La periodista Corina Paset estuvo en Comodoro Py, junto al móvil de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), con los familiares de las víctimas del centro clandestino Puente 12, donde se juzga a cuatro exmiembros de la división Cuatrerismo de la Policía Bonaerense y dos exoficiales del Batallón de inteligencia 601 del Ejército por los delitos cometidos entre 1974 y 1977.
Durante ese tiempo hubo 185 víctimas, pero recién ahora 100 de estos casos llegan a debate oral, y hasta el momento se habían leído 60 casos.
Habló Alejandra Cravello, hija de Ricardo Cravello, desaparecido el 8 de diciembre de 1975, antes del golpe de Estado.
Corina Paset (CP): ¿Cuáles son las expectativas? ¿Qué sentís?
Son 48 años de espera, y se están juzgando aquí casos como el de mi papá y su esposa. Mucha espera, dos horas más o dos horas menos que nos haga esperar el Tribunal, ya da igual. Es un alivio y reparador, si bien no es lo que uno espera.
En el caso de mi papá y su esposa, los dos imputados eran oficiales de la Policía Bonaerense, no eran ni autores intelectuales ni tampoco quienes decidían lo que sucedía en el centro clandestino. Es simbólico, importante y reparador que lleguemos a juicio por primera vez, vamos a declarar en un juicio oral.
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Mi familia y yo nos enteramos que mi papá y su esposa fueron llevados a Puente 12 en el año 2017, hasta ese momento no sabíamos a donde habían sido llevados. Presumimos que era Campo de Mayo, pero el proceso de justicia está armado de manera que uno tiene un juicio y es un caso si su familiar o sobreviviente fue visto en un centro clandestino.
Entonces, la gran mayoría de los desaparecidos no fueron vistos en ningún centro clandestino, y ese fue el gran "logro" de la dictadura. Ese era el objetivo. En un punto me siento aliviada.
Viene un juicio largo que va a durar dos años, porque son 185 las víctimas que llegan a juicio y 185 historias que se van a conocer. Historias de los hijos que pasamos casi el 95% de nuestras vidas sin ellos y es, en ese sentido, un poquito de justicia que el Estado repare de alguna manera lo que hizo.
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Solo dos de los imputados están de forma presencial, ¿los otros de manera virtual y algunos en otras provincias?
Sí, hay dos, Enrique del Pino, que es del Batallón 601 de inteligencia del Ejército, era un teniente primero en aquellos años, vive en Alta Gracia donde tiene una domiciliaria, y lo trasladaron a un Tribunal en Córdoba para que escuche la lectura de cargos.
El otro de los imputados es Charamela, de la policía bonaerense, vive en Chubut y fue trasladado a un Tribunal Federal en Esquel para escuchar la imputación. Hay otro, Gauna, también de la policía bonaerense, que está en su casa, una persona de más de 80 años, que no fue trasladado aquí.
Presentes están Walter Minon, que era un capitán de la central de reunión del batallón 601, y los otros dos son Tarantino y Salerno que en esos años eran cabos de la policía bonaerense, y prestaban servicio en Cuatrerismo.
MVB JL
