Tres días después del asesinato de 21 personas, 19 de ellas niños, en el tiroteo de la Escuela Primaria de Uvalde, Texas, el expresidente Donald Trump tiene previsto asistir mañana, viernes, a la asamblea anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) en ese mismo Estado.
Trump estará en Houston con el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el senador republicano Ted Cruz a pesar de la masacre que aún conmociona a Estados Unidos. La reunión de la NRA, que se realiza cada año desde 1871, sirve para celebrar los derechos de compra y portación de armas contemplados por la Segunda Enmienda de la Constitución.
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Será esta vez a 446 kilómetros del sitio en el que Salvador Ramos, de 18 años, abrió fuego en un salón de actos y mató a 19 niños y dos profesoras. Ramos, abatido por la policía, esperó a su cumpleaños para comprar las armas con las que realizó el ataque. El líder de la NRA, Wayne LaPierre, ha rechazado en reiteradas ocasiones cualquier responsabilidad de su organización en los tiroteos del país y ha defendido fervientemente el derecho a la posesión de armas.
La masacre de Uvalde ocurrió diez días después de otro tiroteo masivo en el que un individuo abrió fuego y mató a 10 personas en un supermercado de Buffalo, Nueva York. Después del llamado del presidente Joe Biden a hacerle frente al lobby de las armas, contribuyente habitual de las campañas del Partido Republicano, subieron las acciones de los principales fabricantes de Estados Unidos. Los inversores anticipan un aumento en la demanda ante el temor de que se aprueben leyes que restrinjan la venta.
CB PAR