Cientos de líderes mundiales y monarcas asistirán el lunes en Londres al funeral de Estado de la reina Isabel II, que será una de las mayores reuniones diplomáticas en décadas y tendrá como epicentro la abadía de Westminster.
El presidente estadounidense Joe Biden y su esposa Jill encabezan la lista de líderes extranjeros, pero a diferencia de otros, a quienes se solicitó llegar a la abadía en autobús, Biden recibió autorización para usar su limusina presidencial blindada "La bestia". Dijo que la madre del rey Carlos III "definió una era".
El presidente francés Emmanuel Macron viajó con su esposa para mostrar el vínculo "inquebrantable" con Reino Unido y rendir homenaje a una " reina eterna", y también llegó a la capital británica el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, quien improvisó un mitín de campaña.
Pese a las tensiones posteriores al Brexit, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ya llegaron Londres, al igual que los presidentes Sergio Mattarella (Italia), Frank-Walter Steinmeier (Alemania), Isaac Herzog (Israel) o Yoon Suk-yeol (Corea del Sur).
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También viajó a la capital británica el primer ministro irlandés Micheal Martin, en un gesto simbólico para rendir homenaje a la reina después de su visita de Estado en 2011 que apaciguó décadas de tensión. Este domingo visitó la capilla ardiente en el Westminster Hall, la sección más antigua del parlamento.
Rusia y Bielorrusia forman parte del pequeño grupo de países excluidos del funeral tras la invasión de Ucrania, algo que el presidente ruso Vladimir Putin pensó "blasfemo" e "inmoral". También figuran en esa lista Myanmar, antigua colonia británica dirigida por militares tras un golpe de Estado en 2021, Afganistán y Siria.
Bolsonaro improvisó un mitín electoral en Londres antes de ir al funeral de Isabel II
Del lado latinoamericano, no fue invitado el gobierno de Venezuela ya que Londres no reconoce a Nicolás Maduro como presidente, sino al opositor Juan Guaidó, y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, también fue excluido y su gobierno solo recibió invitación a nivel de embajadores, al igual que Corea del Norte e Irán.
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Todos los monarcas de Europa y otras partes del mundo llegaron a Londres para participar del funeral de Isabel II, fallecida a los 96 años el 8 de septiembre, tras más de siete décadas en el trono. La mayoría de ellos tiene lazos de familia con Isabel II y muchos la llamaban "tía Lilibet".
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El rey Felipe VI y la reina Letizia de España asistirán a la ceremonia en Westminster, así como el rey emérito Juan Carlos I, que abdicó en 2014 y vive actualmente exiliado en Emiratos Árabes Unidos, y su esposa Sofía.
Los emperadores Naruhito y Masako de Japón viajaron a Londres en lo que constituye su primer viaje al extranjero desde su ascensión al trono en 2019, rompiendo con la tradición nipona por la que raramente el monarca asiste a funerales. También asistirán los reyes holandeses Guillermo Alejandro y Máxima, que llegaron a la capital británica con la ex reina, la princesa Beatriz.
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La lista de monarcas europeos se completa con los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, Harald V de Noruega, Alberto II y Charlene de Mónaco, además de Felipe y Mathilde de Bélgica. Tampoco faltará Margarita de Dinamarca, prima lejana de Isabel II y actualmente la única reina en un trono europeo.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, gobernante de facto del país, fue invitado pese a la indignación internacional por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi a manos de agentes saudíes en Turquía. Sin embargo, una reunión prevista el domingo entre él y la primera ministra británica, Liz Truss, fue cancelada poco antes, haciendo sospechar que pudo haber decidido no viajar a Londres.
La concentración de tantos mandatarios, y el funeral en general, presentan un desafío de seguridad "mayor que los Juegos Olímpicos de 2012", dijo a la prensa el subcomisario adjunto de Scotland Yard, Stuart Cundy.
Los funerales del lunes arrancarán con el traslado del féretro de la reina desde la capilla ardiente instalada en el Parlamento británico a la cercana abadía de Westminster. Allí se celebrará el servicio fúnebre oficiado por el deán de Westminster, David Hoyle, y con un sermón de Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana.
Tras el servicio, el féretro de Isabel II recorrerá en un carruaje de armas tirado por marineros las calles de Londres hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner, en un cortejo en el que se esperan un millón de personas. Desde allí saldrá en coche hasta el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros, donde tendrá lugar un nuevo servicio fúnebre, más familiar, y su entierro, ya en privado.
ds
