Lucas Romero relativizó el optimismo electoral de Javier Milei y cuestionó que la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires le garantice una victoria en octubre. “Eso está por verse y podría ser bastante discutido”, advirtió, al recordar que Milei no ganó en esa provincia durante el balotaje de 2023. "Milei se ha inclinado por construir un instrumento propio, en donde no tenga que compartir ni el liderazgo ni el proceso de toma de decisión con nadie”, afirmó. En ese sentido, el analista político describió como “forzada” la alianza con el PRO y advirtió que “la nominalidad ya nos dice que no hay una relación de pares, sino un encolumnamiento del PRO detrás de La Libertad Avanza”, en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3)
Lucas Romero es el director de Synopsis Consultora y analista político.
¿Creés que lo que le puede sumar al PRO en la provincia de Buenos Aires a La Libertad Avanza le garantiza el optimismo electoral que tiene el presidente? Dice que “van a arrasar en las próximas elecciones de octubre”
No, eso está por verse y podría ser bastante discutido, por lo pronto por los antecedentes. Porque la provincia de Buenos Aires fue una de las cuatro provincias que Milei no pudo ganar en el balotaje. Naturalmente, ha sido una provincia en donde el peronismo se ha sentido mucho más fuerte, competitivamente hablando, que el resto de las provincias, a pesar del contexto particular que atraviesa el peronismo. Pero además porque, bueno, ayer conocimos la confección de la oferta electoral, por lo menos en términos de alianza. Después habrá que ver cómo esto se termina de definir el 19 de julio con las candidaturas.
Pero, mirando la confección de las alianzas, uno podría advertir que los dos grandes agrupamientos que terminó produciendo el balotaje en la provincia de Buenos Aires en 2023, en uno de ellos —en el agrupamiento peronista, por llamarlo de alguna manera— la oferta quedó bastante concentrada en este acuerdo que ha habido dentro del peronismo entre las diferentes vertientes, que terminó por consagrar esta nueva alianza, Fuerza Patria, como la llamaron.
En cambio, en el no peronismo, ahí uno advierte una falta más disgregada, más fragmentada, con lo cual, ya de por sí, en ese sentido, pareciera que esta alianza entre el PRO y La Libertad Avanza va a tener algún tipo de complejidad mayor para agrupar todo el voto disponible, para poder repetir una competitividad similar a la que se observó en 2023.
Porque además hay que aclarar que, en realidad, en 2021 ganó en la provincia de Buenos Aires el PRO en Juntos por el Cambio, pero la mitad de los votos venían de Manes, del radicalismo. Y que ahora, casualmente, primero se rompió Juntos por el Cambio; además, una parte del PRO parece estar en disidencia.
Sí. Lo interesante para analizar detrás de todo esto, es que la elección de 2023 produjo una anomalía en el sistema, porque puso al frente del Poder Ejecutivo a un presidente que no tenía fuerza legislativa. Un presidente que, en esa elección general de 2023, sacó solo el 30% de los votos. Y, si uno se va al 2021, la fuerza que representó Milei en aquella elección, solo en la Ciudad de Buenos Aires, sacó 1,2%. Y en el sistema político, las mayorías se construyen a lo largo de al menos dos periodos electorales. Así está pensado el sistema. Es una forma de garantizar que las mayorías no sean circunstanciales. Que haya un proceso de construcción de mayorías que garantice que esas mayorías, que van a facilitar el proceso de toma de decisiones dentro del sistema, estén constituidas a lo largo del tiempo.
Entonces, ¿cuál es la estrategia que está persiguiendo Milei para construir mayorías dentro del sistema? Porque él podría pensar: “Bueno, empiezo a construir un sistema de alianzas, de acuerdo con todos aquellos sectores que piensan más o menos como yo; de ese modo voy a llegar más rápidamente a la mayoría y eso me va a permitir tomar decisiones”. O intento construir un instrumento propio, en donde no tenga que compartir ni el liderazgo ni el proceso de toma de decisión con nadie. Bueno, Milei se ha inclinado por esta segunda opción. Por ello, la decisión de ir a confrontar contra quien ha venido siendo su principal socio y aliado, que es el PRO, en la Ciudad de Buenos Aires —donde el PRO gobierna—, y ahora esta propuesta bastante forzada de alianza con el PRO, en donde el PRO se integra en un frente electoral curiosamente llamado “Frente de La Libertad Avanza”. Como si la nominalidad ya nos dijera que ahí no hay una relación de pares entre La Libertad Avanza y el PRO, que hay, en todo caso, un encolumnamiento del PRO detrás de una oferta electoral que tiene la identidad de La Libertad Avanza.
Bueno, esto es lo que está intentando hacer Milei: construir una mayoría propia, que naturalmente lo expone a una mayor dificultad para conseguir esas mayorías que busca. Porque si fuera una alianza —o fuera un sistema de alianzas— con todos aquellos sectores que pudieran tener alguna afinidad con lo que él propone, quizás llegaría más rápido a las mayorías. Pero no es lo que está persiguiendo. Y esto puede ser una complicación, porque cuando uno mira el panorama general, ¿a dónde está yendo La Libertad Avanza en este turno electoral?
Ayer, el presidente, en esta pelea con los gobernadores, dijo: “Los espero el 11 de diciembre”, asumiendo que el 11 de diciembre él va a tener la fortaleza para no necesitar de los gobernadores. Ahora, si uno hace un ejercicio de proyección de cómo dicen las encuestas que le va a ir a La Libertad Avanza y lo traduce en cantidad de bancas, uno podría proyectar con bastante verosimilitud que Milei va a estar más cerca del primer Congreso de Macri que del segundo Congreso de Macri.
¿Cuántos diputados tenía Macri en el primer Congreso?
Macri arrancó el 10 de diciembre de 2015 con 86 diputados.
No creo que llegue a esa cantidad, porque 86 es más del tercio. Los cálculos, si tiene 40%, te daría 73 diputados.
Por eso digo: él tiene un bloque en donde no renueva mucho, porque de 39 solamente hay ocho diputados que finalizan mandato, con lo cual arrancaría de 31. Necesitaría conseguir 55 para llegar a 86, que es el tercio. Es decir, tendría que ser una muy buena elección para llegar al punto de partida de Macri. Y si nos vamos a hacer el mismo ejercicio en el Senado, estamos en una circunstancia parecida.
Por eso yo digo: da la sensación de que esta idea de Milei, de querer construir un instrumento propio que él controle, que esté efectivamente asociado a su denominación partidaria y a su color partidario, le va a costar tener más lejos las mayorías que él necesita para tomar decisiones. Así que yo no sé si va a estar en condiciones, como él dice, de esperar a los gobernadores el 11 de diciembre para no necesitarlos para tomar decisiones.
Claudio Mardones: quería preguntarte al respecto de algunos de los ecos que quedaron después del cierre en la provincia de Buenos Aires, esta nueva marca sin PRO. Este acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO para la provincia de Buenos Aires, la tensión latente adentro del PRO, en torno especialmente a los intendentes que responden a Jorge Macri. Y sobre esto te quería preguntar. Con esta foto y con estos antecedentes de un macrismo que aceptó, que ha quedado en algunos casos postergado en términos de la presencia de la marca, con un sector que responde a Jorge Macri que quedó con un mal sabor, con versiones de ruptura… ¿Cómo va a impactar esto, desde tu punto de vista, en la otra pelea que tiene Jorge Macri? ¿Qué creés que va a pasar en la Ciudad de Buenos Aires, ya con este antecedente de provincia, para el capítulo que queda en la Ciudad de Buenos Aires? ¿Va a ser igual el acuerdo del PRO y La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires? Te lo digo sin perder de vista el antecedente del 18 de mayo. ¿Qué ves vos al respecto?
Bueno, yo te diría: si hay algo que condicionó las decisiones que los dirigentes del PRO de la provincia de Buenos Aires tomaron en relación a esta alianza con La Libertad Avanza, en donde no pudieron defender ni siquiera que la identidad partidaria estuviera reflejada en la nominalidad de la alianza, yo creo que lo que condicionó esa decisión es que lo alternativo, que el PRO fuera por su propia cuenta a competir en la provincia de Buenos Aires, lo iba a exponer a un resultado muy malo en términos reputacionales. Porque —aún peor, podríamos decir— el PRO iba camino a una muy mala elección y a dejar materializado en el resultado electoral su insignificancia política, por llamarlo de alguna manera. Entonces eso lo empujó un poco a aceptar estas condiciones bastante poco dignas. De hablar de un frente, pero en realidad quedaron subsumidos en una alianza que lleva el nombre de su socio.
Esta misma condicionalidad creo que aplica a lo que se puede analizar de cara a la elección de octubre en la Ciudad de Buenos Aires. Habiendo tenido el resultado de mayo, el PRO probablemente esté frente a la alternativa de quedar aún más expuesto. Porque es muy probable que la elección de octubre en la Ciudad de Buenos Aires esté aún más polarizada de lo que estuvo la elección de mayo. Porque es una elección que, además, como reparte bancas a senadores, y las bancas se las llevan los dos primeros, , con lo cual, ya desde el incentivo de la asignación de escaños, hay un incentivo mayor a la polarización. Esto lo puede exponer mucho más al PRO.
Por eso digo: habrá que ver si el PRO no tiene una resolución parecida. Lo que falta saber es qué le va a ofrecer La Libertad Avanza al PRO para lograr un acuerdo algo distinto a lo que se hizo en mayo. Se está hablando de la posibilidad de que La Libertad Avanza le ceda el segundo lugar en la lista de candidatos a senadores, de modo tal que el PRO al menos tenga la posibilidad de tener un representante. Al menos uno, frente a la posibilidad de no tener ninguno, porque de salir tercero no tendría ninguno.
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Entonces, yo creo que ahí veo como mejores condiciones —no por los buenos motivos para el PRO—, pero mejores condiciones para que el PRO esta vez se incline a una alianza de cara a la elección nacional. Lo cual no implica que sea un acuerdo beneficioso para el PRO, porque habrá que ver cuánto le deja La Libertad Avanza, por ejemplo, en la lista de candidatos a diputados nacionales. Porque, naturalmente, ahí probablemente el PRO tenga las de perder en esa negociación.
Ahora, ¿es probable que esos diputados o legisladores de distintos sectores de la provincia de Buenos Aires del PRO que vayan bajo el sello del Frente de La Libertad Avanza, luego del 10 de diciembre se independicen de La Libertad Avanza y sigan siendo del PRO? O sea, ¿que sean caballos de Troya del PRO?
Bueno, a ver, lo que puede ocurrir es que quieran conservar esa identidad partidaria en el Congreso, de modo tal de ganar algún tipo de capacidad de incidencia. Porque, en última instancia, al estar diferenciados del bloque oficialista, tienen alguna capacidad de diferenciarse en las discusiones particulares que puede haber en el Congreso a partir del 10 de diciembre. Que es un poco lo que naturalmente buscaría cualquiera. Con lo cual, uno puede asumir que este es el costo que estaría pagando La Libertad Avanza, que es ceder el ingreso en sus listas a algunos dirigentes que no van a formar parte del oficialismo, o que van a funcionar como una suerte de interbloque pero con cierto grado de autonomía, por lo menos para discutir las cosas que se van a votar y no tener una disciplina partidaria férrea que obedezca 100% a la voluntad del presidente.
Son las dificultades que enfrenta este presidente por haber protagonizado la elección 2023 del modo en que la protagonizó. Yendo a disputar esa elección presidencial solamente con dos diputados. Parte de la anomalía obedece, en buena medida, a la decisión del propio presidente de ir a competir en esas condiciones.
Por eso, ya sea, no cantaría victoria de que esos diputados que consiga La Libertad Avanza, sumando gente del PRO, terminen siendo diputados de La Libertad Avanza en diciembre. Y mucho menos si hay turbulencias. Me imagino incluso a muchos de los diputados de La Libertad pasándose al PRO si hubiera turbulencias.