Una comerciante vecina de la vicepresidenta dialogó con Marisol Juárez, en un móvil de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y aseguró que "el día lunes tuvimos que cerrar temprano porque fue el día de los incidentes". Además, aseveró que "entramos a la mañana y ya teníamos todo vallado" y que tenían que abrir el comercio "sí o sí" porque sino "la mercadería se daña".
Marisol Juárez (MJ): Estoy junto a Luciana, que trabaja en el bar ubicado en diagonal al domicilio de la vicepresidenta, para saber si las manifestaciones del fin de semana afectaron o no sus ventas. ¿Cambió la rutina el sábado? ¿Tuvieron que cerrar antes?
En realidad entramos a la mañana y ya teníamos todo vallado, no sabíamos que iba a pasar eso. Teníamos que abrir porque la mercadería si no se daña. A la tarde saltaron las vallas y se armó un lío tremendo. Les dije a mis compañeras que esperemos dentro del local porque no sabíamos que podía pasar.
Nos quedamos nosotras cuatro adentro y una señora que estaba muy asustada, por lo que tuvimos que escoltarla con la policía. De igual forma, por suerte no pasó nada.
¿El domingo cuando vinieron a abrir?
Estuvo movido, hubo mucha venta. Vendimos casi el doble de lo de siempre y era de esperarse porque no trabaja mucha gente entonces aprovecharon para venir a la marcha. Fue venta tras venta, estuvimos abiertos hasta más tarde.
¿Cuánto hace que trabajás ahí? ¿Cómo fue evolucionando a lo largo del tiempo desde que vos estás ahí?
El día lunes tuvimos que cerrar temprano porque fue el día de los incidentes. Por ende, desde ese día hasta ayer estuve prácticamente todo el día esperando a ver qué pasaba y preocupada por mi equipo o por el local porque una la pueda ligar de rebote, pero bien.
Lo que si veíamos era que la movilización arrancaba desde la mañana e iba creciendo cada vez más y al mediodía y noche eran cánticos con bombos.
Yo te preguntaba cuánto hace que vos tenés la vecindad con la vicepresidenta.
Estamos desde noviembre del año pasado.
¿Cómo fue esta convivencia con la vicepresidenta? ¿Alguna vez bajó a tomar algo? ¿Entró al bar? ¿Tuviste algún político importante que la vaya a visitar y que se quedó ahí esperando?
No, en realidad no. El día de la inauguración hubo una protesta con cacerolazos, pero de los vecinos o también escuchás que habitualmente pasan y le gritan cosas a la vicepresidenta. A ella solamente la veíamos salir de la puerta y entrar al auto, nada más.
Cuando pusiste el local en esa esquina, ¿especulaste con la posibilidad de que pudiera tener inconvenientes?
No se pensó. Es más, no sabíamos que la teníamos de visita en un principio. Eran los mismos vecinos que nos avisaron.
¿Hoy estás arrepentida en haber elegido ese lugar?
No, la verdad que no. Trabajamos mucho con los vecinos que son buena onda y tenemos clientes habituales. En cierta manera, toda esta manifestación en cuanto a ventas nos benefició mucho.
BL PAR