El escritor, Jorge Alemán, destacó que el planteo programático de la Vicepresidenta implica un acuerdo con sectores que están por fuera incluso del peronismo. “La propuesta excede a una propuesta partidaria, trata de sentar las bases de condiciones de posibilidad de existencia de la Nación misma”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Escuchaste ayer el discurso de Cristina Kirchner? ¿Qué te dejó?
Me resultó muy interesante. Yo vivo en España, un país donde todo está muy institucionalizado. Los partidos políticos siempre están muy delimitados y siguen coordenadas políticas muy precisas.
Evidentemente, ahora se ha vuelto todo mucho más hostil en el panorama español, dada la emergencia de la agenda de la ultraderecha, porque el líder de esa expresión es la propia presidenta de la comunidad de Madrid, que pertenece al PP.
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Pero todo está sin el efecto histórico que hay en Argentina, donde todo toma una dimensión que quizás tenga su horizonte histórico en la idea de movimiento. La calle, el 25 de Mayo, los aniversarios, la movilización.
En el discurso de Cristina se observa que hay una separación ya casi definitiva del gobierno del Frente de Todos actual. A la vez, hay un anuncio programático que habrá que ver las posibilidades que tiene. Es muy interesante, porque la idea de un acuerdo estructural en relación al bimonetarismo, al dólar, al acuerdo con el Fondo, serían condiciones de posibilidad que afectan a todos los sectores.
La propuesta excede a una propuesta partidaria, trata de sentar las bases de condiciones de posibilidad de existencia de la Nación misma. Habrá que ver si después hay una sensibilidad política que afecte un acuerdo semejante y quienes serían los actores de ese acuerdo.
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Un acuerdo así exigiría suspender los antagonismos, y tendría que ser convocante, no se podría hacer solo con los integrantes del propio espacio político, es un llamado a otros.
Eso es difícil ahora de visualizar, dado que continúan los antagonismos en otro aspecto. Pero lo veo muy interesante.
Vos mencionabas el corrimiento a la derecha del PP y la presidenta de la comunidad de Madrid, ¿ves en ese corrimiento a la derecha algún paralelismo con Argentina y el crecimiento de Javier Milei?
Es un clima de época en el que esa agenda, efectivamente, funciona. Lo de Patricia Bullrich y Javier Milei, vemos en el espacio de Juntos por el Cambio un problema similar, guardando las distancias, al que ocurre en España.
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El sector más radicalizado, Bullrich y Milei, dejando fuera a Macri, y otro sector que obedece a la política liberal conservadora, como podría ser Larreta. Creo que va a tener bastantes problemas al interior de su espacio para poder neutralizar esa agenda de derechas.
En el kirchnerismo, aunque en un orden muy distinto, también podríamos decir que surge por primera vez una propuesta que busca incluir a otros sectores no kirchneristas. La cuestión es si eso es posible o no.
¿Te entusiasma la política argentina vista a la distancia?
Muchísimo. Porque le veo una vitalidad, una manera de captar la atención de los distintos sectores sociales que, prácticamente, en Europa se ha vuelto muy problemático. La política argentina tiene una manera de captar la atención que en Europa no se ve. Hay una desafección con la política muy seria.
El próximo domingo hay elecciones y la verdad es que es todo un interrogante. A mi juicio, la coalición de izquierda, teniendo en cuenta las condiciones, la guerra, la pandemia, ha hecho las cosas bastante bien, pero sin embargo es muy difícil predecir el resultado. Estas elecciones se han vuelto una incógnita, porque el buen hacer de una gestión ya no es determinante por sí solo.
En un país como España, donde no es obligatorio el voto, puede haber una abstención enorme. Y yo creo que Argentina, en los últimos días, a raíz de que Cristina aparece nuevamente en la escena política, hay una nueva intensificación de las acciones políticas. Eso me parece muy atractivo, apasionante e importante.
Mis amigos españoles de aquí ven con asombro todo eso. No terminan de entender cómo hay una convocatoria como la que hubo ayer. Eso sería imposible aquí.
Tampoco podría haber en España cinco millones de personas festejando en la calle, como hubo cuando la selección ganó el Mundial. ¿Creés que hay algo de masas en el argentino que se expresa tanto en la política como en el fútbol?
Sin dudas. Creo que permanece aún impensado lo de los 5 millones. Todavía no se ha podido descifrar qué significó ese fenómeno de masas. No se puede decir que hubo un sujeto político, pero el carácter expansivo de ese fenómeno de masas, el atractivo mundial que ha generado, por ejemplo que haya muchos niños aquí con camisetas argentinas.
A uno de los compañeros de mi nieto, de 7 años, tuve que conseguirle el uniforme del “Dibu”, porque lo necesitaba de manera imprescindible para jugar en el arco. Con lo cual, se ha producido un fenómeno muy curioso. “Lo argentino” tiene un aura.
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También está pasando con la música, con el cine, se ha vuelto atractivo. Lo argentino tiene de golpe algo que no ha sido planificado por nadie, ni los sponsors, ni las agencias de publicidad, pero aparecen camisetas argentinas todo el tiempo, les pregunto a los chicos si son argentinos y dicen que no.
El fenómeno no fue sólo lo de los cinco millones, sino también su capacidad de inseminación internacional.
También se veía como algo predestinado que Messi gane la Copa, como que solamente algo muy horrible podía pasar para que eso no sea así, era visto como algo justo. Qué relación tiene todo esto con la política argentina, no sabría decírtelo.
FM JL
