El Senado de la Nación dio un paso clave para la renovación parlamentaria 2025–2031 y dejó oficialmente habilitado al exgobernador Jorge Capitanich para ocupar la banca que obtuvo en las elecciones del 26 de octubre. La decisión llegó en medio de una maratónica revisión de diplomas, impugnaciones cruzadas y tensiones entre el oficialismo libertario y la oposición peronista, que anticipan un inicio de período legislativo marcado por los choques políticos.
La comisión encargada de supervisar la documentación enviada por las juntas electorales de ocho provincias recomendó la aprobación de los títulos de 23 senadores electos, incluyendo al chaqueño Capitanich, quien accedió a la tercera banca provincial por la minoría. La resolución fue firmada por una mayoría de legisladores que pidió la inmediata incorporación de los proclamados.
En el caso de Chaco, la nueva representación quedará compuesta por Juan Cruz Godoy y Silvana Schneider (La Libertad Avanza), mientras que la banca por la minoría será ocupada por Capitanich, acompañado por Magda Ayala, Rodrigo Ocampo y María Laura Zacarías como suplentes.
Donde no hubo acuerdo fue en el pliego de María Lorena Villaverde, legisladora electa por La Libertad Avanza en Río Negro, cuyo diploma fue rechazado por el dictamen de mayoría. La rionegrina quedó en la mira por antecedentes judiciales y supuestos vínculos con redes de narcotráfico, situación que desató un fuerte debate interno dentro del Senado y tensiones con la Casa Rosada.
Aunque el dictamen no es vinculante, anticipa una sesión caliente el 28 de noviembre, cuando los 71 senadores deberán votar si la libertaria puede asumir o no su banca.
La maniobra fallida del oficialismo
El Gobierno buscó bloquear el avance de las impugnaciones contra Villaverde presentando, a último momento, cuestionamientos contra Capitanich y Martín Soria. La encargada de llevar los planteos fue nada menos que la futura jefa del bloque libertario, Patricia Bullrich, quien arribó a la comisión acompañada por el abogado Fernando Soto, en una señal de que la presión política sería máxima.
Sin embargo, la estrategia no funcionó:
- Los dictámenes contra Capitanich y Soria no prosperaron.
- La oposición denunció una “maniobra mafiosa” para equilibrar políticamente el caso Villaverde.
- La comisión mantuvo su rechazo solo a la rionegrina, aislando al oficialismo.
Los argumentos detrás de cada impugnación
La presentación contra Capitanich fue impulsada por Rafael Serfaty, referente libertario chaqueño, quien lo acusó de “inhabilidades éticas” y lo vinculó al clan Sena, condenado por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, además de señalarle causas por adjudicaciones de tierras y beneficios industriales.
Soria, por su parte, fue objetado por una denuncia de supuesta retención irregular de haberes cuando fue intendente de General Roca.
En ambos casos, el peronismo cerró filas y logró desactivar la ofensiva. La discusión dejó frases fuertes: desde comparaciones con la expulsión del senador Kueider hasta advertencias sobre “bancas compradas” y reclamos por la ausencia de una Ley de Ficha Limpia.
Qué viene ahora
La sesión preparatoria del 28 de noviembre será decisiva. Allí:
- Capitanich quedará oficialmente incorporado a la Cámara Alta.
- Se votará si Villaverde, quien no podrá participar de la decisión, cumple o no los requisitos para asumir.
- Se definirán las nuevas autoridades del Senado, en un tablero político que tendrá al oficialismo sin mayoría propia y obligado a negociar cada movimiento.
Mientras tanto, desde el oficialismo ya anticipan que, si su candidata queda afuera del Senado, Villaverde seguirá como diputada nacional, lo que abriría otra discusión interna sobre su permanencia en la Cámara Baja.