El 67% de los jóvenes argentinos usa redes sociales para entretenerse y el 60% para informarse. Sin embargo, detrás de esa conexión constante hay señales de alarma. Un reciente informe de las consultoras Reyes Filadoro y Enter Comunicación describe una relación cada vez más tóxica entre las juventudes (de 18 a 35 años) y el ecosistema digital. “Es amor y odio”, sintetiza una de las voces del estudio cualitativo.
Realizada en mayo de 2025, la investigación combinó encuestas a 730 jóvenes de todo el país, análisis de conversaciones digitales y grupos focales. Entre los hallazgos más impactantes, se destaca que el 58% de los jóvenes usa más tiempo del que quisiera en redes y un 55% intentó abandonarlas, pero volvió.
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Las emociones negativas están a flor de piel: un tercio de los encuestados siente ansiedad, el 20% agotamiento mental y el 17% insomnio por el uso intensivo de redes sociales. La comparación constante con otros usuarios, la presión de estar permanentemente disponibles y el miedo a quedar afuera (FOMO) completan el combo de malestar.
Ciberacoso y bullyng
El informe también pone la lupa sobre el ciberacoso: una de cada cinco mujeres dijo haber recibido acoso sexual, y el 23% denunció situaciones de bullying. A su vez, el 64% expresó preocupación por la privacidad y más del 50% de los usuarios percibe que hay manipulación o censura en las plataformas.
La participación política no escapa a la lógica de las redes: muchos jóvenes informan su voto por lo que ven en Instagram o YouTube, pero también evitan opinar por miedo a la cancelación. La autocensura y la polarización llevan a que un 71% haya dejado de seguir a alguien por diferencias ideológicas.
En este contexto, el informe llama a construir un ecosistema digital más saludable desde la educación, la regulación y la responsabilidad empresarial. Mientras tanto, miles de jóvenes buscan una salida: “dar de baja Instagram” y “adicción a las redes” son búsquedas cada vez más frecuentes en Google.