El Ministerio Público Fiscal del Chaco resolvió dictar prisión preventiva para A.O.C., de 42 años, quien se encuentra imputado por delitos contra la integridad sexual de un menor de edad. La medida fue adoptada por la fiscal Candela Valdez, titular de la Fiscalía Penal N°15 de Resistencia, en el marco de una causa iniciada a fines de junio.
De acuerdo con la investigación preliminar, los hechos habrían ocurrido en reiteradas oportunidades durante el año 2024, cuando el niño, de 10 años al momento de la denuncia, habría sido llevado al domicilio del imputado en Fontana. Según el relato incorporado a la causa, los encuentros se habrían producido en el contexto de una relación de confianza entre el acusado y la familia del menor, ya que el hombre se desempeñaba como entrenador en el Club Expreso, donde el niño practicaba fútbol.
La causa se inició el 26 de junio, cuando la madre del menor se presentó de manera espontánea en la comisaría de Fontana, tras conocer un delicado relato por parte de sus hijas. Una de ellas le dijo: “Mami, yo te tengo que contar algo que -nombre del menor- me contó hace mucho...”. Ese mismo día, el niño fue trasladado a la dependencia policial, se activó el protocolo para casos de abuso infantil y se dio intervención a personal especializado.
El informe del equipo médico del Hospital Pediátrico, si bien no detectó lesiones físicas, registró indicadores psicológicos compatibles con situaciones de vulnerabilidad y posibles hechos de abuso, por lo que se solicitó una evaluación completa del entorno familiar y emocional del menor. La declaración testimonial mediante cámara Gesell se encuentra pendiente.
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En su declaración, el detenido negó las acusaciones y aseguró que no era entrenador del menor, aunque sí reconoció que el niño y otros chicos del barrio solían concurrir a su casa a merendar. No obstante, para la Fiscalía, existen elementos suficientes para acreditar una relación de confianza y cercanía funcional que habría sido aprovechada para la comisión de los hechos investigados.
Entre los fundamentos para dictar la prisión preventiva, la fiscal Valdez destacó el riesgo procesal que implicaría una posible influencia del acusado sobre la víctima o su entorno, así como la falta de arraigo laboral formal, lo que incrementa el peligro de fuga. En ese sentido, afirmó que “no existe medida cautelar menos gravosa que permita garantizar el normal desarrollo del proceso sin revictimizar al menor”.
Además, sostuvo que los delitos imputados, abuso sexual agravado por la situación de autoridad y corrupción de menores, revisten una gravedad extrema y que el proceso debe desarrollarse con especial resguardo del interés superior del niño, conforme a los estándares de la Convención de los Derechos del Niño.