Un tenso conflicto laboral en la localidad de Gobernador Virasoro ha escalado hasta movilizar a las fuerzas federales. Ante la amenaza de un corte total de la Ruta Nacional N.° 14, el Ministerio de Seguridad de la Nación desplegó un operativo con 60 efectivos de Gendarmería para prevenir posibles incidentes.
El conflicto se originó hace más de un mes, cuando la empresa Forestadora Tapebicuá S.A. paralizó su producción y cesanteó a 520 operarios. Desde entonces, los trabajadores mantienen un acampe en reclamo de sus puestos de trabajo y una respuesta de los directivos de la compañía, sin obtener hasta ahora ninguna solución.
La indiferencia de los empresarios y las acusaciones al Gobierno provincial
En un comunicado, los trabajadores explicaron que su decisión de cortar la ruta se debe al "silencio de los dueños de la empresa, que se niegan a reincorporarnos, abonar lo adeudado y mostrar sus cuentas".
Además, los operarios acusaron al Gobierno provincial, encabezado por Gustavo Valdés, de "indiferencia" y denunciaron que la ayuda que les fue prometida "nunca llegó", llevando la situación a un "límite inhumano".
La medida de fuerza, respaldada por el Sindicato de Obreros de Madereros de Corrientes (SOMC) y la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina (Usimra), busca ser el único medio para que su reclamo sea escuchado.
Una crisis con historial de tensión
Los problemas en Tapebicuá S.A. no son recientes. Se iniciaron hace años y derivaron en distintos procesos de achique, con el cierre de plantas y el despido de más de 100 trabajadores.
La actual situación se mantiene con una alta tensión en el lugar del acampe, mientras los gendarmes se encuentran en alerta para intervenir en caso de que los trabajadores cumplan con su advertencia.
Una medida extrema en un conflicto que aún no encuentra una salida
El despliegue de Gendarmería en Virasoro subraya la gravedad de una crisis laboral que parece no tener una salida a la vista. Con 520 familias afectadas y un acampe que ya lleva tres semanas, la amenaza de un corte de una ruta clave como la N.° 14 eleva la apuesta en un conflicto que parece haberse enquistado.
La falta de diálogo entre las partes y las acusaciones cruzadas hacia la dirigencia provincial y empresarial demuestran que la tensión es máxima en una localidad que depende de la actividad forestal, y la intervención de las fuerzas de seguridad es una medida para evitar que el reclamo se desborde, mientras la solución de fondo sigue pendiente.