La conversación digital sobre el gobierno libertario entró en una fase de máxima conflictividad. El estallido de los audios de Diego Spagnuolo, que vinculan a Karina Milei con presuntas coimas en torno a fondos para medicamentos de personas con discapacidad, disparó un vendaval de menciones y críticas en redes sociales. Hasta el momento, la funcionaria acumula más de 1,4 millones de menciones, una cifra inédita que la coloca entre las figuras más comentadas del oficialismo, según destaca en su último informe Monitor Digital.
Negatividad récord
El clima digital es abrumador: alrededor del 85% de las publicaciones tienen un tono negativo. Palabras como “error”, “muertes” y “escándalo” dominan la conversación, reforzando la percepción de que el episodio no es visto como una simple polémica, sino como una crisis estructural de confianza.
Conceptos como “corrupción”, “coimas” y “justicia” se repiten en los intercambios, instalando la idea de que el oficialismo aparece directamente asociado al uso indebido de recursos públicos y a sus consecuencias sociales.
El protagonismo de la “hermanísima”
Aunque suele mantener un perfil bajo en medios tradicionales, Karina Milei aparece en redes con un protagonismo sin precedentes. Supera en menciones a la vicepresidenta Victoria Villarruel y se ubica en el mismo nivel que figuras como Patricia Bullrich y Luis Caputo.
Su exposición digital comenzó a crecer en marzo, con el estallido del caso $LIBRA, cuando superó las 900 mil menciones, y volvió a escalar en agosto y septiembre con el escándalo de los audios. En medios, en cambio, la cobertura fue sensiblemente menor, lo que marca un contraste entre la intensidad de las redes y la prudencia de la prensa.
Sentimientos en picada
El balance de percepción la ubica en una franja de rechazo fuerte, con un puntaje negativo cercano a los -62 puntos en redes. No llega a los niveles extremos de repudio que concentran ministros como Cúneo Libarona o Santiago Caputo, pero sí la sitúa como una de las figuras más desgastadas del entorno presidencial.
En los medios la valoración es menos agresiva, con un saldo de alrededor de -31 puntos, lo que confirma que la prensa tradicional adopta un enfoque más moderado que el clima hostil de las plataformas digitales.
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Una agenda atravesada por la crisis
La conversación digital del oficialismo suele organizarse en torno a política (26,5%), gestión (23%) y economía (8,7%), pero los escándalos desplazaron el foco hacia temas como salud, justicia y corrupción. La relación directa entre los fondos cuestionados y la atención de personas con discapacidad acentuó la indignación social y amplificó el malestar.
Mientras en redes sociales Karina Milei se consolida como epicentro del repudio ciudadano, en medios aparece más como parte de un esquema de poder que como protagonista individual. La diferencia marca dos lecturas: una digital, más inmediata y emocional; otra mediática, más analítica y contextual.
Los casos $LIBRA y los audios de Spagnuolo dejaron a Karina Milei en una posición incómoda como rostro del poder libertario. Con altos niveles de rechazo en redes y un clima político en deterioro, el Gobierno enfrenta un doble desafío: recomponer la confianza social y contener la crisis interna de un gabinete cada vez más cuestionado.