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MODO FONTEVECCHIA
Proyecciones económicas

Orlando Ferreres: “Soy optimista con dudas"

El economista advirtió que la falta de crédito y la ausencia de inversiones masivas condicionan la recuperación, y aseguró que “la actividad no se está reactivando como se esperaba”. Sin embargo, sostuvo: "Si las cosas salen bien, el país puede andar muy bien".

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Orlando Ferreres sobre el acuerdo entre Argentina y Estados Unidos: “Creo que va a dar un cambio importante en Argentina” | Cedoc

En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), Orlando Ferreres aseguró que se mantiene "optimista con dudas" sobre el futuro de la economía, aunque señaló que el escenario actual no muestra la reactivación que indican algunas cifras oficiales. Además, remarcó que la falta de crédito y la suba de tasas frenan la recuperación.

Orlando Ferreres es graduado en Economía Política en la Universidad de Buenos Aires. En 1989 ocupó la Secretaría de Coordinación Económica en el Ministerio de Economía de la Nación. Fundó en el año 1991 Orlando Ferreres y Asociados Sociedad Anónima, compañía de asesoramiento económico. Es presidente de la Fundación Norte y Sur, entidad dedicada a analizar la realidad económica y social. Fue miembro del grupo promotor de la Universidad Austral y fundador y actual miembro del Consejo de Administración del Centro de Estudios Microeconómicos de la Argentina.

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En estos momentos se discute, a partir de las contradicciones respecto del crédito que darían bancos a la Argentina para pagar la deuda que vence el año próximo, ¿cuán crítica o no es la situación del pago de deuda el año próximo?

Se había previsto un préstamo de 20.000 millones, pero que después se habló de que el mismo se iba a reducir a 5.000 millones de dólares, que es lo que pueden tolerar los bancos con las garantías que puede dar la Argentina y el riesgo país que tiene el país. Es decir, más o menos 630 puntos. Evidentemente, la Argentina no tiene reservas propias. La mayor parte son prestadas o por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el swap con China, por el swap con Estados Unidos o con préstamos de algunos bancos. Lo que tiene propio de reservas es poco, salvo que tenemos oro, que vale bastante y eso nos ayudó mucho en el aumento de las reservas netas. Pero la Argentina no tiene como para pagar todos esos vencimientos si no obtiene más fondos del exterior. Yo creo que ahora se está hablando con los bancos, con el JP Morgan, Citi y otros, para ver si se puede encontrar una salida a esos 5.000 millones o eventualmente algo más. Lo que no sé es realmente cómo andará. Sí que las empresas de Argentina andan más o menos, porque están pidiendo ciertas prevenciones para no tener que cerrar las empresas y no tener que despedir a la gente. Eso es una situación relativamente difícil de la evolución económica. Así que las dos cosas se mezclan un poco.

¿Creés que, al mismo tiempo, la desconfianza es porque se ve que la política económica no da los resultados en crecimiento esperados?

Claro, hasta ahora no dio los resultados. Esperemos que después del 10 de diciembre, cuando se consiga una nueva cantidad de diputados y senadores y aliados, esas leyes de reforma laboral, impositiva y otras, puedan ir saliendo adelante y que eso refleje mejor la situación del país y que los bancos estén más dispuestos a prestarle. Pero, por ejemplo, países como Brasil, Uruguay y Chile tienen 200 puntos de riesgo país y nosotros tenemos 640. La diferencia todavía es bastante notoria y, por más que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires consiguió 600 millones de dólares al 7,8%, que puede ser copiado por algunas otras provincias, no es tan fácil conseguir préstamo del sector privado. Es bastante difícil.

¿Lo que decís es que también es una dificultad que salgan al mercado para renovar sus deudas las empresas, a pesar de que hubo, el último mes y medio, una cantidad de emisiones de deuda muy notorias?

Y hubo bastantes ON, que son préstamos a las empresas privadas, por bastante cantidad de dólares, y eso que la empresa en la que yo estoy, que es Aeropuertos Argentina, consiguió bastantes resultados, aunque la tasa de interés fue interesante. El sector privado ya está obteniendo algunos fondos de los bancos privados bastante bien, por supuesto con ciertas limitaciones, pero pagando una tasa de interés un poco más alta que la que se paga en Estados Unidos.

¿Qué tasa se pagó?

7,8%.

Lo mismo que la Ciudad de Buenos Aires...

Exacto, tal cual.

Hay toda una controversia porque el INDEC acaba de informar que la economía creció 5% respecto del año pasado, cuando al mismo tiempo la percepción general es de que estamos en una recesión, con dificultades para percibir la recuperación económica. ¿Cuál es tu propio pulso de qué está pasando con la economía y si te llama la atención ese cálculo de 5% de crecimiento que dio como última cifra el INDEC?

Sí, parece un poco alto, evidentemente. Nosotros tenemos el cálculo mensual de la actividad económica, y el índice general de actividad que lo vamos a sacar esta tarde nos da menos. Es decir, la actividad no se está reactivando como se esperaba. Y eso es porque falta crédito, y porque hay también cierta morosidad en los pagos de crédito, tanto del sector productivo como de los particulares con las tarjetas de crédito. Evidentemente, es un tema que el mercado no está avanzando como se lo esperaba, y eso por la suba de tasa de interés que provocó el mismo Gobierno, aunque ahora está tratando de bajarla de 22 a 20 la tasa de referencia, y otras un poco más altas, que todavía son bastante fuertes para la economía, que se espera este año tenga un 30% de aumento del índice de precios al consumidor. Es bastante alta la tasa de interés negativa que habría, porque es de más o menos 8 a 10 puntos.

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¿Cómo corregiste los pronósticos para 2026 después de las elecciones, de la baja del dólar, de la confirmación de que se mantienen las bandas y de estas turbulencias respecto del temor por la cantidad de divisas para pagar las deudas externas el año próximo y esta falta de crecimiento coyuntural de la economía?

Es todo más complicado. La tasa de inflación la calculamos en 15% para 2026, de enero a diciembre, y la actividad económica crecería 2,5%. O sea, no mucha actividad. Eso es porque faltan inversiones en forma masiva y directa. Además de los RIGI que se están haciendo, que son caso por caso, tiene que haber una tendencia a la inversión bastante generalizada que provoque un aumento del empleo y un aumento del salario real, que depende de la productividad del trabajador. Este es más o menos el resumen nuestro del año 2026.

Creaste tu consultora a comienzos de los años 90. Al mismo tiempo, fuiste parte del equipo económico inicial del gobierno de Carlos Menem. Se hacen muchas comparaciones entre lo que hacen Milei y Caputo con lo que hacían Menem y Cavallo. Sin embargo, el plan de convertibilidad, al mes 24, como estamos hoy, había tenido un crecimiento impresionante. El crecimiento del Producto Bruto había sido del 9%, y hoy hablamos del 2%. ¿Qué comparación hacés vos entre las políticas económicas de aquellos años y estas?

Aquello fue una hiperinflación real. El aumento del mes de julio de 1989 de 196,6%, es decir, 46.500.000% anual. Evidentemente que costaba mucho tomar decisiones en ese ambiente. Hicimos un plan de 150 medidas, que ahora también lo tiene Milei, que está tomando medidas de regulación, de baja del gasto público, de mejora del balance del Banco Central y otras que también están dando buen resultado. Pero le falta que el Congreso le apruebe las medidas. Evidentemente, si tuviéramos una ley laboral como la del Uruguay, por la que solamente pagan hasta 6 meses por indemnizaciones por echar a una persona, la cosa podría ser muy distinta para los inversores, que preguntan por ese tipo de cosas. También preguntan por los impuestos, por la actividad económica y si Milei va a ser reelegido en 2027. Las preguntas que nos hacemos todos también se las hacen los inversores, porque tienen que arriesgar plata en el país.

¿La diferencia es que Menem tenía en aquel momento en el Congreso mayoría en ambas cámaras y podía llevar adelante las reformas, mientras que Milei no? Ahí estaría la diferencia, no en la economía sino en la política.

Claro, con un acuerdo con Alfonsín, que le iba a votar las distintas leyes. Me acuerdo que yo le propuse a Menem votar la Ley de Emergencia Económica de Reforma del Estado en forma conjunta entre senadores y diputados, pero él no quiso porque no había llegado a esa conclusión y los primeros sondeos que hizo no le dieron resultado. Así que tuvimos que hacer esas leyes, que fueron grandes reformas del 89, donde se hicieron las privatizaciones, se sacaron los subsidios, etcétera. Se hizo un país mucho más liberal a pesar de las dificultades de la hiperinflación que había.

Por último, ¿sos optimista?

Con dudas. Soy optimista con dudas. Si las cosas salen bien, el país puede andar muy bien y puede crecer más de lo que nosotros decimos. Esperemos que así sea y que tengamos un país con alto crecimiento.

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