En un mundo donde el cambio climático se vuelve cada vez más tangible, la Patagonia guarda algunas claves para ralentizarlo. En Tierra del Fuego, glaciares y turberas son tesoros que Argentina está obligada a proteger. Sobre esos puntos llama la atención Hostil, un documental rodado con mochilas Google Street Trekker, que permiten registrar en 360 grados lugares inaccesibles para los vehículos. Allí se muestra, por ejemplo, el retroceso del glaciar Martial, que abastece a Ushuaia de agua potable. El hidrólogo Rodolfo Iturraspe, uno de los protagonistas, da más detalles en diálogo con Modo Fontevecchia.
¿Qué dicen los datos recientes sobre el retroceso de los glaciares en Tierra del Fuego?
Los datos vienen desde la década del 80 e indican que los glaciares están perdiendo un espesor promedio de medio metro de hielo por año. Es un valor muy importante, que implica adelgazamiento y reducción de la masa. Las implicancias son bastante graves, porque los glaciares garantizan la provisión de agua cuando se agotan otros reservorios.
¿Qué rol juega el cambio climático?
No sólo influye sobre los glaciares sino también sobre la acumulación de nieve, de la que dependen los recursos hídricos de provincias como Mendoza o Neuquén. Al mismo tiempo, la falta de nieve (que se está evidenciando en toda la Cordillera) es un factor de incidencia sobre los glaciares, que por otra parte tienen una gran belleza paisajística. Imaginemos a El Calafate sin el Perito Moreno.
El secreto de las turberas
El recorrido del documental llega hasta Península Mitre, en el extremo sudeste de la provincia, un paisaje de verdes intensos surcados por ríos y lagunas. Como es el mayor reservorio de turberas del país, también representa su mayor punto de captura de carbono. La turba es materia orgánica que proviene de vegetales que han muerto pero se mantienen parcialmente descompuestos. Como casi no almacenan oxígeno, las bacterias no trabajan y los restos se acumulan en capas de decenas de metros; algunas turberas tienen hasta 17 mil años. Pero el crecimiento de las actividades productivas es una amenaza latente.
¿Para qué se extrae turba en Argentina?
Con la turba se elabora el sustrato para la producción industrial de plantas, por ejemplo en la floricultura, o de tabaco. Como tiene un PH bajo, favorece la germinación. También se usa en la elaboración de mantas para absorber petróleo, pero es una actividad con muy bajo valor agregado y poco impacto en el producto bruto.
¿Qué medidas deberían tomarse para proteger las turberas?
La concesión de permisos en Tierra del Fuego sólo rige para una zona cercana a la localidad de Tolhuin (…) Lo más razonable sería que nunca se llegue a habilitar la minería de turba en otros lugares de Argentina, como los bosques patagónicos, el piedemonte de la Cordillera y el interior de los valles (…) Se trata de un patrimonio de 10 o 15 mil años y su pérdida implicaría el retorno de ese carbono a la atmósfera (…) Además tienen un valor científico muy importante, porque permiten la reconstrucción del desarrollo de la vegetación y del clima. Siendo un recurso ya escaso, es conveniente mantenerlo.
BL PAR