Carpinteros, agricultores y jardineros trabajan a diario en el exterior soportando las olas de calor y sufren las consecuencias: mareos, dolores de cabeza, así como la pérdida de conocimiento y hasta la muerte. Por ahora, sólo seis países han dictado leyes en este sentido.
En Hungría, la temperatura debe ser inferior a 31 grados para un trabajo que exija estar de pie. En Bélgica se imponen 29 grados. En Letonia y Eslovenia, 28 grados en el interior. En Montenegro, 28 grados en el exterior. En España, la temperatura máxima debe ser de 27 grados, pero esto no se aplica a todos los trabajadores ni a todos los lugares de trabajo.
Máxima preocupación en Europa por el calor extremo, los más de mil muertos y los incendios
Para la Organización Mundial de la Salud, la temperatura óptima para trabajar está entre los 16 y los 24 grados. Cuando se superan los 30 grados, el riesgo de accidentes laborales aumenta hasta un 7%. Con 38 grados, esa probabilidad crece hasta el 15%.
Temperaturas altísimas azotan a Europa este año. Causaron la muerte de dos personas en España. En Francia, donde no se aplica ninguna ley sobre esta materia, 12 personas murieron por accidentes laborales relacionados con el calor en 2020.
CB PAR