El Mundial de Qatar 2022 tiene un aura especial para Lionel Messi. No solo porque, según dice el propio protagonista, sea su última Copa del Mundo, lo cual ya le da un tinte especial, sino que también deje entrever un Messi obsesionado por un logro, protegido por un plantel inmenso y que está latente en el corazón y el grito de cada uno de los hinchas argentinos que solo sueñan lo mismo que él: verlo levantar la Copa.
Todos esos condimentos hacen que cada vez que el capitán agarre la pelota el murmullo entre la gente presente en el estadio es incesante. Cada jugada deslumbra a los presentes y hace pensar cómo alguien es capaz de hacer todo lo que hace dentro de un terreno de juego. Eso y mucho más genera Messi que despertó de nuevo de una manera más que genuina, junto con todos sus compañeros que dejan la vida, la ilusión en la gente de que realmente hay chances de ser campeones del mundo nuevamente.
Un Mundial a puro récord
Si bien al propio jugador no le importan los récords personales, dejando nuevamente en evidencia que tiene un solo capricho en su cabeza, Messi sigue marcando cifras inigualables. Con el duelo ante Croacia igualó a Lothar Matthaus, de Alemania, como el futbolista con más partidos en la historia de los mundiales con 25 participaciones. De esta manera, con su presencia en la final, el rosarino se convertirá en el jugador con más partidos disputados en mundiales con 26 en su haber.
En la misma sintonía, Messi igualó a Miroslav Klose como el jugador con más victorias en los mundiales con 17 triunfos acumulados. Así ante Francia, el diez argentino también puede romper otro récord. Por último, los goles de Messi en esta Copa del Mundo no solo les sacaron una sonrisa a los hinchas argentinos, sino que también lo han depositado como el máximo goleador de jugadores argentinos en la historia de esta competencia. Con sus cinco tantos hasta el momento en Qatar 2022,
Messi vende por goleada: la camiseta del 10 "está agotada en todo el mundo"
Lionel llegó a 11 tantos con Argentina en mundiales, superando los 10 de Gabriel Batistuta (entre Francia 98 y Corea-Japón 2002). Al igual que las anteriores dos marcas, Messi puede agigantar aún más su figura respecto a su andar goleador el próximo domingo.
Por último, el excelso campeonato que hizo Messi junto con todo el plantel lo dejan en el escenario más esperado por todos al rosarino. El domingo, el capitán del seleccionado argentino jugará una nueva final del mundo, en búsqueda de la ilusión de todo un país.
Nueve finales, la misma ilusión
Con esta nueva cita, Messi disputará su novena final con Argentina. La primera de ellas fue en el Mundial Sub-20 de Países Bajos 2005, donde el rosarino fue el autor de ambos goles en el triunfo 2-1 con Nigeria. La segunda final de Messi fue al poco tiempo en la Copa América 2007 en Venezuela. En aquella definición fue derrota 3-0 ante Brasil. Al año siguiente se tomó revancha y gritó campeón en la final del oro de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Ese partido fue triunfo 1-0 de Argentina con gol de Ángel Di María.
Después de un par de años sin Argentina presente en las instancias decisivas en una competencia, recién en Brasil 2014 llegó la cuarta final disputada por Messi y la primera en una Copa del Mundo. Aquella definición fue derrota también, por la mínima ante Alemania. Luego en 2015 y 2016 Messi condujo a la selección a las finales de la Copa América en Chile y Estados Unidos respectivamente, ambas con derrotas ante Chile en la definición por penales.
Scaloni ya derrotó a Francia en una final con la Selección Argentina
Dejando atrás los tragos amargos, Messi se quitó la espina con el seleccionado mayor y gritó campeón en la final de la Copa América en 2019 en el Maracaná con gol de Di María. Meses después Argentina, campeón de América, se media con Italia, campeón de Europa en la Finalissima. En aquella definición en Londres fue triunfo 3-0 para el equipo de Lionel Scaloni.
De esta manera, el andar de Messi en la selección tuvo varias finales, pero con conquistas esquivas. Ahora con una nueva final mundialista, el rosarino irá por su tercer galardón con la selección mayor y por la tercera estrella en el escudo argentino. En síntesis, Messi jugó ocho finales, ganó tres y perdió las otras cinco. Ahora con Francia en el horizonte, el capitán querrá sacarse la espina de Brasil 2014 y depositar a la selección en lo más alto.
AO JL