Rusia se dispone a tomar el control total de la región del Donbass, en el sudeste de Ucrania, cuando se anexionó –tras un referéndum ilegal que la comunidad internacional no reconoce– a la península de Crimea.
Este año, antes de la invasión iniciada el 24 de febrero, la Duma (Parlamento ruso) declaró la supuesta independencia de las provincias Donetsk y Lugansk, proclamadas repúblicas independientes de Ucrania.
Rusia amenazó con una guerra nuclear si Finlandia y Suecia ingresan a OTAN
En la ciudad de Mariúpol, a orillas del Mar de Azov, resisten unos mil civiles ucranianos en Azovstal, el último bastión. La idea era tender un corredor humanitario para permitir que partieran, pero Ucrania se niega porque conduciría a la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia.
Mientras, la Unión Europea encuentra obstáculos para dar nuevos pasos en las sanciones contra Vladimir Putin, porque no todos están dispuestos a prescindir del petróleo y el gas rusos.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó la matanza de 50 civiles en Bucha, localidad de 35 mil habitantes antes del comienzo de la ofensiva militar rusa en la cual decenas de ucranios aparecieron muertos en fosas comunes tras la retirada de las tropas.
El plan de paz de 15 puntos que negocian Ucrania y Rusia para terminar con la guerra
La visita a Ucrania del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, después de recorrer por vía terrestre ciudades devastada, derivó en la promesa del envío de armas y ayuda, pero nada parece alcanzar para detener a Vladimir Putin, envalentonado con un nuevo supermisil capaz de destruir el Estado de Texas. Le pesan el fracaso de los suyos en la toma de Kiev y el hundimiento del barco insignia de su flota en el Mar Negro.
AVS PAR