Carlos Soratti, presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), dialogó desde el móvil con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9). Criticó la postura del referente libertario Javier Milei, quien se mostró a favor de la venta de órganos, explicando que "han existido casos y son delitos".
Bruno Ghiso (BG): Con respecto a los dichos de Javier Milei, ¿cuál es la posición oficial del INCUCAI?
Estamos en la vereda opuesta, rechazamos esos dichos irresponsables. Durante décadas se dijo que había que generar marcos normativos, leyes que establezcan el desarrollo adecuado de la actividad relacionada con los trasplantes. Se instaló también que la extracción de órganos de una persona sana con el objetivo de trasplante estaba penado en el mundo por ser un delito. La consideración de la donación a partir del reconocimiento de la muerte es una nueva categoría para la medicina.
La distribución de un bien tan escaso, como un órgano para su trasplante, exigía acordar también ciertos criterios. De todos eso se encargaron las legislaciones que se generaron a partir de los 70 en todos los países del mundo. Todos los consensos apuntaron a tener un marco normativo muy sólido para poder encarar la actividad del trasplante.
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BG: ¿Hubo algún caso similar al de Milei?
En algunas regiones con debilidades normativas regulatorias y de los sistemas de salud ocurrieron estas cosas que plantea. Sin embargo, motivaron un movimiento internacional muy fuerte involucrando organismos oficiales y sociedades científicas mundiales para luchar contras las diferentes irregularidades. Han existido esos casos y son delitos. En los países donde se denunciaron hubo acción de la Justicia y hay profesionales presos por este tipo de delitos.
En una entrevista con Alvin Roth, él se refirió a su estudio que revolucionó las donaciones de riñón en cadena en Estados Unidos y a las transacciones que pueden resultar repugnantes. Tengo entendido que Irán es el único país donde se pueden vender órganos, ¿esto es así?
Con respecto a las publicaciones relacionadas con los mercados repugnantes y la posibilidad de la venta de órganos, cuando se publican esas sugerencias hay que recordar que en los ámbitos regionales o internacionales de los que participamos, esos temas se trataron y se hicieron varias declaraciones en contra por la importancia de establecer sistemas regulados para garantizar transparencia y que generen confianza.
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Por eso se apela a la solidaridad y se descarta totalmente la posibilidad de una contraprestación. El trasplante, aún con donante vivo, está regulado. Siempre se apunta al donante relacionado genéticamente o familiarmente. En los últimos años apareció como una opción del trasplante renal cruzado. No tengo conocimiento de la situación particular de Irán, pero la Asamblea Mundial de la Salud sigue insistiendo en la no comercialización para la donación de órganos.
Cuando comenzó su carrera de médico, ¿le resultaba repugnante la subrogación de vientres?
No era un tema que estuviese en agenda. Son las evoluciones lógicas de las sociedades. El trasplante tardó muchas décadas de investigación para instalarlo como una opción terapéutica para determinados casos.
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¿Había discusiones religiosas también?
Después del primer trasplante exitoso en Boston, a mediados de los 50, se hicieron muchos intentos. En los 60 fueron los primeros pulmonares y cardíacos. Todos incorporaban elementos innovadores, pero cayeron y se refundaron diez años después con un mayor conocimiento y marcos normativos. Recién entonces vuelven a desarrollarse y se habla del tema en los ´80 y en ´90, pero con un marco regulatorio diferente en cuanto a garantías. Para poder implementar todo correctamente es fundamental la adhesión a la donación por la confianza en el sistema.
Hablar de que se sacan órganos o de las combis blancas que roban chicos para eso no existe por la transparencia del sistema. Cada proceso de donación está registrado y es de acceso público, al menos en los números. Cuando aparecen irregularidades, los países ven caer la realización de los trasplantes. La sociedad argentina tiene una gran aceptación sobre este tema.
JL PAR
