuntan a Londres, donde se reúnen 2.000 invitados, entre monarcas, mandatarios y representantes de gobiernos, en un acontecimiento que supera ampliamente cualquier otra cumbre. Unos 20.000 policías custodian con helicópteros y francotiradores una ciudad vallada con bloques de cemento.

Entre los ausentes por no ser invitados figuran los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Bielorrusia, Alexander Lukashenko; de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Siria, Bashar al Assad.

El funeral de la Reina Isabel II: la lista de invitados que asistirán y los que no

No así el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman, sospechoso de haber ordenado en 2018 el brutal asesinato del periodista Jamal Kashogg en el consulado de su país en Estambul. Prefirió no asistir.

Por su parte, China envió al vicepresidente Wang Qishan. Una presencia incómoda por las denuncias de violación de los derechos humanos.

Las autoridades británicas hicieron una excepción con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Le permitieron usar propios medios de transporte y seguridad, mientras que los demás invitados deben ir en autobuses especiales. Entre ellos, el emperador japonés Naruhito, que estudió en Oxford, en su debut en un gran acto mundial después de suceder a su padre, Akihito, que abdicó en 2019.

Ucrania, a pesar de la guerra en curso, envió a la primera dama, Olena Zelenska, y el primer ministro, Denys Shmyhal.

BL PAR