El sociólogo y analista político, Carlos de Angelis, el politólogo Gustavo Marangoni y la periodista con máster en medios y comunicación, Eugenia Mitchelstein, participaron de la tertulia en Modo Fontevecchia sobre la poca claridad que existe en torno al vuelo ESU9218/9 realizado por el avión YV3531 de EMTRASUR. Escuchá el programa por Radio Perfil FM 101.9 o miralo por Net TV.
Quiero que cada uno me dé su visión de la comunicación que se manejó en la oposición, el Gobierno y cómo lo tomó la opinión pública...
Carlos de Angelis (CDA): Me parece que no se puede separar este tema puntual de la comunicación en general del gobierno, que es confusa y tensionada adentro del Frente de Todos por la discusión con Cristina. Y, por otro lado, todo lo que tenga que ver relacionado a la política exterior. El presente hablará de la conferencia BRICS, intentando hacer una política exterior 360°.
En realidad, el tema del avión, podría haber sido algo mucho más importante porque ya sufrimos tremendos atentados como el de la AMIA y, al final, un avión, confuso, al mando de iraníes y venezolanos, quedó en una discusión más por Juntos por el Cambio y me parece que el Gobierno primero salió con todo, con Rossi o Aníbal Fernández, pero con explicaciones que no eran del todo claras y sociables.
Luego lograron sacarlo de agenda, hablando de Cristina, de la discusión de los planes sociales, son discusiones más tranquilizadoras que meterse en un tema muy álgido. Hay un avión que anda por algunos países del mundo y no está claro qué hace, qué transporta. El tema es muy complejo y Argentina no está en condiciones de dejarlo como un tema más. Hoy el Gobierno prefiere sacarlo de agenda.
Gustavo Marangoni (GM): En primer lugar, lo que uno tomaba como referencia en los tres primeros gobiernos kirchneristas, y si lo comparaba con el gobierno de Alberto Fernández, lo que va a percibir claramente es que en aquellos había una tendencia que apuntaba bastante a la centralización. De hecho, los funcionarios que salían del libreto original podían obtener un tipo de sanción al respecto y, en esa gestión del Frente de Todos, lo que se ve es una balcanización que también se traduce en la comunicación.
Eso es lo que nos lleva a observar que los primeros días, que el tema del avión se puso sobre el tapete, salían desde el oficialismo distintas voces señalando que era un homónimo, que no tenía ninguna irregularidad el avión, que era un vuelo de entrenamiento. Eso lo que señala es la dificultad de tener algo mucho más parejo o una comunicación con menos ruidos internos. Esto no es así, ni en este ni en otros temas. Este Gobierno tiene problemas políticos que se traducen también en el ámbito de la comunicación.
Eugenia Mitchelstein (EM): Estoy de acuerdo con esto que mencionaban Carlos y Gustavo sobre los problemas políticos y de comunicación del Gobierno, pero lo que más me interesa de esto es que es un caso que permite ver exactamente que cuanto más alejado esté un tema de la vida cotidiana de la gente más fácil es que adoptemos la versión de la historia coincida con nuestros sesgos.
Es muy difícil imponer un discurso, como pasa con la inflación, que es algo que percibimos en los supermercados o en la compra online. O sea que, por más que los indicadores digan una cosa, es difícil explicar algo que vemos todos los días. En este caso, que hay un avión que está detenido en Ezeiza, que no podemos saber bien quién está, si es venezolano o iraní, cada partido adopta su discurso sobre el hecho entonces es muy difícil encontrar consenso sobre lo que realmente está pasando ahí y cada uno trata de traer su realidad. Como no hay nada preciso, terminamos comprando lo que ya sospechábamos de antes.
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¿Cuáles son sus opiniones respecto a la idea del 'coro de silencio', de cómo determinados temas se convierten en tabú y nadie los quiere tocar?
CDA: Esto es claro. Una situación puntual de un avión, donde se dudan un montón de cuestiones, porque se sabe que hay embargos y castigos de parte de Estados Unidos sobre actividades que serían pro terroristas que lo encuadran en el marco del peronismo y, se supone, que las empresas privadas no debieron prestar ayuda.
Entonces esto también es una duda para que las empresas miren un poco de reojo y sigan haciendo sus negocios. Además, este poner sobre la mesa una cuestión, que en realidad en Venezuela no se cumplen los derechos humanos, pero, en el momento de hacer los negocios, los hacemos, es una figura muy incómoda para las empresas. Porque uno se imagina que esto le pasa también a Rusia con la invasión a Ucrania, las empresas teóricamente se retiraron, pero uno después mira con detalle y algunas siguen trabajando ahí.
Existe un doble discurso de las empresas, que buscan mostrarse transparentes frente a la opinión pública, frente a sus actividades. Eso es lo que hace que los expertos de hoy, de opiniones públicas de las empresas, se enfrenten a una crisis y decidan a la par del Gobierno argentino tratar de salir del foco.
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GM: Cuando planteaste la pregunta me imaginaba una familia reunida en el almuerzo de los domingos, donde aparecían dos tíos con opciones enfrentadas, respecto a un tema, y se generaba un clima tenso. Uno, como integrante de la familia, prefería no intervenir porque en algunos casos el tema no les interesaba y, otros, para no indisponerse. Eso lo vinculo con eso que vos decís.
Evidentemente una política que ancla mucho el "no sé de qué se trata, pero a pesar de eso me opongo, o lo apoyo", se termina convirtiendo en una suerte de batalla cultural, que de cultural tiene bastante poco, pero probablemente queda para el 90% restante de la población argentina es como un tema marginal que se va sumergiendo más en un clima electoral político y de crisis, que en lo económico.
EM: Lo que me parece interesante de esto es que, hasta hace algún tiempo, nosotros podíamos coincidir en que había algunos medios que iban a haber una asociación de la realidad y que iba a ser aceptable para todos. Los diarios impresos se venden cada vez menos y hay más versiones de la realidad, entonces es muy difícil pensar en la versión que van a sacar. Y por eso también, las empresas hacen silencio. No hay una versión acordada de la realidad, no les conviene nada hablar de esto, entonces mejor quedarse callado. El Gobierno espera que desaparezca el tema, la oposición hacer las preguntas necesarias, esperando que les sirva, pero lo más preocupante de todo es que nunca sepamos qué pasó con este avión, cuántos aviones hay así, cuántos entraron y no se controló.
GA PAR