MODO FONTEVECCHIA
Análisis

Lucas Romero: "Milei es más un accidente que un artífice"

El analista contó que Milei reconoció en una entrevista que ganó "de carambola". "Se vio beneficiado de aspectos que no necesariamente tenían que ver con lo que su propia estrategia había pensado", explicó en Modo Fontevecchia.

Lucas Romero. analista político
Lucas Romero. analista político | Cedoc

El politólogo Lucas Romero sostuvo que el apoyo a Milei se mantiene entre la gente que lo votó en el balotaje en base a la expectativa, a la ilusión y al deseo de querer no haberse equivocado. “Lo que Milei está logrando es sostener los niveles de apoyo en el electorado que lo votó en un 90%, que no es nada despreciable en virtud de lo que está ocurriendo en materia económica”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Lucas Romero es consultor y analista político. Oficia como director de la consultora Synopsis Consultores y es responsable del área de Análisis de Escenarios Políticos.

Dijiste en tus redes sociales que “toda la historia de amor entre Milei y Fátima parece sacada de los libros de Sócrates”. Nos resultó llamativo, porque Sócrates no escribió ningún libro. ¿A qué te referías con esa expresión? 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Es una humorada. Si los libros de Sócrates no existen, uno puede suponer lo que puede ocurrir con el amor entre Milei y Fátima Flores.

¿Cree que esto tuvo que ver con un intento de tener llegada a un sector que no le interesa la política pero sí el espectáculo?

No lo puedo afirmar. Sí se puede afirmar que es una práctica habitual de la política. Milei, si actuó desde esta perspectiva, podría estar cayendo en los hábitos y vicios de la política. Es habitual que los políticos traten de mostrar una vida personal, familiar, acorde a lo que el electorado y la ciudadanía demanda en términos de valores tradicionales.

Si es que fue así, posiblemente haya existido la tentación de transmitir la idea de un Milei estable emocionalmente en términos de vinculación amorosa, con una pareja. Todo esto caerá en el terreno de las especulaciones, pero en todo caso, es un aspecto de la vida familiar, personal, de la dirigencia política que no es menor pero no termina siendo tampoco el determinante para entender.

Andrés "Cuervo" Larroque: "Milei eligió a Kicillof como enemigo y los peronistas sabemos qué hacer" | Modo Fontevecchia

¿Considera que cambiaron los valores? Carlos Menem y Raúl Alfonsín, por ejemplo, tuvieron que ocultar sus separaciones en campaña.

Se supone que Milei representa una propuesta de valores más conservadores, sobre todo en las cuestiones sociales y culturales. Se supone que el electorado de Milei es más afín a las ideas más tradicionales en términos de constitución de familia. Es un presidente que se expresó en contra del aborto y que promueve valores tradicionales de los sectores más conservadores.

En esto quizás hay afinidad con esta idea de mostrar un presidente en pareja estable, y transmitirle a ese electorado potencial al que él se quiere dirigir que transcurre por los andariveles más tradicionales de la vida social.

Analía Del Franco: "Gran parte de la población está esperando que Javier Milei castigue a la casta"

En el libro El Loco, Juan González cuenta que Milei sólo tuvo dos parejas, y que su breve relación con Fátima sería la segunda. Si su relación con Fátima fue como los libros de Sócrates, podríamos conferir que Milei solo tuvo una pareja en sus 52 años de vida.

Toda su vida personal ha tenido muchas singularidades, no ha sido una vida tradicional, término medio. Milei ha tenido muchas rarezas en sus 52 años de vida y esta es una más. Es una persona que no ha tenido vínculos y relaciones de amor con frecuencia ni ha tenido una relación estable que le haya permitido construir una familia y tener hijos.

Era un tema conocido en la campaña al punto de que sus rivales intentaban sacarle provecho al contraste mostrándose en familia, con hijos, como si eso pudiera ser un aspecto valorable en la compulsa electoral.

Si uno analiza las tendencias, en Estados Unidos, entre las parejas casadas, tener hijos en la década del 90 era importante para el 59% de la gente, hoy lo considera importante menos del 20%, es decir que los valores van cambiando con el tiempo también…

Sí, sobre todo para los segmentos jóvenes. Ahí hay una coincidencia, porque Milei recogió mucho apoyo entre los jóvenes que son menos tradicionales en términos de los valores sociales, menos apegados al concepto de familia y mucho más abiertos en términos de orientación sexual. En este último aspecto hay una disonancia con respecto a lo que Milei representa.

En todo caso, podría ser para los jóvenes un aspecto menos relevante un dirigente político que no muestra una vida familiar tradicional con pareja e hijos. Finalmente fue un electorado que terminó construyendo en gran medida el triunfo de Milei el año pasado.

En un reportaje que dio ayer en Estados Unidos, Milei dice textualmente: “Si vos mirás lo que fue mi campaña electoral, no existe registro histórico de alguien que haya sido agredido tan violentamente. Se han metido con aspectos de mi vida privada, me han estudiado y calumniado, se han metido con mi hermana, con mis padres, hasta con mis perros”. Luego dijo que el periodismo argentino es “La peor cloaca del Universo”. ¿Hay una contradicción en el hecho de que los presidentes utilicen como parte de su estrategia de comunicación su familia y sus afectos, pero luego, si el periodismo se mete con eso se sientan invadidos en su privacidad? ¿Tiene derecho a privacidad un presidente, o al menos limitaciones en su derecho a la privacidad?

No la tiene. Tiene que administrarse, eventualmente, si quiere tener privacidad. Es una figura pública expuesta al escrutinio público. La gente no sólo lo mira en su faceta profesional y administrativa, también le interesa mirarlo en otros aspectos. Eso le pasa a todas las figuras públicas, no solamente a los políticos.

Después está la habilidad que tenga cada uno para conservar ciertos espacios de privacidad.

Alberto Fernández
Romero analiza que, mientras la oposición que fue Gobierno carga con el costo de su mala gestión, el otro sector opositor afronta la dificultad de compartir el mismo electorado que el Gonbierno, que no quiere que se le pongan "palos en la rueda" a Milei.

A lo que me refiero es que, si el Presidente pone en el bastón presidencial a sus cinco perros, cómo no va a ser luego eso de interés periodístico…

Pero a parte, Jorge, él mismo se ha sacado fotos con sus perros. Él mismo ha contribuido a que esa fase de su vida personal sea pública. Él mismo hace referencia a sus perros en las entrevistas. Cuando uno comparte una parte de su vida de esa manera, la hace visible públicamente, y eso se transforma en objeto de opinión, de comentarios.

Lo que es público es de lo que hablamos, lo que comentamos. La prensa observa, describe y transmite eso a quienes consumen los contenidos periodísticos. Hay una pericia también de cada uno de los personajes respecto de cómo cuidan o protegen aquello que quieren que sea privado, y cómo aquello que no protegen termina siendo motivo de discusión y comentarios públicos.

Miguel Ponce: "Este Gobierno nos está acercando a un hospicio a cielo abierto" | Modo Fontevecchia

Alejandro Gomel: Quería consultar justamente por todas estas contradicciones que mencionás de Milei. Él muestra su vida, luego se queja si se opina. ¿Cómo crees que está tomando la gente esto? Por ahora, al principio por lo menos, las últimas encuestas hablan de que hay un acompañamiento, ¿creés que hay realmente un cambio de paradigma? ¿Hay un cambio de época? ¿Es algo temporal? ¿Qué estás viendo en la reacción de la gente ante todo esto?

Me inclino a pensar que Milei es más un accidente del devenir que un artífice del devenir, o de su devenir. Él mismo dijo en una entrevista que dio en Estados Unidos que su triunfo fue un poco “de carambola”. Cuando algo es “de carambola” es porque uno no es artífice de lo que acaba de ocurrir. En algún punto todo este proceso que depositó Milei en la Casa Rosada fue un proceso muy complejo en donde Milei se vio beneficiado de aspectos que no necesariamente tenían que ver con lo que su propia estrategia había pensado y diseñado en términos de objetivos políticos y electorales.

Cuando uno llega a ese lugar, uno termina asumiendo una representación que quizás no le es propia en términos plenos, y eso supone que, seguramente, muchos aspectos que Milei transmite, muestra y representa, no son del agrado de su propio electorado. Ahora, como todo proceso complejo de estas características, hay variables que son independientes para la construcción de un juicio de valor que la gente hace sobre lo que Milei está haciendo y hay otras que son dependientes.

Todos estos aspectos accesorios que venimos señalando que son contradicciones dentro de la personalidad de Milei quizás terminan siendo accesorios a lo que es la variable independiente, si se quiere, y que determina el juicio de valor que la gente va a efectuar sobre Milei, que es si Milei le resuelve los problemas o no.

Lo señalo porque creo que aquí solemos cometer una simplificación en el análisis, cuando decimos que “la sociedad argentina sigue sosteniendo su apoyo a Milei”. Bueno, no es la sociedad argentina. Si uno divide a la sociedad argentina en tres sectores, los que votaron a Milei, los que votaron a Massa y los que no votaron, uno debería analizar que Milei no sedujo a ninguno de los que no lo votó en el balotaje el 19 de noviembre, que votó a Massa. Por otro lado, en el segmento que no votó o votó en blanco, mayoritariamente estamos viendo una mirada crítica o desaprobatoria del gobierno de Milei. Lo que Milei está logrando es sostener los niveles de apoyo en el electorado que lo votó en un 90%, que no es nada despreciable en virtud de lo que está ocurriendo en materia económica.

Es decir, esto de sostener los niveles de apoyo tienen que ver estrictamente con su electorado, que es un electorado que lo eligió y que, en el acto de elegirlo, quiere tener razón. En ese deseo de querer haber hecho lo correcto el 19 de noviembre, es un electorado que le va a tener mucha más paciencia que el que no lo eligió. Esa paciencia está sujeta a algo que ya hablamos con ustedes en una entrevista anterior, que es la legitimidad temporal a la hora de emitir un juicio de valor crítico. Los votantes de Milei probablemente quieran ver un poco más antes de pasarse a adoptar una posición crítica.

Lucas Romero: "La ventana de tiempo se le está acabando a Milei" | Modo Fontevecchia

Hoy quizás, no habiendo resultado a confirmar que su decisión fue correcta el 19 de noviembre, están emitiendo su juicio de valor sobre lo que Milei está haciendo sobre la base de una ilusión, de una expectativa. Esto es lo que estamos viendo en materia de opinión pública. 

Entonces, ¿puede puede haber aspectos contradictorios de Milei y aspectos que no gusten de Milei al electorado que lo eligió?, sí. ¿Todavía ese electorado sostiene su apoyo?, sí. ¿En base a qué? Bueno, la hipótesis que tenemos nosotros es que es en base a una expectativa, a una ilusión de que efectivamente esto pueda funcionar.

Por eso es muy importante ofrecer resultados. Hemos hablado mucho de su estrategia de “resolver todo en 2025”. Llegar a 2025, tener mayoría parlamentaria y poder tomar decisiones. Bueno, primero hay que poner en cuestión ese análisis, porque no es seguro que Milei constituya una mayoría 2025, pero aún si así lo fuera, hasta el 2025 va a pasar un tiempo, y en ese tiempo, Milei necesita resultados para convencer a la gente de que este es el rumbo correcto. Esa es la especie de “trampa temporal” en la que está Milei. Por eso necesita resultados para ir alimentando esa ilusión, porque en algún momento esa ilusión puede desaparecer.

Claudio Mardones: Algunos consultores analizan que quienes han antagonizado con Javier Milei en estos meses han pagado un costo muy alto. Un caso es Ignacio Torres, gobernador de Chubut, o Martín Lousteau. ¿Cree que esto tiene que ver con que el arco opositor todavía no encuentra una representación nítida?

Bueno, no hay no hay un único universo opositor, hay varios. Yo distinguiría particularmente dos. Por un lado, la oposición peronista, ex oficialismo, que gobernó hasta el 10 de diciembre y arrastra una pérdida de legitimidad por lo que ofreció en el ejercicio del poder, y eso naturalmente los condiciona para ejercer un rol opositor

Por otro lado, está la oposición no ex oficialismo, que son los que mencionás vos. Dirigentes que formaban parte de Juntos por el Cambio, que no fueron gobierno hasta el 10 de diciembre, pero que tienen una dificultad que es que, en algún punto, el electorado que permitió que Milei gane la elección en la segunda vuelta es un electorado compartido por esos dirigentes. 

Milei ha logrado, creo que con inteligencia, desarticular la emergencia de alternativas que pudieran tener legitimidad para oponerse. En esta búsqueda muy tradicionalmente “populista” de trasladarle a la gente que esto es blanco o negro, sin grises, ha logrado consolidar su representación sobre esa porción del electorado, que hoy lo ve como quien representa sus intereses. Con lo cual, si un dirigente como Martín Lousteau o Ignacio Torres, que pudieran ser dirigentes que asuman la representación de ese electorado no peronista, se le enfrentan, entran en contradicción con las necesidades de ese electorado, que piensa “no le pongas palos en la rueda a quien hoy me está representando”.

Esa es la dificultad que hoy tiene la oposición no ex oficialismo. Su potencial electorado no quiere que se le ponga palos en la rueda a Milei porque ve que lo alternativo está amenazando. Entonces, si a uno no lo eligen por ser el mejor, tiene que procurar que lo elijan por no ser el peor. En eso, creo que Milei ha sabido interpretar que sus peores amenazas están en la dirigencia opositora no ex oficialismo, que son quienes podrían construir una alternativa en detrimento de la otra alternativa, que por ahora está deslegitimada y no tiene condiciones competitivas para presentarse como una amenaza para Milei.

Me parece que ahí está la clave para entender por qué a esos actores como Martín Lousteau e Ignacio Torres les cuesta pararse frente a un dirigente que hoy está representando a su propio electorado.

FM