Los funcionarios de la aduana de Ibiza habían secuestrado la semana pasada un Picasso de un valor que se estimaba en 463.000 dólares, que no había sido declarado por un pasajero.
El personal de la aduana de Zurich, donde había embarcado el pasajero, notó que transportaba una obra de arte embalada de modo sospechoso. Alertaron entonces a las autoridades españolas, que detuvieron al pasajero apenas éste había desembarcado.
Un posible Picasso decomisado en Ibiza
Se encontraron entonces con un Picasso de 1966, Trois Personnages, obra que no solo el pasajero no había declarado, sino que aseguraba que se trataba de una obra falsa, que valía solamente 1.550 dólares. Luego de una detallada inspección, los agentes encontraron un recibo en el fondo de su equipaje: estaba firmada por una galería de arte de Zurich y afirmaba que la obra era auténtica y que su valor era de 463.000 dólares.
La aduana de Ibiza envió la obra de un experto, que consultó al director del Museo de Arte Contemporáneo de Eivissa (Ibiza en catalán), que confirmó que efectivamente se trataba de un Picasso. Ahora el pasajero se enfrenta a una acusación de contrabando por no haber declarado el valor real de la obra que transportaba y por haber presentado a las autoridades un recibo falso.
CB PAR