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MODO FONTEVECCHIA
ENTREVISTA

Mariano Fernández: "Antes de hablar de reforma laboral, hay que hablar de una Ley de Independencia del BCRA"

El economista y Fontevecchia analizan el salvataje de EE.UU. a Milei. Señala que es transitorio, carece de sustento institucional y el riesgo país sigue alto.

Mariano Fernández
Mariano Fernández | X @UCEMA_edu

El economista Mariano Fernández advirtió a Jorge Fontevecchia que el apoyo financiero de los Estados Unidos a Javier Milei es un salvataje coyuntural (swap y garantías) que carece de la institucionalidad necesaria, temiendo que el acuerdo se limite a una cuestión de líderes (Trump-Milei).

El economista enfatizó que la urgencia argentina es lograr confianza para reestructurar deuda a largo plazo, lo que requiere una Ley de Independencia del Banco Central y una reforma bancaria antes que las reformas estructurales, proyectando un escenario incierto más allá de siete meses.

Fernández es un economista egresado con una maestría en economía en UCEMA y una licenciatura en economía de la Universidad de Buenos Aires. Fue profesor titular de las cátedras de macroeconomía superior en UADE y adjunto en finanzas internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella. Es coeditor de la sección análisis de la revista UCEMA y ha publicado artículos de coyuntura económica en los principales medios del país.

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JF: Entrevistábamos recién a quien fue presidente del CARI, José Octavio Bordón, que decía que a Milei lo salvó la geopolítica más que la economía, que fue mejor geopolítico o especialista en geopolítica que especialista en economía. ¿Le sonríe hoy la geopolítica a Milei? ¿Lo salva en su economía?

MF: Yo creo que hay que tener dos visiones acá. Una visión es que esto son cosas que son independientes de quién ocupe la Casa Rosada en Argentina y posiblemente haya algún tipo de cambio de decisión estratégica del gobierno de Estados Unidos. Lo que hay que preguntarse en relación a eso es si es un capricho de un presidente con características —hablo de Estados Unidos, ¿no?— muy distintas a las que hemos visto a lo largo del tiempo en Estados Unidos, así con características un poco más autocráticas y menos democráticas. La pregunta entonces es si este entorno nuevo geopolítico en donde se enmarca Argentina es sostenible en el tiempo o no. Desde ya, esto lo beneficia a Javier, sin duda, pero abre muchos interrogantes que todavía no están resueltos.

JF: Vos que conocés al Javier que no era presidente, al Javier economista. Este Javier que ves después de las elecciones, su actitud, podríamos decir, de mantener sin modificaciones su política cambiaria, ¿es real o crees que es una coyuntura hasta luego de la aprobación de las reformas y allí cambiaría su política cambiaria? ¿Cuál es tu propia perspectiva de cómo modificó el pensamiento económico el triunfo electoral a Javier Milei?

MF: Mira, la buena noticia es que no tuvimos un Javier Milei tan eufórico diríamos, tan desequilibrado como lo tuvimos cuando tiene la presidencia. Yo tomaría todo con pinzas y con mucho cuidado, ¿no? Pero dentro de esa buena noticia hay obsesiones, obsesiones de Javier por sostener el sistema de bandas cambiarias, por sostener el cepo, por sostener un superávit, un equilibrio primario, basado en disminuciones transitorias del gasto. Es decir, hay algunos elementos que no han cambiado. De hecho, yo diría, no cambió mucho en Argentina. Lo único que cambió es que ahora tuvimos de vuelta un nuevo salvataje. Si hace unos meses o seis meses tuvimos el salvataje del fondo, y ahora tenemos un salvataje de Estados Unidos. Desde el punto de vista macroeconómico no hay cambios sustanciales en la política. Lo que resta por ver ahora es cómo se materializan esos cambios y cuál es mi duda, mi gran duda es el soporte institucional de todo esto. Porque si nuevamente caemos en los mismos errores que tuvimos cuando hicimos el acuerdo con el fondo, que es lo que hasta ahora aparenta ser, en seis u ocho meses vamos a estar nuevamente con un problema. Y veremos ahí hasta dónde llega el alcance del swap de monedas y hasta dónde llega la garantía que se está negociando con el sistema de operaciones de mercado abierto de la Reserva Federal.

Lo que digo es que ninguna de estas cosas aparece como permanente ni tienen el sustento que podrían o deberían tener acuerdos monetarios institucionales tan importantes. Eso me da un poco de temor, un poco de pánico, en el sentido de que esto podría llegar a terminar muy mal si se maneja mal y hasta ahora no hay síntomas de que se haya manejado bien. Te voy a dar un ejemplo. El acuerdo marco se basa en tres patas.

Una es un acuerdo comercial que va a llevar mucho tiempo su implementación. Los acuerdos comerciales no son instantáneos; requieren mucho tiempo de coordinación de políticas fiscales, políticas monetarias, políticas arancelarias, políticas para-arancelarias y a partir de ahí iniciar caminos de inversiones conjuntas, de cambios en el sistema productivo, cambios en el sistema fiscal. Así que el acuerdo comercial es un acuerdo político que desde el punto de vista político está mal manejado. Porque pareciera ser que la única garantía del acuerdo con Estados Unidos es Trump desde Estados Unidos y Milei desde Argentina. Estamos hablando de una cuestión de estado. El SWAP, el otro punto de apoyo, es el SWAP. Bueno, el SWAP no soluciona nada. El swap es un acuerdo de intercambio de monedas que nos puede servir para una coyuntura sí, y estos 20.000 millones de dólares se pueden acabar muy rápido si Argentina comienza a cometer errores o hay algún tipo de escenario de temporal internacional. Es decir, no es que es un swap definitivo.

Y el tercer punto, que es la garantía de la deuda de los títulos, también está mal implementado. Primero, estamos hablando de deuda pública. Parte de esa deuda pública que hoy tiene Argentina es el problema de la deuda pública de corto plazo y lo que Argentina necesita es algún tipo de reestructuración de esa deuda pública que permita ampliar el horizonte de vencimientos y descomprimir la presión que ejerce sobre el sistema financiero local frente a escenarios de incertidumbre. Entonces, la duda ahí es: esta garantía es una garantía de corto plazo, no es una garantía como fue en los '90, por ejemplo, el Plan Brady o como fue el salvataje a la economía mexicana, que fue atada dentro de un marco institucional en donde todas las fuerzas políticas con disidencias, con diferencias, pero todos estaban desde el punto de vista de la política. Es decir, el transformar esto en política de estado.

Ese es mi temor. Mi temor es el péndulo y el péndulo ahora es un péndulo doble que se potencia porque Argentina siempre ha sido pendular, pero Estados Unidos también hoy aparenta ser pendular. Mi duda es cuando no esté Trump en la administración, ¿Estados Unidos va a mantener los compromisos o el vigor de estos compromisos? ¿O el acuerdo comercial va a caer en una especie de negociación infinita que va a terminar en la nada? Condicionar dichos acuerdos solamente al signo político de un gobernante me parece un error, un error desde el punto de vista de la comunicación política.

JF: A ver Mariano, si lo puedo traducir y vos me corregís si lo estoy haciendo mal. Vos lo que decís es: el apoyo del tesoro, el swap, es una especie de bombero, pero lo importante es que Argentina pueda salir al mercado. Que el riesgo país baje lo suficiente como para que pueda renovar su deuda en plazos largos, dividido en varios años, y que salga de los vencimientos que tiene enormes en cada uno de los próximos dos años. Para lo cual, lo importante es la confianza que genere la Argentina para poder salir a los mercados de deuda voluntarios, y si esto no sucede, si no logra esa confianza por más ayuda de los Estados Unidos, igual se choca.

MF: Mira, hay un indicador, es cierto, es así. Hay un indicador que debería llamarnos la atención y es si efectivamente este plan de garantías de títulos, el SWAP, esencialmente las dos patas financieras del salvataje, fueran perfectamente eficientes, el riesgo país de Argentina debería bajar a los niveles de Chile, pero no sucede. Desde ya, en medio del escenario de corrida, el riesgo país trepó a 1.000, pero hoy se ubica entre 550 y 650 puntos básicos sobre la tasa de interés. Eso está mostrando que hoy Argentina estaría renovando si sale a los mercados internacionales compromisos entre el 8 y el 9%. Eso es carísimo, sigue siendo muy caro. El punto es, seguramente el mercado está ajustando que todavía faltan hacer cosas o se están haciendo las cosas no del todo bien para garantizar de alguna forma esta previsibilidad de largo plazo en el esquema de renovación de deuda y en el esquema de inserción financiera argentina en el mundo.

Si no, esencialmente lo que va a pasar es que vamos a salir a los mercados de capitales volviéndonos a endeudar caro y nuevamente cualquier temporal internacional o cualquier temporal doméstico va a hacer que el riesgo país en medio de una nueva crisis que puede estar detonada por cualquier cuestión doméstica o externa, y nuevamente estemos de vuelta en 800, 900, 1.000 puntos básicos.

JF: Mariano, ¿qué posibilidades le ves a que llegue con éxito en 2027? ¿O qué posibilidades le ves al escenario de que termine mal como decías hace un ratito? ¿Qué posibilidades tiene un escenario y el otro? ¿O a cuál le asignás más posibilidades?

MF: Mira, si yo analizo la coyuntura, yo siempre digo, en Argentina uno tiene una visión muy corta porque no puede proyectar desde el punto de vista macroeconómico más allá de un periodo determinado. Esto lo que hizo fue... antes de las elecciones la visión era a tres meses. Hoy ese escenario se ve un poquito más largo, pero yo no lo veo más allá de siete u ocho meses.

Desde el punto de vista coyuntural, tenemos un grave problema doméstico que es que estamos en medio de la tormenta, que es una gran recesión, una recesión profunda que está sufriendo Argentina. Y eso va a tener consecuencias: consecuencias sobre la tasa de empleo, consecuencias sobre la tasa de crecimiento que va a afectar los primeros seis meses la tasa de crecimiento de la Argentina.

Tenemos otro problema si mantenemos el esquema de bandas cambiarias y no permitimos liberar la parte del CEPO que queda. Nuevamente, esta ayuda financiera, este influjo nuevo de capitales, lo que hace es volver a trazar el tipo de cambio, generando nuevamente en los próximos seis, siete meses algún problema en la cuenta corriente. Es decir, posicionándonos en una situación similar a la que teníamos en septiembre, octubre de este año, dentro de no sé, siete u ocho meses.

La recesión afecta también la recaudación fiscal. Y por otro lado, el ajuste transitorio que hace el gobierno a través de obra pública y a través de jubilación no es sostenible en el tiempo. Argentina necesita una reforma del Estado seria y una reforma previsional seria que no es solamente... o no es modificar la edad jubilatoria o tocar dos o tres cosas. Requiere una discusión muy profunda acerca de cuáles van a ser los mecanismos de financiamiento del sistema previsional y esto es complejo y requiere negociaciones.

Entonces, la respuesta sencilla a la que vos me dijiste es: bueno, yo no puedo mirar más allá de siete meses. Viene una calma para los mercados financieros por los próximos siete meses. La posibilidad de un sector nuevamente de hacer negocios, hoy ese sector es el sector bancario que, como el spread de tasa sigue siendo muy alto, pueden seguir prestando dinero (tarjetas de crédito, créditos personales o un spread gigantesco). Algo de esto va a ser emisión de deuda corporativa por parte de las economías privadas domésticas que va a permitir influjo de dólares. Pero el punto es, ¿y si dentro de seis meses todo eso se acaba?

JF: Mariano, a ver, normalmente estamos con un tipo de cambio atrasado. Te lo voy a poner entonces en un planteo más binario para que el riesgo país llegue a 300 y pueda resolverse el problema de la deuda y quitarse la espada de Damocles de la crisis financiera. Para que eso suceda, ¿es más importante la reforma laboral, la reforma tributaria y eventualmente la reforma previsional, o —y te lo planteo de una manera simplista, una cosa excluyente de la otra, que la vida no es así, pero lo estoy haciendo simplemente con un objetivo didáctico— es más importante para que llegue a 300 puntos el riesgo país estas reformas que vota el Congreso o que se modifique el sistema cambiario liberando el CEPO y haciendo que el dólar flote?

MF: Te voy a dar prioridades. Las reformas laboral, la reforma impositiva, van a tener impacto en el mediano y largo plazo si están bien implementadas. Significa que hoy no tienen impacto sobre el riesgo. El problema hoy de Argentina, la urgencia, es tratar de hacer que todo ese stock de deuda de corto plazo pueda ser reestructurado en forma voluntaria con plazos más largos y con tasas más bajas. Después de eso, el segundo punto ya no es una reforma, es un comportamiento del sector público mucho más eficiente del que tenemos hoy. Y después vendrían las reformas.

JF: Pero para poder hacer esa reestructuración, reperfilación de la deuda, ¿implicaría que el riesgo país baje? Para eso, ¿liberar el mercado cambiario sería imprescindible?

MF: Mira, no es solo liberar el mercado cambiario. Es liberar el mercado cambiario y hay una reforma, por ejemplo, que podría ser instantánea que en Argentina no se discute, que es una Ley de Independencia del Banco Central. En Argentina sigue la autoridad fiscal y la autoridad monetaria siguen siendo la misma autoridad y eso genera mucha discrecionalidad y eso no está en la agenda del gobierno, con lo cual es peligroso, muy peligroso. Es decir, antes de hablar de reforma laboral, reforma impositiva, reforma previsional, yo tendría que hablar de una Ley de Independencia del Banco Central.

Y hay otra cosa que no se habla en Argentina, y es un cambio en la normativa del sistema bancario, es decir, una reforma bancaria que le obligue de alguna forma a los bancos a reconstituir reservas y disminuya la intervención de dichos bancos en los mercados de deuda del Estado nacional y el Estado Provincial. Porque ahora vamos a tener un riesgo nuevo y el riesgo nuevo es que las provincias con la baja transitoria del riesgo país puedan salir a endeudarse en el sistema privado emitiendo algún tipo de bonos. Y eso nos generó problemas, si recordás en el 2001, que las provincias salieron a endeudarse. Entonces, hay que solucionar esos problemas, yo diría antes, ponerlos en la agenda política antes y gastarse la pólvora en eso, porque esto es importante para lograr la estabilidad financiera y sacar el CEPO.

JF: Así como te escucho, parece que sí es imprescindible, y lo prioritario, una ley que marque la separación del Banco Central del poder ejecutivo, y como eso no está en la mente ni de Milei y mucho menos en la de Caputo, la conclusión sería: ¿tu pronóstico es reservado?

MF: Exacto, sí. Y puedo mirar a seis meses, y si esto sigue así en seis meses —por decir un tiempo, ¿no?—, digo, no puedo ver más allá de esa fecha en Argentina. Y eso se va a llevar puesto el acuerdo comercial y se va a llevar puesto cualquier cosa que pueda ser una buena intención bien manejada.

DS CP