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La ultraderecha se apresta a confirmar su auge en Europa

Luego de la victoria del bloque de derecha sueco y las estimaciones de un triunfo de Giorgia Meloni, líder ultraderechista italiana, el próximo domingo, se acentúa una propensión hacía las ideologías extremistas en todo el Viejo Continente.

Giorgia Meloni
Giorgia Meloni | Télam

Los pronósticos de las elecciones de este domingo en Italia dan el 45% de los votos a la coalición de extrema derecha y levanta el temor por un posible efecto dominó en Europa después del triunfo en las parlamentarias de Suecia de una coalición formada por tres partidos de derecha y uno de ultraderecha.

Suecia hizo los trámites para ingresar en la OTAN y presidirá desde el 1 de enero el Consejo Europeo. La campaña en Italia para elegir 300 diputados y 200 senadores, que a su vez elegirán el gobierno, se basó sobre el discurso intervencionista de Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), liderado por Giorgia Meloni, con un 25% de la intención de voto; el discurso antinmigración de la Liga, de Mateo Salvini, al que los sondeos le dan un 12%, y el partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia, al que otorgan el 8% a pesar de los 36 juicios contra Il Cavaliere.

Las elecciones anticipadas son consecuencia del último experimento de la política italiana: el gobierno de unidad nacional del economista Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo, despojado de apoyo parlamentario en julio.

Revolución Federal + Hermanos de Italia

Fratelli d’Italia era la sexta fuerza parlamentaria. Ahora, las encuestas sitúan al partido de Meloni primero, fruto en parte de negarse a formar parte del gobierno de Draghi y de obtener beneficio del descontento de los italianos por la crisis económica y social provocada por la pandemia, agravada por la guerra en Ucrania y por un alza sin precedente en décadas del 10% del costo de vida.

El presidente Giorgio Mattarella exhortó al Parlamento a reconstruir la alianza, pero no lo logró y Draghi se vio obligado a renunciar y a poner fin al 18° gobierno italiano en 34 años. En Italia hubo 66 gobiernos en 73 años desde 1948. La primera consecuencia del llamado a elecciones ha sido la reagrupación de las fuerzas de derecha, tan fragmentadas como el resto del espectro político italiano.

La principal novedad en ese contexto es el ascenso de los Fratelli d’Italia, heredero de la Alianza Nacional, fundada por Gianfranco Fini en los años noventa, a su vez sucesor del Movimiento Social Italiano, que había reunido en 1947 los restos del fascismo de Benito Mussolini.

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Meloni niega cualquier influencia neofascista en la fuerza que cofundó y lidera. Como en otros procesos políticos en el planeta, pero más aún dentro de Europa, la invasión de Ucrania por Rusia ha sido en campaña electoral un elemento central en el posicionamiento de las distintas fuerzas.

Meloni forma parte de una larga fila de mujeres al frente de movimientos de extrema derecha en Europa, encabezada por Marie Le Pen y seguida de la oposición o desde el gobierno por la danesa PiaKjaersgaard, líder del Partido Popular Danés; las noruegas PernilleVermund (Nye) y Siv Jensen (Partido del Progreso, exministra), y las alemanas Frauke Petry y Alice Weidel (AfD).

La italiana Meloni es partidaria de la línea ultraconservadora y soberanista del primer ministro de Hungría, ViktorOrban, pero, acaso para no espantar votos, procura desmarcarse de su socio Salvini. Santiago Abascal, líder de Vox en España, verá con suma atención aquello que ocurra el domingo en Italia.

AO PAR