La reforma de la Ley de Alquileres llegó al Senado
Tras recibir la media sanción en la Cámara de Diputados, ahora deberá ser aprobada en el Senado para quedar firme, donde se espera que se le retoquen algunos aspectos.
La Ley de Alquileres llegó al Senado |
Telam
Según la información de Claudio Mardones, periodista de política, la Ley de Alquileres comenzó a tomar fuerza en el Senado, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Primer round de la Ley de Alquileres en el Senado.
Con pronóstico reservado, este martes, se debatió en un plenario de las Comisiones de Presupuesto y Legislación General. En él, Juntos por el Cambio tenía la expectativa de mantener el ritmo y la celeridad con la que lograron aprobar la semana pasada por 125 votos afirmativos, 112 negativos y 3 abstenciones, la media sanción de la reforma a la ley 27.551, que busca reducir el plazo de los contratos de dos a tres años y, por otra parte, que los reajustes sean como mínimo cada cuatro meses.
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Sin embargo, el camino en la Cámara Alta es mucho más escarpado, y eso comenzó a notarse ayer. Especialmente porque el oficialismo dejó claro que, así como viene de la Cámara Baja, es importante hacerle cambios, porque consideran de que el texto que fue aprobado en Diputados beneficia directamente a los propietarios, pero no a los inquilinos.
Son señales suficientes como para poder comprender que el Senado funcionará como Cámara revisora en este caso, y es muy posible que si avanzan algunos cambios le introducirán otros y lo mandarán nuevamente a Diputados.
Hay una serie de proyectos que están dando vueltas en este escenario. Por una parte, hay una serie de propuestas impulsadas por algunos aliados esquivos y no tanto del oficialismo como el caso de la senadora Clara Vega, quien busca con su proyecto busca es que el contrato dure tres años para los alquileres comerciales y dos años para los alquileres con destino de vivienda.
Además, hay otra propuesta impulsada por otra aliada esquiva, Magdalena Solari Quintana, que lo que busca en el caso de la reforma es que el inquilino pueda renunciar cuando lo considere conveniente.
A eso se suma otro elemento que fue tocado muy de costado en Diputados y tiene que ver con otro proyecto del oficialismo, especialmente con la firma de la senadora Ana María Ianni que busca regular los alquileres temporarios, que esta es la otra punta de la ecuación respecto a los precios de los alquileres y está vinculado directamente a cómo se están dolarizando los alquileres a partir de los alquileres temporarios. Algo que ni en la Ciudad ni en el resto del país tiene ninguna reglamentación.
Parece que estos guantes que quedaron sueltos en el rinzai de Diputados serían tomados en el Senado precisamente para ordenar el debate. Pero esa va totalmente a contrapelo de las expectativas de JxC y del sector inmobiliario que están empeñados en que el Senado rápidamente le dé dictamen a la media sanción que viene de Diputados.
Las demostraciones de ayer del plenario de la Legislación General y Hacienda confirma de que eso no será así, sino que todo lo contrario y es muy posible que, a partir de mañana cuando continúe el corte intermedio en el que quedaron las dos comisiones, se avance en una serie de reformas. No solamente eso sino que a la par también se está avanzando en una reconfiguración de los créditos uva y, a la vez, avanza el trámite de la reglamentación de los alquileres temporarios.
Leído en tiempo, eso implica que, independientemente del cuarto intermedio de mañana, el debate en el Senado se podría extender por las próximas semanas y podría prolongarse hasta octubre. Es decir, implicaría que Diputados tenga que volver a tomar los cambios que haga el Senado para volver a retomar el debate.
En concreto, las posibilidades que habían avisado en JxC de obtener una modificación inmediata en la Ley de Alquileres parece muy lejano, no sólo por los debates omitió Diputados, sino también por el peso del oficialismo en el Senado y por la preocupación de que un cambio intempestivo en los alquileres se transforme en otra caja de pandora y el remedio termine siendo peor que la enfermedad.
