No es novedad que muchos artistas consideran al público argentino como uno de los mejores —si no el mejor— del mundo. El trío mexicano Reik (integrado por Jesús Navarro, Julio Ramírez y Bibi Marín) no es la excepción, lo cual quedó demostrado en el show que brindaron este viernes en el Movistar Arena. La intensa lluvia, quizá el clima ideal para escuchar pop romántico, no fue impedimento para que cerca de 15.000 personas dieran el presente en lo que fue una noche cargada de romanticismo, nostalgia y sorpresas.
El grupo agotó su primera fecha en el país en el marco del "Panorama Tour", que ya los llevó a recorrer distintos puntos como Ecuador, Costa Rica, México y Estados Unidos. Asimismo, se presentarán este domingo en el Quality Arena de Córdoba, en lo que promete ser otro recorrido por himnos como “Noviembre sin ti”, “Yo quisiera” y “Qué vida la mía” hasta llegar a sus lanzamientos más recientes, repasando así más de dos décadas de historia y de vínculo con sus seguidores.
Desde temprano, los fanáticos, protegidos con paraguas y pilotos, llenaron el estadio porteño portando carteles donde se podían leer expresiones como "Verlos fue un sueño cumplido". Después de la actuación de Maxi Espíndola como telonero, a las 21 se apagaron las luces y comenzó una cuenta regresiva. Cuando el reloj llegó a cero, la pantalla se encendió y mostró una filmación que alternaba entre los miembros de Reik y finalizaba con la leyenda "Panorama", nombre de su último disco.
En medio de columnas de humo, uno por uno ingresaron los integrantes del trío y abrieron la noche con un breve repaso de algunos temas de su trabajo más reciente: "Baja California", "Panorama" y "El correcto". A pesar de que la gira es en honor a su álbum lanzado en 2024, tampoco faltaron himnos de primera hora como "Sabes" e "Inolvidable".
Uno de los momentos más emotivos se dio en "Noviembre sin ti", uno de sus temas más icónicos, donde se llevó a cabo un fan action: los asistentes de las primeras filas levantaron carteles donde se leía "Gracias por estos 20 años". "Me van a hacer llorar. Muchas gracias. Ojalá sean 20 años más", expresó conmovido Navarro.
La puesta en escena era sencilla: el trío acompañado de otros músicos, envueltos de luces cálidas de distintas tonalidades (rojas, azules, violetas, verdes). Sin embargo, eso fue suficiente para generar un clima de cercanía e intimidad con el público, acompañado de chistes y comentarios cómplices, como cuando Ramírez le sugirió a modo de broma al cantante que "tome un shot" luego de entonar mal una nota, ante lo que Navarro se defendió entre risas: "Me pongo nervioso de cantar cosas nuevas frente a ustedes. Se piensan que no, pero en realidad es que sí".
Esa conexión con los fanáticos argentinos se hizo notar desde un inicio. "Está muy cabrón venir a la Argentina. Para cualquier artista es un sueño. Cada vez que subimos al escenario nos morimos de los nervios porque no saben cómo son como público y cómo nos ponen los pelos de punta. Todos los artistas hemos visto miles shows y todo el mundo dice lo mismo. Pero es que, neta, es verdad, son una locura de público y es una belleza estar aquí", indicó el vocalista.
El guitarrista redobló la apuesta, asegurando que el país es "uno de nuestros hogares": "Después de 20 años de girar y de mucho conocer lugares diferentes, en pocos lugares nos hemos asentado más que una simple visita. Algunos de ustedes sabrán que aquí, en Buenos Aires, grabamos un disco entero. Y luego, en las visitas que hacemos, nos gusta salir a pasear. Donde sea que vas y ya conoces los nombres de calles, barrios, amigos, gente que queremos ver, se siente como casa. Y Argentina definitivamente es uno de nuestros hogares".
Ese clima festivo, donde tanto los músicos como el público bailaba, se mantuvo a lo largo de las casi dos horas de show y las más de 30 canciones que sonaron a través de los parlantes del Movistar Arena. "Buenos Aires, que se escuche hasta México", pidieron y los fanáticos cumplieron, entonando a los gritos todos los temas, desde los más recientes hasta aquellos que llevaron a Reik a la fama a principios del siglo.
De esa manera, repasaron distintas etapas de su trayectoria, desde “Yo quisiera” y “Qué vida la mía”, hasta sus más recientes como “Abril”, o “Roomies”. No faltó el bloque romántico con “Me duele amarte”, balada de 2006 que disparó la primera oleada de coreos nostálgicas; saltaron al pulso pop‑electrónico con “Tu mirada” y una de las favoritas, "Aleluya", testigos de la etapa en la que el trío se animó a los sintetizadores sin soltar la melodía; volvieron al clima íntimo con “Voy a olvidarte”, recordatorio de por qué su sello sigue siendo la balada confesional, y coronaron la faceta de colaboraciones globales con “Un año” y “Si me dices que sí”, éxitos en los que colaboraron con Sebastián Yatra, Camilo y Farruko.
Incluso agregaron una "sorpresita", tal como la definieron: una versión acústica de "Qué gano olvidándote". "Esto que sigue es como otra de las sorpresitas de la gira. Esta versión es la que nos gusta tocar cuando estamos ensayando, en casa, cuando estamos en la peda. ¿Cómo se dice aquí, 'joda'? Les gusta la joda aquí, ¿no? Si se la saben, canten", expresó Navarro, antes de entonar los primeros versos.
El bloque acústico, la primicia de la colaboración con Yami Safdie y un cierre a pura fiesta
Después de esa seguidilla de canciones, llegó el bloque acústico, para el cual se sentaron en un sillón dispuesto en el medio del escenario. "Esta es mi parte favorita del show, porque es la parte que a ustedes les gusta cantar. Los vamos a grabar y queremos que vean en México que tienen mucha pasión", indicó Marín. “¡Qué rico estar aquí! Siempre fue lo máximo, es mi parte favorita del show”, agregó Ramírez antes de dar paso a este segmento íntimo y emotivo.
En esa tanda sonó "Creo en ti" y "Ya me enteré", donde pronunciaron "Ya" con el yeísmo rioplatense, por lo que Navarro lanzó un chiste donde reafirmó la sintonía con los argentinos: "A partir de hoy se termina la pronunciación mexicana; se llama 'Ya me enteré' (pronunciando el sonido de la ll en lugar del de la y consonántica)". "Aprovechando que estamos en el momento acústico del show, queremos compartirle esta canción, pero no es la de Camila", bromeó, antes de interpretar una sentida versión de "Mientes".
Para cerrar ese segmento, sorprendieron con un adelanto de su próxima canción "Es tan corta la vida”, en colaboración con la cantante argentina Yami Safdie. El tema, que será estrenado el próximo 29 de mayo, fue recibido con una ovación, anticipando una fusión prometedora entre dos generaciones del pop latino. Al finalizar el set, Jesús se dirigió a la audiencia argentina y la definió con una frase que sintetizó el sentimiento colectivo de la velada: “Son lo máximo de todo el mundo”.
"Les tengo una noticia agridulce: se viene el final, pero todavía queda para bailar", adelantó el vocalista. Ese fue el pie para los últimos temas de la noche, que cerraron el evento con más energía de la que ya había hasta ese entonces. De esa manera, todo el público comenzó a moverse al ritmo de "Abril", "Indeciso", "Amigos con derecho", "Me niego" y "Yo quisiera". En el escenario, el trío acompañaba con coreografías y "pasos que les gustaban hacer", como definieron. El broche de oro eran las luces de colores y las numerosas columnas de humo, que propiciaban un clima festivo.
Al finalizar, tomaron una bandera argentina, mientras otra estaba reflejada en la pantalla, y se despidieron del público. "Muchas gracias, Argentina. Les debemos mucho de nuestra carrera, de nuestras vidas. Sepan que los amamos y les agradecemos para siempre. ¡Arriba Buenos Aires y arriba Argentina!", expresaron emocionados, mientras el público aplaudía. En paralelo, no faltaron los coros de "Una más y no jodemos más". Quedará para la próxima, ya que tanto los fanáticos como Reik demostraron que quieren volver a su "segunda casa".