Claudio Loser, ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, consideró acertada la decisión oficial de avanzar con una corrección del esquema cambiario y sostuvo que “me parece muy bien la corrección de las bandas” en el actual contexto. “No es que gana el Fondo y Argentina pierde”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), y explicó que la flexibilización del tipo de cambio era necesaria luego de que el Gobierno “se sentó sobre el tipo de cambio pensando que era importante para reducir la inflación”. En ese marco, valoró que el Banco Central haya anticipado que “va a ir comprando de todas maneras”, porque eso ayuda a que el mercado entienda que “no está esperando un momento para comprar barato” y refuerza la señal de estabilidad.
Claudio Loser es director, fundador y presidente ejecutivo de Centennial Latinoamérica. Es un experto en economía e instituciones latinoamericanas. Durante su carrera en el Fondo Monetario Internacional mantuvo varios puestos de alta dirección, incluyendo el de director del Departamento del Hemisferio Occidental.
Acá en Argentina estamos diciendo: “El Fondo Monetario ganó”, y que finalmente el gobierno tuvo que ceder porque en enero viene una misión del Fondo que tiene que darle un waiver por los 8.000 millones de dólares no acumulados de reservas este año, y que esta pulseada finalmente terminó venciéndola Georgieva, quien dicen incluso que cuando Milei tuvo que atrasar un día su viaje a los Estados Unidos para ver a Bessent y firmar el acuerdo del crédito de intercambio de monedas, se atrasó un día porque Georgieva le había pedido a veces una reunión y le dijo que tenga en cuenta que en la Argentina hay un problema ideológico en la falta de acumulación de reservas. ¿Le resulta verosímil?
Si y no. Como decía un mexicano, ni a favor ni en contra, sino todo lo contrario. El tema es que no es que gana el Fondo y Argentina pierde. Es que cuando el Fondo dice estas cosas es porque piensa, y yo también, de que Argentina está ganando y lo que estaba haciendo el gobierno era retrasándose. Evidentemente las elecciones argentinas crearon un ruido tremendo y, eso hizo que se atrasara la acumulación de reservas, y el gobierno se sentó sobre el tipo de cambio pensando que era una cosa importante para reducir la inflación.
Yo creo que todos estaban empujando, los analistas por supuesto, también el Fondo Monetario y otros más, que había que flexibilizar el sistema cambiario. No lo hizo exactamente como yo hubiera pensado, pero no importa. El hecho de que lo está haciendo con la inflación pasada, cómo mueve las bandas, está bien, y va a ayudar. Y el hecho importante para mí es que en el Banco Central ayer dijeron: “Hay que verlo para creerlo”, que van a ir comprando de todas maneras para que la gente se vaya haciendo la idea de que no está el Banco Central esperando un momento para comprar barato. Y yo creo que eso es una buena cosa. No sé qué pasó hoy con el dólar, tengo que confesar que, siendo un poco más tarde acá, he estado un poco atrasado para mirar los números, pero fundamentalmente creo que es positivo.
No me refería a que Argentina perdía, sino que el que perdía era Caputo y Milei, en el sentido de que consideran que ideológicamente que hay un problema ideológico y un problema epistémico, podría decir más que ideológico, de que las reservas no son tan necesarias como lo considera el Fondo Monetario, y tratando de ayudar a la Argentina, convencer, obligar, forzar, empujar, mover, que cambie esa actitud frente a la acumulación de reservas. Paralelamente también hay un paper del Fondo, del comienzo de este año, el que hablaba de un retraso cambiario de 20%.
Y que ya este año se produjo una corrección de 10% de ese 20%, porque la devaluación fue 10% mayor que la inflación, y que se supone que hacia 2026, con esta corrección, el dólar hacia fin de 2026 terminaría en 1.850 y pico de pesos, produciría nuevamente, si la inflación es 20%, un aumento del dólar sería 27, bueno, sería otro 7%, completando no el 20, pero sí el 17% de atraso cambiario que encontraba el Fondo Monetario a principio de este año. ¿Le parece plausible también esto?
Sí, me parece plausible. Creo que la parte ideológica equivocada era que no hacía falta acumular reservas. Yo creo que por algo se acumulan reservas en los otros países en la región, y eso ha ayudado a estabilizar las cosas. Pienso que ya a un nivel de 90, algunos estaban incluso diciendo que está más cerca del 100 que del 90 en este momento. Esto es cuestión de cómo se calculan estas cosas. Yo creo que está bien, yo preferiría absolutamente que subiera. Voy a decir algo que probablemente es poco serio: a mí me convendría que ajustara inmediatamente porque estoy por visitar a la Argentina con mi familia este fin de año.
¿Cuándo visitó la Argentina por última vez?
La última vez que estuve fue en marzo, que ya había, marzo-abril, ya había un ajuste importante. Evidentemente la Argentina es más cara, eso le voy a decir. Hay un desdoblamiento. Para los exportadores y para los importadores que estaban vinculados al dólar oficial, por supuesto que la Argentina no era barata, en realidad era cara para los países del tipo de cambio estaba bien.
Y para los que usaban el tipo de cambio blue, sí, la Argentina estaba barata antes, pero yo creo que en este momento realmente los exportadores, a pesar de que se quejan… Un empresario que no se queja no es empresario. Eso lo digo por experiencia, lo digo por experiencia familiar. No es científico lo que digo, es empírico. Pero yo creo que está funcionando bien y que me parece que está yendo en la dirección correcta.
Hay que ver qué pasa con las reformas, se han echado atrás en la parte impositiva. Creo que la reforma laboral, con todo el impacto político adverso que puede tener, es muy importante para traer gente del al mercado oficial en el trabajo, dado que están en negro, entre comillas, un porcentaje altísimo en la Argentina, y yo creo que todo esto va a ser muy importante para mejorar la situación.
Otro de los analistas que estuvimos entrevistando a lo largo de este programa, que prácticamente estuvo focalizado 90% en tema económico, nos decía: el gobierno estuvo todo este tiempo priorizando la baja de inflación. Ahora se da cuenta de que lo más importante es la baja del riesgo país, que si no hay baja del riesgo país la deuda de la Argentina se hace impagable: 57.000 millones de dólares vencen de aquí a diciembre de 2027, y que entonces la prioridad ahora dejó de ser la inflación, que en lugar de que sea 20% o 17% podría ser 23, 24, pero que el riesgo país persigue los 500 puntos básicos. O sea, de baja de inflación a baja de riesgo país. Ese sería el tránsito después de las elecciones. ¿También le parece plausible?
Me parece plausible. O sea, yo creo que la inflación a 20% o 23% sigue siendo una de las más altas, sacando a Venezuela, en la región, y por no decir entre los países emergentes y desarrollados. O sea, sigue siendo alta. Yo creo que es importante trabajar en eso, y el resultado fiscal y la política monetaria restrictiva, interna, de crédito interno, va a llevar a eso. Es crucial reducir el riesgo país. Con la inflación que se tiene y el sistema cambiario que han anunciado, yo creo que eso ayuda a reducir el riesgo país.
Por supuesto, no han sacado todas las restricciones cambiarias pero fundamentalmente con eso y si pasa la reforma laboral, eso ya mostraría un cambio estructural y eso ayudaría muchísimo a reducir el riesgo país. Falta una cosa, falta una cosa: que el Fondo Monetario apruebe la revisión próxima, y yo creo que ahí no hay ningún problema, que sería ahora a mediados de enero.
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Otro punto es que el Fondo Monetario perdonaría los 8.000 millones de dólares de reservas no acumuladas en 2025, pero pide 17.000 para 2026, que es de alguna manera lo que anunció el ministro, que lograría acumular reservas a lo largo del año si aumenta la base monetaria, la cantidad de pesos que los argentinos están dispuestos a tener en sus bolsillos, y le permitiría, sin tener que esterilizar, poder aumentar la reserva del Banco Central. Nuevamente, ¿le parece verosímil?
Si funciona el resto, si la confianza interna mejora y la gente dice: “Bueno, dado cómo están las cosas, me puede convenir tener pesos, va a haber un crecimiento de 3, 4%”, eso indicaría que puede aumentar la cantidad de dinero por la mayor actividad económica, etcétera. Yo creo que es posible en tanto no haya financiamiento interno al sector público, que no va a haber. El modelo y la teoría dicen eso, y yo creo que en este caso está muy cerca de la realidad, pero debo ser pragmático: siempre puede haber desviaciones. O sea, el número 17 no es en sí mismo importante. Si acumulan 15.000 millones sería ya un monto bastante importante, especialmente considerando que las exportaciones se ven razonables, no solo agricultura, sino incluso en energía, aunque los precios de la energía han caído.